¿Aprobarías el examen de acceso a Harvard... de hace 150 años? Compruébalo con este test

Estudiar en las universidades más prestigiosas del mundo no está al alcance de cualquiera, ya sea por falta de medios económicos o de requisitos académicos. Columbia, Yale, Oxford, Cambridge o el Massachusetts Intitute of Technology (MIT) son algunos de los focos del conocimiento por los que miles de estudiantes suspiran cada año, pero sólo un selecto grupo de privilegiados lo logra y se garantiza, de paso, un puesto entre las élites intelectuales que decidirán el futuro de la humanidad.

Buena prueba de ello se respira en los pasillos de Harvard, por donde pasearon personalidades como Barack Obama, Franklin D. Roosevelt o Bill Gates. En total, 161 premios Nobel y hasta 48 Pullitzers han cursado sus estudios allí. Todos ellos tuvieron que demostrar su capacidad de liderazgo y su destacado desempeño en actividades extraescolares además de traer una carta de recomendación bajo el brazo, si bien el requisito primordial —al menos en teoría— es la excelencia académica.

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Así ha sido desde la fundación del primer claustro estadounidense, allá por 1636, aunque a decir verdad, durante sus casi 400 años de historia este centro no siempre ha tenido facilidad para atraer a estudiantes. Tanto es así que de los 210 candidatos que se presentaron a las pruebas de acceso en el año 1869, fueron admitidos 185, según recogía al año siguiente el diario 'The New York Times'. En otras palabras, siete de cada ocho aspirantes, lograron pasar el corte.

Con esta boyante estadística en mano, cabría esperar que el examen para demostrar los conocimientos de los alumnos fuera sumamente sencillo. Nada más lejos de la realidad. Desde complejos problemas de álgebra a cuestiones muy concretas sobre gramática en latín y griego, pasando por otras sobre materias como geografía o historia, la prueba sólo parece apta para polímatas.

A continuación, se recoge una muestra variada de las áreas más destacadas con el fin de que cualquier lector pueda comprobarlo de primera mano. Conviene mencionar que el cuestionario mezcla preguntas de distintas modalidades —teniendo en cuenta que los exámenes se hacían por separado— y que el enunciado de las preguntas se ha simplificado en muchos casos, pues las originales consistían en desarrollar apartados completos. Además, se han excluido otras por la imposibilidad de formularse en formato test.

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