Es noticia
¿Qué factores provocan que un lugar sea bueno para vivir realmente?
  1. Alma, Corazón, Vida
bienestar

¿Qué factores provocan que un lugar sea bueno para vivir realmente?

La gente engloba muchas variables: sistema sanitario, el educativo, la seguridad en sus calles, la misma seguridad pero medioambiental, infraestructuras, seguridad digital...

Foto: Casas de colores a lo largo de un canal en Copenhague (Fuente: iStock)
Casas de colores a lo largo de un canal en Copenhague (Fuente: iStock)

Cuando emprendas tu camino a Ítaca, pide que el viaje sea largo. Es cierto que hace millones de años nuestros antepasados fueron seres nómadas y desarraigados, pero hace mucho tiempo que nos asentamos en distintas tierras alrededor del mundo y decidimos llamar a esos sitios nuestro hogar. Y el hogar está donde se encuentra el corazón, o al menos eso dicen. Aunque García Márquez aseguraba en 'Cien años de soledad' que uno no es de un sitio hasta que no tiene un muerto, todos nos sentimos parte de un lugar y una comunidad que siempre estará ahí para nosotros. Nuestro Ítaca particular.

Pero, ¿qué tiene que tener un lugar para que sea bueno para vivir? Casi todo el mundo diría que debe englobar una serie de conceptos fundamentales y diferentes: el sistema sanitario, el educativo, la seguridad en sus calles, la misma seguridad, pero medioambiental, infraestructuras, seguridad digital... de hecho, casi todos los años salen 'rankings' al respecto que muestran qué concepto se tiene de lo que es una ciudad perfecta para vivir. Y, cada año, una es la protagonista.

Las cosas que importan

Por ejemplo, 'The Economist Inteliggence Unit' lo ha hecho durante varios años, clasificando más de 140 ciudades del mundo por sus condiciones de calidad de vida. Las ciudades que en los últimos años han encabezado el ranking han sido Copenhague, Viena, Vancouver, Toronto, Melbourne, Sidney, Osaka o Tokio. Según el propio informe argumenta, todas son ciudades en países democráticos prósperos, con sistemas de salud pública y educación de alta calidad, buena vivienda y una buena infraestructura de transporte público, además de bajos niveles de corrupción y delincuencia.

Las ciudades que en los últimos años han encabezado el ranking han sido Copenhague, Viena, Vancouver, Toronto, Melbourne, Sidney, Osaka o Tokio

A zonas como Australia y Nueva Zelanda, además, los controles fronterizos y la ventaja geográfica de vivir en un lugar grande y poco habitado también les dan un plus a la hora de sobrellevar los problemas que ha traído consigo la pandemia: las personas han podido continuar con su vida normal sin sufrir demasiadas o alguna restricción social. A esto se suma el clima agradable (veranos cálidos e inviernos suaves), que también parece ser fundamental a la hora de elegir un lugar para vivir.

Pero... ¿Importa el clima?

La perfección nórdica suele desmontarse con los problemas relacionados con la salud mental que parecen afrontar estos países. Zonas que destacan por su igualdad, calidad de vida o derechos sociales, entre muchos otros, tienen, según se dice, paradójicamente tasas de depresión bastante altas. Aunque se trata de un problema complejo y es difícil dar una única explicación al respecto, lo cierto es que muchos lo atribuyen al clima (Groenlandia, por ejemplo, zona fría por antonomasia, lidera las tasas de suicidios anuales).

Contrariamente a lo que se suele creer, los países nórdicos han liderado el Informe Mundial de la Felicidad desde 2012

Sin embargo, esto podría ser un mito. Según los estudios, el clima podría no importar tanto realmente a la hora de hablar de la felicidad de los individuos. Y, de hecho, justamente la calidad de vida o los derechos sociales son los que hacen que los países nórdicos hayan liderado el Informe Mundial de la Felicidad desde 2012 (Noruega, Finlandia, Suecia). Probablemente, la razón por la que seguimos con el estereotipo del 'nórdico triste' es porque la creencia se basa en una realidad: estos países, especialmente Finlandia, sí que fueron líderes de las tasas de suicidio en los 70 y 80. Pero actualmente están cerca del promedio europeo, como Francia o Alemania.

¿Y la latitud?

Un estudio publicado en 'Perspectives of Psychological Science' llegó a la sorprendente conclusión de que las personas están más felices y satisfechas con su vida en las zonas cercanas a los polos, tanto el norte como el sur. Pero, como argumentan los autores del estudio, no es la latitud geográfica como tal la que hace que las personas estén más o menos satisfechas con sus vidas, sino que esta representa un conjunto diverso de variables ecológicas y sociales, como la demanda/comodidad térmica, los niveles de lluvia, la prevalencia de patógenos y la riqueza nacional.

Ciudad: sí o no

Otro de los factores fundamentales de las últimas décadas es la urbanización. Por un lado, los efectos adversos de la vida urbana pueden derivar en problemas de salud pulmonares debido a la contaminación del aire, y también afecta a la salud mental y al bienestar de las personas, según explica 'Psychology Today'. Un estudio de seguimiento de 4.4 millones de suecos mostró que las personas que viven en las áreas urbanas más densamente pobladas tenían entre un 12 y un 20% más de riesgo de desarrollar depresión que las que viven en las áreas menos urbanizadas.

Los efectos adversos de la vida urbana pueden derivar en problemas de salud pulmonares debido a la contaminación del aire, y también afecta a la salud mental y al bienestar de las personas

¿Por qué? Según las investigaciones, por un compendio de cosas: falta de espacios verdes, mala calidad de la vivienda, la contaminación ya mencionada... un estudio en los Países Bajos también apunta a la importancia vital de la seguridad en los barrios y su relación con el bienestar, además de las relaciones sociales en las ciudades, aparentemente más pequeñas que en las zonas rurales. Problemas que se han puesto ahora más de manifiesto que nunca, con la pandemia y el éxodo de algunas personas al campo, en un momento en el que la llamada España vaciada también tiene gran importancia.

En definitiva se trata de encontrar nuestro lugar en el mundo, y los estudios apuntan que también nos encontramos mejor en zonas donde el resto de personas que habitan coinciden con nuestros valores culturales y nuestras creencias. Todos queremos vivir en un lugar que se adapte a nosotros y a nuestras necesidades y nos permita vivir nuestras mejores vidas. ¿Cuál es el tuyo?

Cuando emprendas tu camino a Ítaca, pide que el viaje sea largo. Es cierto que hace millones de años nuestros antepasados fueron seres nómadas y desarraigados, pero hace mucho tiempo que nos asentamos en distintas tierras alrededor del mundo y decidimos llamar a esos sitios nuestro hogar. Y el hogar está donde se encuentra el corazón, o al menos eso dicen. Aunque García Márquez aseguraba en 'Cien años de soledad' que uno no es de un sitio hasta que no tiene un muerto, todos nos sentimos parte de un lugar y una comunidad que siempre estará ahí para nosotros. Nuestro Ítaca particular.

Noticias Curiosas
El redactor recomienda