Un organizador de bodas revela las peores cosas que ha visto hacer a los invitados

Ir a una boda siempre es divertido. Sobre todo si no eres ninguno de los novios y puedes colocarte estratégicamente cerca de la barra libre. Pero, quizá, si te pasas un poco y acabas con la corbata anudada en la cabeza y bailando la conga encima de una mesa podrías fastidiar el día más feliz de la pareja. El decoro y la educación deben ser una máxima en todos los momentos de nuestra vida, incluidas estas ocasiones.

Los organizadores de bodas están acostumbrados a este tipo de situaciones. 'Insider' ha recopilado algunas de las situaciones más disparatadas acontecidas en estas celebraciones, contadas de primera mano por la planificadora Amy Shey Jacobs, testigo de todas ellas. Quizá te sirva para no pasarte con el puro y los copazos la próxima vez que te inviten a una. Esto es lo que no debes hacer bajo ninguna circunstancia.

No pagas el regalo

Dicen que hay que igualar el cubierto. Imaginemos por un momento que no estás en tu mejor momento económico y no puedes hacerlo... es comprensible. Lo que no puedes hacer es presentarte en la boda sin haber ingresado ni una cantidad irrisoria que financie la luna de miel de la feliz pareja. Vale que estás contribuyendo a que se vayan a las Malvinas, pero oye, lo comido por lo servido. A cambio comerás o cenarás como un rey y bailarás hasta altas horas de la noche.

¡No molestes!

"A menudo los invitados se olvidan de que la pareja no es responsable de todos los arreglos de la boda, la planificación de itinerarios, etcétera" explica Amy. "No les trates como si fueran tus conserjes. Existe el GPS o Google, si hay que ir a algún sitio o quieres saber algo... ¡míralo ahí!".

La barra libre y la pista de baile no son buenas aliadas. Hay muchas maneras de perder la dignidad o arruinar la ceremonia

De igual manera asegura que, aunque no conozcas muchísimo a la pareja, felicitarles al terminar la ceremonia debe ser fundamental. "Ellos estarán muy liados, pero no puede ser que vayas a comer a dos carrillos en su celebración y ni siquiera les hayas dado la enhorabuena".

Cuidado con las fotos

Que las carga el diablo. En alguna ocasión, cuenta la planificadora, ha sucedido que un invitado ha registrado en su móvil una imagen del traje de la novia y lo ha subido a redes sociales... ¡antes de que lo viera el propio novio! Cuidado con eso. Déjalo para después porque lo más probable es que ella no quiera que todo el mundo vea su vestido antes de haberlo mostrado en la ceremonia.

"Además", añade, "recuerda que las parejas ya contratan a un fotógrafo profesional, por lo que realmente no es necesario que te pongas a hacer fotos después de la boda, que ya habrá alguien que las haga por ti".

Nunca vayas de blanco

Es de primero de boda, pero, por si acaso, Amy quiere recalcarlo."Las novias van vestidas de este color desde que la reina Victoria lo hizo popular. A menos que sea ella quien diga, explícitamente, que los invitados pueden vestir de blanco ni se te ocura hacerlo.

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Nada de vaqueros para ellos, un esmoquin normal, y ellas tampoco deberían elegir conjuntos muy sexys que puedan robar protagonismo".

Durante la ceremonia

No te pongas a mirar el teléfono o a hablar con el de al lado. Quizá creas que nadie te ve u oye, pero es probable que lo hagan, sobre todo en entornos cerrados donde la acústica puede hacer que tu voz se oiga más alta. "Puedes vivir durante 30 minutos sin mirar el correo o las redes sociales, inténtalo".

En el baile

"Cuidado con la combinación entre el baile y la barra libre, que no suele ser buena" señala. "Como es bastante probable que practiques algún movimiento vergonzoso, al menos deja espacio en la sala para todo el mundo. Y si quieres darte el lote con tu pareja -o con la persona que acabas de conocer durante la celebración- es mejor que os vayáis a otra habitación". Oído cocina.