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Cómo serán las bodas en 2021
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Un sector maltratado

Cómo serán las bodas en 2021

Charlamos con profesionales del sector para que nos cuenten cómo ha afectado el virus, si han cambiado las celebraciones y qué medidas se están tomando al respecto

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Tras un año viviendo los estragos de una pandemia, algo que nadie (excepto Bill Gates) podía predecir, podemos afirmar sin problemas que los temas de conversación recurrentes son repetitivos. La enfermedad es la protagonista principal de las charlas en supermercados, calles o bares, así como los planes que ha desbaratado a su paso. Probablemente en el último año has escuchado en más de una ocasión hablar de bodas canceladas por culpa del coronavirus o tú mismo has presenciado la postergación de alguna. O, por el contrario, ¿conoces algún valiente que se haya casado en estos tiempos?

Siendo completamente sinceros, una boda en estas condiciones no suena especialmente apetecible. Distancia de seguridad, mascarilla constante y, por supuesto, el monotema, ¿qué novios pueden desear pasarse a saludar por todas las mesas mientras escuchan hablar de la aciaga situación? Las noticias, por otro lado, pueden producir temor: "El novio de una boda en Murcia con casi 200 invitados da positivo por coronavirus", "detectados 23 positivos en un brote relacionado con una boda en Navarra". Para la pareja que se va a casar se le presenta en estos momentos una difícil decisión, sobre todo si han invertido tiempo (a veces más de un año) y dinero en lo que se conoce coloquialmente como el día más feliz de sus vidas.

Desde el comienzo de la pandemia se han realizado más de 20.000 bodas seguras: "Hay mucha gente que tiene que alimentar a sus familias y lleva un año sin facturar"

¿Qué hacer en esta situación? Desde la Asociación de Profesionales y Bodas en España animan, sin embargo, a continuar con los preparativos. “Desde el comienzo de la pandemia se han realizado más de 20.000 bodas seguras y sin incidencias; sin embargo se toman de referencia las pocas que no representan, bajo ningún concepto, el total de las celebraciones”, señala Isaac Amselem, presidente de APBE. "Hay mucha gente que alimenta a sus familias de esto y llevan más de un año sin facturar”, añade, pues opina que se está tratando de manera injusta al sector.

"En España, ya suman más de dos millones de salarios que no se han cobrado: panaderos, camareros, limpiadores, ayudantes de office, peluqueros, modistas, conductores de autocares, fotógrafos y un largo etcétera", explica Amselem, que insiste en que las parejas pueden seguir celebrando sus bodas aunque sea de manera más íntima porque al final lo que importa es la celebración. "Los proveedores nos estamos adaptando a todas las normativas para que sus bodas sean perfectas. Contamos con un protocolo sanitario muy potente. Esperamos que las circunstancias para este año sean mejores, ya que en Inglaterra existe un plan específico de desescalada para las bodas, por tanto pedimos a los políticos que copien esas leyes, ya que es la forma de salvar al sector".

Aunque las bodas en nuestro país rondan los 130 invitados, se está comenzando a apostar por 'micro weddings' o celebraciones más íntimas, con 30-60 invitados

Desde la web Bodas.net, que se encarga de organizar el día más importante de tu vida (desde el vestido de novia a los proveedores, todo pasa por este portal) explican que 2020 también ha sido un año diferente para ellos. "Este año se han realizado, aproximadamente, un 80% menos de celebraciones de bodas que en 2019, según una encuesta que realizamos a más de 1.390 empresas y a 2.500 parejas. El dato esperanzador es que más del 90% de las bodas que no se celebraron se han pospuesto, es decir, que se ha reagendado otra fecha para su celebración y tan solo entre el 5% y el 9% de las parejas no han marcado una nueva fecha por el momento. Además, el 79% de las parejas que decidieron reagendar tienen pensado casarse en 2021, por lo que todo apunta a que gran parte de la recuperación se producirá a lo largo de los próximos meses". Insisten en que es necesario diferenciar entre casarse y celebrar la boda, pues muchas personas se casaron legalmente en 2020 pero faltaría la celebración propiamente dicha. El Confidencial charla con ellos para conocer de primera mano cómo ha afectado el virus al sector y qué medidas de seguridad están tomando.

