El juez le prohíbe conducir durante 2 años y sale del juzgado conduciendo su coche

Simara Knopka es una mujer de origen brasileño que lleva años residiendo en el Reino Unido. Aunque se sacó el carné de conducir en su país de origen hace 17 años, no había convalidado ese permiso ante las autoridades británicas, por lo que, oficialmente, no podía conducir por sus carreteras. Sin embargo, lo hizo a los mandos de un coche propiedad de su hijo, provocando un grave accidente a finales del pasado mes de mayo.

La mujer pasó por el juzgado, donde fue condenada a no poder conducir en un plazo de dos años. El juez Nick Clarke dejó claro que se trataba de un asunto muy grave, aunque evitó mandarla a prisión: condujo sin carné y provocó un accidente por estar mirando Google Maps en su teléfono, en lugar de prestar atención a la carretera.

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El Confidencial

Aquella acción provocó que el coche contra el que colisionó terminara volcando, pero el juez se apiadó de ella: "He leído toda la información sobre ti y eres una mujer trabajadora y no tienes antecedentes. Desde ahora, se te prohíbe tener una licencia de conducir durante los próximos dos años y, a partir de ese momento, no se te permitirá conducir hasta que hayas pasado un examen y superado un tiempo de prueba. Pero debes comprender que, si conduces sin seguro, sin licencia y sin pasar un examen, la próxima ocasión el tribunal no será tan indulgente".

Se fue en su coche

Sin embargo, esas palabras del juez no hicieron mucha mella en la mujer, ya que nada más terminar la vista en el juzgado fue vista conduciendo otro coche con el que abandonó el lugar. Aunque en un principio se sentó en el asiento del copiloto, los testigos que la vieron pudieron certificar que ella conducía el coche, tal y como recoge LadBible.

El juez fue indulgente la primera vez, pero amenazó a la mujer con mandarla a prisión si reincidía, lo que hizo nada más salir del juzgado

Ahora, la policía la ha denunciado por volver a conducir a la salida del juicio, por lo que podría enfrentarse a seis meses de prisión, tal y como le avisó el juez que vio su caso. En aquel momento solo le impuso una multa de 600 libras y otras 210 de gastos judiciales, unos 900 euros al cambio en total, pero ahora podría dar con sus huesos en la cárcel.

En el momento del primer accidente con el coche de su hijo, en el mes de mayo, Simara tuvo que someterse a una prueba de alcoholemia, donde dio 26 microgramos de alcohol en la sangre, ligeramente por debajo del límite legal de 35 mg. Reconoció entonces que había tomado dos copas de vino, pero ahora las excusas podrían no ser suficientes para evitar una pena de cárcel.