Una familia de EEUU puede perder su casa por proteger a su hija de 3 años del coronavirus
Tuvieron que dejar sus trabajos para no contagiar de covid-19 a su hija, que sufre una enfermedad rara y que puede morir en caso de infectarse
Brandi tiene 3 años y sufre deficiencia de carnitina-acilcarnitina translocasa (CACT, por sus siglas en inglés). Es una enfermedad rara y muy grave que se provoca porque el organismo no puede utilizar algunos tipos de grasas como fuente de energía. Eso provoca que los alimentos que reciba cada día lleguen a través de un tubo en el estómago y que requiera tomar varios medicamentos muy caros a lo largo del día.
Pero ese problema, siendo grave de por sí, se ha multiplicado durante la pandemia. Brandi es una persona muy vulnerable a los virus, tanto que si llegara a contagiarse con el covid-19, estaríamos ante una muerte segura. De hecho, ya es un milagro que sobreviva a los tres años: la mayoría de los niños que sufren CACT mueren en los primeros 12 meses de vida.
El problema al que se enfrenta su familia es extremadamente grave. Sus padres, Jessica Lusk y Dylan García, tomaron una difícil decisión para proteger a su hija del coronavirus: ambos abandonaron sus trabajos y se encerraron en casa con sus otros dos hijos, de 5 y 6 años. Sin embargo, el hecho de quedarse sin empleo les ha hecho acumular miles de dólares en deudas.
Peligro de desahucio
La situación es tan grave que toda la familia tendrá que abandonar su casa si no encuentran una solución urgente en las próximas semanas. De momento sobreviven con un subsidio de 414 dólares mensuales y otros 305 dólares en cupones de alimentos. En total, poco más de 600 euros para hacer frente a todos sus gastos. Y gracias a que el seguro médico paga la mayoría de los medicamentos de Brandi y la atención de enfermería que necesita cada día en casa.
Sobreviven con apenas 600 euros al mes de subsidios y acumulan 9 meses sin poder pagar el alquiler
Hasta ahora, Jessica, Dylan y sus hijos acumulan 9 meses sin pagar el alquiler, además de otros 2.000 dólares en impuestos sin abonar. Lo han vendido todo para poder ir pagando las facturas y su mirada está fijada en el 31 de diciembre, el día que tendrán que abandonar su casa si no pagan antes los meses de alquiler que deben. En la Navidad, de momento, ni han podido pensar.
Ninguno de los padres tiene otra familia que pueda ayudarlos y su gran temor es perder su casa y tener que vivir en un refugio para personas sin hogar, lo que les llevaría a ingresar a su hija en un hospital durante tiempo indefinido. Su único consuelo, tal y como explican a la CNN, es que "todavía tenemos a Brandi. Ella todavía está aquí por ahora".
Brandi tiene 3 años y sufre deficiencia de carnitina-acilcarnitina translocasa (CACT, por sus siglas en inglés). Es una enfermedad rara y muy grave que se provoca porque el organismo no puede utilizar algunos tipos de grasas como fuente de energía. Eso provoca que los alimentos que reciba cada día lleguen a través de un tubo en el estómago y que requiera tomar varios medicamentos muy caros a lo largo del día.