PREGUNTA. ¿Consideráis que los motivos principales de cancelación tienen más que ver con el miedo al contagio o con no poder disfrutar plenamente de la boda? (por número de invitados, llevar la mascarilla puesta, etcétera).

RESPUESTA. Ante una situación como esta, son muchas las preguntas que te haces y mucha la incertidumbre que se genera. Sobre todo hemos podido ver que las parejas deciden posponer su boda por estas dos razones: por y para protegerse a ellos mismos y a todos sus invitados y, también, por miedo a no poder celebrar la boda como siempre habían soñado. Aun así, desde junio hemos visto que las bodas, aunque adaptadas a la situación, se pueden celebrar de forma segura y bonita, y eso está animando a otras muchas parejas a agendar una fecha concreta dentro de 2021.

Es cierto que las bodas tienen que adaptarse y cumplir unos protocolos higiénicos y sanitarios muy concretos, pero detrás de estos eventos hay profesionales que trabajan cada día para que todas las medidas se cumplan y se adapten de forma que puedan pasar desapercibidas o incluso estar más normalizadas. Además, una de las cosas que reafirman que las bodas son seguras es que la mayoría de ellas se celebran en sitios especializados con profesionales formados: restaurantes, hoteles o fincas, entre otros. El hecho de que cuenten con profesionales especializados es la garantía de que las medidas se cumplan ya que estos profesionales conocen y aplican todas las normas necesarias para que sean celebraciones seguras.

Nos estamos adaptando, así lo demuestra una encuesta que hicimos: el 78% de las parejas contestó que había modificado alguna cosa de su boda (colocación de mesas, catering sentado…) para poder celebrarla y para el 86% la principal prioridad eran la salud y seguridad de sus invitados. En este sentido, estamos viendo muchas bodas en espacios grandes, al aire libre, sobre todo celebraciones de mañana/mediodía y en las que las mascarillas y el gel hidroalcohólico son un componente más del día B. Lo que al principio de la pandemia podría parecer algo muy llamativo, hoy en día ya lo hemos normalizado en todos los ámbitos de nuestro día a día, por lo que ver un bote de gel hidroalcohólico o mascarillas el día B ya no resulta extraño.

P. ¿La previsión para 2021 es igual de funesta o tenéis alguna esperanza puesta en el verano?

R. Con todos los aplazamientos de 2020 y las bodas ya previstas para este 2021, las parejas y todos los profesionales del sector esperamos que a mitad de año se inicie la recuperación. Por supuesto dependeremos de cómo se desarrollen los acontecimientos y sobre todo del avance de la vacunación, pero ya estamos viendo cómo otros gobiernos, como el de Reino Unido, han dado fechas de apertura total para las bodas a partir de finales de junio. Esto es algo que esperamos y que el sector necesita también en nuestro país.

Otro dato esperanzador es que el 86% de las parejas que han pospuesto la boda mantendrá o incluso aumentará el presupuesto que destinará a su boda. Aunque el futuro es incierto, también es esperanzador. Con estos datos podemos comprobar que las parejas tienen ganas de seguir celebrando su amor, que no se cancela, y que además el 86% de los y las enamoradas prefieren no tocar e incluso incrementar el presupuesto que destinarán a la celebración de su evento. Además, el hecho de haber pospuesto la boda y contar con meses “extra” para organizar también permiten a la pareja poder ahorrar unos meses más y trabajar en detalles, ya que cuentan con más tiempo para organizarla, por lo que los profesionales del sector contarán con más oportunidades también.

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Por lo que respecta al verano, sí que hemos comprobado que temporalmente la estacionalidad de las bodas a las que estábamos acostumbrados estos últimos años (otoño ha sido siempre el momento pico de las bodas) se ha trasladado más a la época estival, como consecuencia de la situación que estamos viviendo. El 17% de las parejas que ha pospuesto tiene nueva fecha para julio, el 14% para junio y el 13% para mayo. Sin embargo, todo apunta a que cuando toda esta situación pase, y ya pensando de cara a 2022, todo volverá a su cauce.

P. ¿Qué sucede con el dinero puesto en la boda si finalmente se cancela?

R. La gran mayoría de las bodas que todavía no se han celebrado ya tienen otra fecha de celebración. Como decíamos, el 79% de las parejas que pospusieron su boda en 2020 tienen fecha prevista para casarse a lo largo de 2021, por lo que la celebración se llevará a cabo y se prevé que sea en los próximos meses.

