Un joven se cae al vacío, se fractura varios huesos y sobrevive 24 horas en un glaciar

Eitan Shaked, un turista israelí de 23 años estaba realizando el viaje de sus sueños por Latinoamérica, solo, desde hacía siete meses. Sin embargo, todo cambió el pasado miércoles, mientras realizaba una ruta de trekking por Ushuaia (Argentina), la ciudad que siempre había querido conocer desde que era pequeño, cuando sufrió un aparatoso accidente al caer 10 metros al vacío y quedar atrapado en medio del glaciar Ojo del Albino con los huesos rotos y la cara completamente magullada.

Aunque trató en todo momento de mantener la calma y ser positivo, el panorama no era nada alentador y la posibilidad de una muerte segura volvió de nuevo a su vida tras haber superado un linfoma linfoblástico a la temprana edad de 15 años.

“Mierda, me salvé del cáncer y me voy a morir aquí como un tonto” pensó después de recuperar la conciencia. Así que empezó a hacer sus cálculos para poder sobrevivir mientras le encontraran. “Si como dos galletitas por día y tomo agua del lago, puedo aguantar 4 o 5 días” pensaba para sí mientras luchaba contra el gélido frío del glaciar y sus múltiples fracturas en el cuerpo y heridas en la cara.

Un día entero a la intemperie

Shaked permaneció 24 horas a la intemperie hasta que lo rescataron. En ese tiempo, su estado de ánimo varió de la esperanza a la desesperación. Incluso grabó vídeos de despedida dirigidos a sus seres queridos para el momento en que encontraran su cuerpo y sus pertenencias.

“Después del shock de caerme, que aún no entiendo cómo no morí en el acto, comprendí que tenía que sobrevivir hasta que alguien me viniera a rescatar. Fue muy difícil porque me rompí la pelvis y el brazo. Además, hacía frío. Intentaba mantenerme caliente, pero era difícil porque también llovió y yo estaba mojado”, relató en declaraciones al diario argentino Clarín.

Eitan ya tenía principio de hipotermia y no hubiera aguantado ni 12 horas más con vida

Pronto se hizo de noche y “me di cuenta de que nadie iba a venir a buscarme en esas horas y tenía que recuperar energía para aguantar el día siguiente”, así que Eitan intentó resguardarse del frío en una zona cercana arrastrando su cuerpo ya que no podía caminar. Casi 20 horas después de su accidente, finalmente escuchó sobrevolar los primeros helicópteros de rescate, pero “no me vieron” hasta que apareció otro que finalmente pudo rescatarlo. “De repente escuché el sonido de las hélices y vi un hombre. Fue como ver a un ángel”.

Ahora sabe que su plan de supervivencia no hubiera funcionado, pues los médicos le dijeron que ya tenía principios de hipotermia y no hubiera aguantado ni 12 horas más con vida. Después de varias intervenciones quirúrgicas, Eitan ya planea volver a Israel para recuperarse y comenzar la universidad, aunque con la esperanza de volver a Ushuaia y “finalizar el viaje que empecé”.