¿La renta básica funciona? Estos son los países donde se ha probado (y sus resultados)

Desde hace unos años, la renta básica universal viene acaparando titulares y promesas electorales de uno u otro espectro político. De este modo, hemos asistido a una gran proliferación de estudios académicos y experimentos en determinados segmentos de población de diferentes países. En España, fue una de las primeras propuestas de Podemos, que en su momento recibió una fuerte desaprobación por parte de la derecha y la esfera neoliberal. Sin embargo, poco a poco ha ido tomando impulso entre estas fuerzas conservadoras, sobre todo desde que las élites tecnológicas de Silicon Valley la apreciaran como un posible remedio de cara a las predicciones de paro masivo entre la población tras la inminente automatización del trabajo.

Uno de los últimos en utilizar la renta básica como promesa electoral ha sido Andrew Yang, el flamante candidato del Partido Republicano y filántropo tecnológico, bautizado por 'The New York Times' como “El rey de internet” al centrar su campaña política en la Red y crear contenidos como memes y vídeos de hip hop para extender sus propuestas. Lo llamativo es que es el único de los candidatos, tanto demócratas como republicanos, que ha visto con buenos ojos esta medida, argumentando que servirá para frenar la desigualdad económica de la población y, con ello, acabar con los populismos. Por otro lado, en España el gobierno de coalición formado por el PSOE y Unidas Podemos ya está preparando un “ingreso mínimo vital”, que no es exactamente lo mismo que la renta básica ya que este no tiene un carácter universal al estar dirigida a las clases bajas y a las familias más vulnerables. "Queremos parecernos a los países del norte", declaró Pablo Iglesias, refiriéndose obviamente a la nación en la que más se ha probado y discutido la renta básica: Finlandia.

Desde 1982, Alaska ha concedido a cada ciudadano un cheque anual tan solo “por estar vivo” y en base a los ingresos generados por el petróleo

El país norteño presidido por el conservador Salui Niinistö puso en marcha el experimento a principios de 2017 escogiendo al azar a 2.000 personas desempleadas de entre 25 y 58 años para que fueran beneficiadas de este sistema de renta básica universal con 560 euros libres de impuestos y sin tener en cuenta si se encontraban en búsqueda activa de trabajo o no. ¿El resultado? Según Ohto Kanninen, coordinador del Instituto de Trabajo para la Investigación Económica, los destinatarios del estipendio tuvieron “menos síntomas de estrés, menor dificultad para concentrarse y menos problemas de salud", además de una mayor confianza en el futuro y una buena capacidad de influir en los problemas sociales. En otras palabras, la medida disparaba el nivel de bienestar de sus ciudadanos, pero no afectó para nada a la esfera laboral, es decir, no ofreció mejores perspectivas laborales para aquellos en situación de desempleo.

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Aunque Finlandia es una de las naciones en las que más interés ha despertado la renta básica, no es la única. Ya son muchos los países que han puesto en marcha medidas, tanto de carácter público como privado, en aras de mejorar las prestaciones sociales en materias de sanidad y educación; no tanto como mejora en el sistema distributivo en el marco del desarrollo capitalista y frente a las amenazas que presenta el marco laboral en el futuro, como se entiende desde el punto de vista de Silicon Valley o en el propio país finés. Así, la revista norteamericana 'Vox' ha trazado un mapa de los estados en los que se ha implementado una renta básica universal pero de diferentes tipos. Entre ellos destacan el caso de Irán o Kenia, que veremos más adelante.

Alaska, Estados Unidos

Aunque el país de Donald Trump ha experimentado con la renta básica, la mayoría de estas pruebas han consistido en ensayos a muy pequeña escala y de corta duración. Pero Alaska es una excepción, ya que desde 1982 el estado ha concedido a cada ciudadano un cheque anual tan solo “por estar vivo” y en base a los ingresos generados por la actividad industrial petrolífera. El dinero procede por tanto del Fondo Permanente de Alaska y ha llegado a otorgar alrededor de 2.000 dólares mensuales por persona (cerca de 1.800 euros) en la época de mayores ganancias.

Irán es el único país que ha mantenido su sistema de 'transferencia de efectivo', que no 'renta básica', desde que fue aprobado en 2011

Los expertos estudiaron cómo afectaba al empleo y si este pago extra podía convencerles de trabajar menos. Sin embargo, el dividendo no tuvo ningún efecto en el trabajo en general, lo único que cambió fue los índices de fertilidad, que se dispararon al aumentar la posibilidad económica de las familias a tener más hijos. ¿Podría ser una buena medida de cara a frenar los efectos de la 'España vaciada' que vivimos en nuestro país?

Kenia

Se trata del experimento de renta básica universal más grande llevado a cabo. Desde 2016, la organización benéfica GiveDirectly lleva concediendo pagos a más de 20.000 personas repartidas en 245 áreas rurales. Los destinatarios del proyecto reciben 75 centavos por adulto al día, es decir, alrededor de 23 euros al mes (bastante si atendemos a la moneda del país, que en el cambio serían 2.352 chelines kenianos). Evidentemente, es difícil aplicar el caso a otras naciones, ya que a pesar de ser uno de los estados más prósperos de África, no deja de tener unos niveles de pobreza y exclusión social muy grandes, al igual que de corrupción política.

Irán

Es el único país de todos en el que la renta básica sigue funcionando desde que se puso en marcha, aunque el término concreto que han utilizado es "transferencia de efectivo". Todo comenzó en 2011, cuando el gobierno lanzó el programa a nivel nacional para compensar la eliminación de los subsidios destinados a los productos básicos (pan, agua, electricidad o combustible). Así, el estado concedió pagos mensuales a cada familia, el 29% de la renta media de los hogares. Los expertos del 'Economic Research Forum' concluyeron en un 'paper' que “el programa no afectó demasiado a la oferta de trabajo”.

Canadá

Otro de los grandes experimentos de introducción de la renta básica universal fue el que se llevó a cabo en la provincia canadiense de Manitoba, concretamente en un pueblo agrícola llamado Dauphin. Entre 1974 y 1979, el gobierno realizó un ensayo controlado donde cada familia era libre de elegir si se suscribía al sistema. Así, las conclusiones del experimento fueron que tal ingreso beneficiaba la salud física y mental de los habitantes, al igual que los resultados escolares de la escuela secundaria, según informa el periodista Sigal Samuel en su artículo de 'Vox'. Sin embargo, el proyecto fue cancelado en cuanto llegó el partido conservador al poder después de cuatro años.

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Del mismo modo, los canadienses volvieron a probarlo en Ontario en 2017, esta vez promovido por un gobierno liberal, quien destinó un paquete de ingresos básicos a tres ciudades: Hamilton, Lindsay y Thunder Bay. El plan tendría una duración de tres años e iría a parar a 4.000 personas de bajos ingresos. Pero con la subida al poder del actual gobierno, encabezado por el líder del Partido Conservador Progresista, Doug Ford, el proyecto se canceló en 2018 después de alegar que desincentivaba a los participantes para encontrar trabajo.

Alemania

El caso alemán nace en 2014, cuando la ONG Mein-Grundeinkommen organizó un 'crowdfunding' para destinar cerca de 1.100 dólares al mes (unos 990 euros) a 500 personas. Aunque tampoco haría bien en llamarse "renta básica universal", ya que no es más que una especie de donación altruista de varias personas anónimas. Según la revista 'Fast Company', el 80% de ellos dijo que el ingreso les hizo sentir menor cantidad de estrés, más de la mitad que les ayudaba al frente de los pagos en formación y educación, y el 35% que se sentía mucho más motivado en el trabajo.