"El 17% de las parejas que ha pospuesto tiene nueva fecha para julio, el 14% para junio y el 13% para mayo. Todo apunta a que en 2022 todo volverá a su cauce"

Los proveedores se han puesto en la piel de las parejas, ayudándolos a encontrar una solución a la situación, abriendo agendas para buscar una alternativa a la fecha inicial, adaptándose a la pareja y pudiendo coordinar con los demás proveedores. En la gran mayoría de los casos que nos han llegado, la pareja y los proveedores han llegado a acuerdos que benefician a ambas partes y que permiten a los enamorados poder celebrar su día con las menores modificaciones posibles.

Pese a que muchos contratos se cerraron sin tener en cuenta los imprevistos que nos ha tocado vivir, generalmente se ha podido llegar a un acuerdo. Pero es cierto que a partir de ahora todos tendremos que prestar mucha más atención a estos temas; y nuestro consejo es hablar mucho antes de cerrar la contratación, especificarlo todo, preguntar todas las dudas y que todo quede superclaro antes de firmar. Si trabajamos con diferentes escenarios, dejarlos también por escrito...Y aun así, estamos seguros de que estaremos firmando pensando en la situación actual y perderemos de vista otros imprevistos en los que ahora ni caemos. Esto siempre será así; por ello, más allá de las firmas, nuestro consejo es cerrar contrataciones siempre después de conocerse y saber si hay un buen 'feeling' y se va a trabajar a gusto, ya que una boda es una carrera de fondo y lo mejor es organizarla con un equipo en el que la confianza y la comunicación fluyan bien.

P. Insistís en las medidas de seguridad que se están tomando ¿porque parece que una boda da más miedo que, por ejemplo, un concierto? ¿Se está tratando injustamente al sector?

R. Estamos esperando a que el Estado tome decisiones respecto al sector de las bodas. Al no ser un sector como tal y tratarse de un conjunto de varias categorías, se nos está dando un trato distinto al de otros sectores a los que sí se les ha marcado unas pautas específicas y concretas para que pudieran realizar su actividad.

"Pedimos al Gobierno que se establezcan periodos concretos y estables de 2021 para la celebración de las bodas, protocolos claros, ayudas a las parejas y a las empresas afectadas"

En este sentido, no nos cansamos de repetir que somos un sector profesionalizado que se ajusta a las medidas impuestas y que los profesionales se hacen responsables de cumplir todas y cada una de las normas, ya que existen unos protocolos de higiene y seguridad muy estrictos. Por otro lado, por lo que respecta a las ayudas que están concediendo los distintos organismos, tenemos que decir que gran parte de las empresas del sector nupcial se han acogido a algunas de las ayudas, sobre todo en lo que respecta a las prestaciones de autónomos y a los ERTES.

Pese a esto, el 45% de estas empresas considera que ha habido una gran dificultad a la hora de acceder a la información y que los procesos de solicitud no han sido nada fáciles. Las empresas reivindican más claridad, tanto por parte del Gobierno central y autonómico como por los organismos provinciales o municipales. En resumen, como miembros del sector nupcial, pedimos al Gobierno que se establezcan periodos concretos y estables de 2021 para la celebración de las bodas, protocolos claros, ayudas a las parejas y a las empresas afectadas.

P. ¿Qué medidas de seguridad habéis adaptado?

R. Son muchas las medidas adaptadas para que se puedan celebrar de forma segura y sin perder el halo de romanticismo que envuelve a ese día y que la pareja pueda tener su evento soñado. Aunque hay medidas específicas, algunas de las más extendidas y que podríamos considerar fundamentales son: uso de mascarillas, tanto por parte del personal como por parte de los invitados; uso de gel hidroalcohólico; toma de temperatura antes del evento; u ofrecer citas virtuales en vez de presenciales.

