Pierde su décimo de lotería premiado con un millón y aparece dos meses después

Soñar con ganar un gran premio a la lotería es lo que lleva a muchas personas a participar en los juegos de azar. Quién más, quien menos imagina cómo será su vida de lujo a partir de ese momento y piensa en acceder a aquello que hasta ahora no se podía permitir por ser muy caro o porque, en última instancia, tenía miedo de no llegar después hasta fin de mes.

Pero cada año, hay muchos billetes de lotería premiados que se quedan sin cobrar. Algunos son de apenas unas pocas monedas, pero otros recibirían millones de euros si se presentaran en el organismo correspondiente. Pero bien porque se pierden, porque se destruyen en la lavadora o porque nunca se encontraron, los ganadores pierden en esas ocasiones su derecho a cobrar el premio.

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Eso es lo que le ha estado a punto de pasar a una canadiense, que había ganado un millón de dólares, pero ella no lo sabía. Algo parecido a lo que le pasó a un norteamericano que aún a día de hoy tendrá en algún lugar de su casa un boleto premiado con 14,6 millones de dólares, pero que ya no podrá cobrar después de que caducara la fecha para hacerlo.

Ganó un millón a la lotería

Pero la protagonista de esta historia sí ha tenido un final feliz. Se llama Erin Taefu y es una mujer de Redcliff, una pequeña localidad del sur de Canadá. El pasado fin de semana regresaba de una convención de trabajo en la ciudad de Calgary cuando decidió lavar su coche, que llevaba varias semanas necesitando una limpiezaa fondo. Y fue la mejor decisión de su vida.

Si los premios no se reclaman en el periodo legal estipulado, se pierde todo el derecho sobre ellos

La ganadora ha reconocido a WCLC que durante la limpieza "encontré algunos boletos en el coche que no habían sido comprobados. Entonces, después de terminar de lavar el coche, decidí revisar los tickets en mi aplicación móvil". La sorpresa que se iba a llevar al introducir los códigos de los boletos no verificados iba a ser lo más increíble que le hubiera pasado nunca.

Uno de esos boletos sin comprobar tenía fecha del pasado mes de octubre, por lo que llevaba más de dos meses perdido en el coche sin que nadie le prestara ninguna atención. Sin embargo, al meter los números en la aplicación, el resultado dejó a Erin Taefu en shock: había ganado un millón de dólares con ese ticket sin verificar.

Como no podía ser de otra manera, Erin se pensó que se trataba de un error y no podía creerlo. Por eso, decidió verificar una y otra vez los números en su móvil: "Estaba completamente conmocionada. Tuve que regresar y escanear los números de nuevo en la aplicación para creerme que, de verdad, me había tocado la lotería".

Dos meses sin hacerle caso

Erin Taefu tuvo suerte: su boleto no solo estaba premiado con un millón de dólares, sino que, además, no había finalizado el periodo para cobrarlo, por lo que se había convertido en millonaria de repente. Lavar su coche había sido la mejor decisión de su vida y nunca una limpieza a fondo de un vehículo resultó tan fructífera como ésta.

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La ganadora ha explicado que piensa usar la mayor parte del dinero en invertir en su futuro y comprar una casa que piensa pagar en metálico para vivir sin hipotecas el resto de su vida. Una manera cómoda de llegar a fin de mes y garantizarse una vivienda para el resto de su vida, gracias a la lotería… y a que su coche guardó su boleto premiado todo este tiempo.

Algo similar le ocurrió a Andrew Clark, un constructor británico que al igual que Erin Taefu dejó sus boletos de lotería en el coche sin prestarles atención. En este caso fue su mujer Trisha quien le obligó a comprobarlos y su sorpresa fue aún mayor: había ganado la enorme cantidad de 76 millones de euros, pero no lo sabía y el premio había estado al alcance de cualquiera.

Varios premios millonarios se han quedado sin cobrar en multitud de países y los ganadores ignoran que sus boletos estaban premiados

Porque Andrew llevaba los boletos siempre colocados en la luna delantera de su furgoneta, con el peligro que suponía que salieran volando en cualquier momento o que se les olvidara en alguna obra a la que fuera a trabajar. Como Erin, tuvo suerte y pudo cobrar su boleto premiado y hoy vive jubilado en su pueblo, pero llevando una vida de lujo en la que no le falta de nada.