"Las alternativas como los espectáculos de fuegos artificiales, magia o bandas en vivo para amenizar el cóctel creemos que se quedarán y sustituirán al mítico baile o convivirán con él"

Pero también hay medidas adaptadas a cada actividad: los 'ateliers' de novia desinfectan los trajes cada vez que una novia o novio se lo prueba; las empresas de autobuses cumplen con el aforo permitido; las pastelerías ofrecen la posibilidad de hacer tartas individuales; los restaurantes y fincas de boda acondicionan los espacios a las limitaciones de aforo y casi todas las celebraciones se trasladan al exterior; los oficiantes de ceremonia intensifican mucho la limpieza de los micrófonos cada vez que algún invitado quiere intervenir; los expertos en decoración de bodas crean distintos espacios para que no se generen aglomeraciones… Estas solo son algunas de las medidas que algunos de los profesionales de las bodas han adoptado para que este día tan mágico pueda seguir siéndolo y cumpla con el sueño de la pareja pero también con la normativa vigente.

P. ¿Creéis que ha cambiado el sector para siempre y las medidas se impondrán, o la situación volverá a la normalidad en un tiempo?

R. Podemos decir que sí, que las bodas van a cambiar. Sin embargo, este cambio no es más que una tendencia preexistente que ya veníamos viendo antes de la pandemia y la crisis sanitaria no ha hecho más que acelerar esta evolución.

Una de las tendencias de las que ya hablábamos a finales de 2019 y principios de 2020 era el auge de las bodas íntimas. Pese a que el número medio de invitados en las bodas que se celebran en nuestro país ronda los 130 invitados, sí que se había visto en los últimos tiempos cierta tendencia a apostar por bodas más reducidas. A este tipo de bodas, también conocidas como 'micro weddings', asisten alrededor de 30-60 personas y suelen celebrarlas parejas que prefieren compartir ese momento íntimo y personal con los familiares y amigos más cercanos. Además, son bodas muy cuidadas que, al contrario de lo que pueda parecer, suelen contar con un presupuesto a menudo mayor, ya que cuidan muchísimo los detalles y quieren que los invitados disfruten de una experiencia inolvidable.

"Además de las medidas de seguridad típicas, hay muchas otras: se desinfectan los trajes, se ofrece la oportunidad de hacer tartas individuales, las bodas se celebran en espacios abiertos..."

Este tipo de boda ya se venía dando, sobre todo por el cambio de mentalidad de las generaciones más jóvenes, que tienen un espíritu más libre y que huyen de los compromisos. Como decíamos, se trata de una tendencia que se estaba estableciendo poco a poco y que la pandemia ha podido acelerar su asentamiento. Las bodas al aire libre, en espacios más grandes y celebraciones menos abarrotadas también es algo que estamos seguros de que se mantendrá en los enlaces postcovid. La versatilidad que ofrecen los grandes espacios y los lugares al aire libre hace que las parejas decidan celebrarla en este tipo de localizaciones. Además, hay que tener en cuenta que en España mayoritariamente las bodas se celebran en otoño y verano y que en gran parte del país el clima hace que un evento al aire libre sea una muy buena opción.

La tecnología también se ha convertido en una gran aliada de las bodas covid, tanto para las parejas como para los proveedores e invitados. Creemos que se van a seguir manteniendo para hacer más cómoda y práctica la organización de la boda a la pareja. Y la animación también se ha tenido que adaptar. La animación alternativa al baile es una de las modificaciones que más preocupaba a las parejas pero que estamos viendo que está teniendo muy buena acogida. Se trata de buscar un sustituto al baile si este no se puede hacer. Por ejemplo, espectáculos de fuegos artificiales, magia, bandas en vivo para amenizar el cóctel… Creemos que todo esto se quedará, no sustituyendo al baile pero sí conviviendo con él en el gran día. Pero también estamos seguros de que otras de las medidas que hemos incorporado y que tomamos para evitar contagios, como son el uso de mascarillas o evitar los besos y abrazos, serán lo primero que desaparezca cuando todo esto ya haya acabado.

Tras un año viviendo los estragos de una pandemia, algo que nadie (excepto Bill Gates) podía predecir, podemos afirmar sin problemas que los temas de conversación recurrentes son repetitivos. La enfermedad es la protagonista principal de las charlas en supermercados, calles o bares, así como los planes que ha desbaratado a su paso. Probablemente en el último año has escuchado en más de una ocasión hablar de bodas canceladas por culpa del coronavirus o tú mismo has presenciado la postergación de alguna. O, por el contrario, ¿conoces algún valiente que se haya casado en estos tiempos?

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