El sexo de ruptura: vas a dejar a alguien y os acostáis como despedida

Basta con haber visto alguna 'sitcom': la pareja protagonista ha cortado pero, tras algunas copas de más o un momento de debilidad por parte de ambos, acaban de nuevo en la cama. Surgen las exclamaciones de sorpresa por parte del público, pero todo parece muy excitante y no afecta a ninguno de los dos implicados. No hace falta explicar por qué la vida no es una serie de la televisión, nadie nos aplaude cuando aparecemos por la puerta y, desde luego, no se resuelven los problemas de manera sencilla al final del capítulo, entre risas.

Las rupturas son, por regla general, dolorosas, extrañas y traumáticas. Incluso si ponéis las mejores intenciones para que todo acabe bien. El enredo sentimental puede llevaros en ocasiones a malinterpretar algunas situaciones y creer que, quizá, si os acostáis volveréis a recuperar la chispa y la relación de antaño. Como en la sitcom, pensáis que todos vuestros problemas desaparecerán por arte de magia. ¿Qué dicen los terapeutas del sexo de consolación? La revista 'Health' ha entrevistado a Holly Richmond, experta en relaciones sexuales.

¿Por qué lo hacemos?

¿Qué nos lleva a querer tener sexo con la persona con la que hemos experimentado el terrible proceso de una ruptura? La Universidad de Missouri realizó un estudio sobre motivación y conducta tras una ruptura con una muestra de 170 personas que acababan de terminar con sus parejas. En el primer mes de investigación descubrió que un 35% de ellos habían recurrido a este como estrategia para combatir la tristeza. Otros habían tenido relaciones con otras personas como medio de venganza hacia sus antiguas parejas.

Cada persona, por supuesto, es un mundo. Según explica Richmond: "En muchas ocasiones solo se trata de un ritual de despedida, una manera de celebrar todo lo bueno que ha tenido esa relación", indica. "Las relaciones, generalmente, terminan por razones emocionales y no sexuales, por lo que es algo así como la última conexión que tendréis. Es una manera de decir que lo vuestro no va a funcionar, pero que os seguis queriendo", indica.

Puede ser una manera de poner un punto final a la relación y despediros, pero en la mayoría de las ocasiones os sentiréis heridos

Esto puede darse cuando ambas personas quieren dejarlo y ese sexo es la despedida. En otras ocasiones, sin embargo, cuando uno de los implicados no quiere dejar la relación, ese sexo puede significar algo así como: "Mira qué bueno es esto, ¿estás seguro de que quieres dejarlo?". La psicóloga advierte que en esas situaciones es cuando las cosas pueden complicarse.

¿Cómo nos afecta?

"Si sigues manteniendo relaciones sexuales después de cortar, esto puede prolongar todos los sentimientos que, irremediablemente, trae consigo la montaña rusa emocional que es la ruptura", indica Richmond. "Te preguntarás continuamente si te quiere o por qué lo habéis dejado. El sexo hará que en un momento te sientas bien, pero cuando vuelvas a ponerte la ropa y cada uno se vaya por su lado, te sentirás más confundido que antes".

¿Es buena idea?

Richmond lo tiene claro. En caso de que la ruptura haya sido consensuada por ambas partes y con un final feliz, ("¡Ese tipo de rupturas existen!", indica, "¡lo juro!"), entonces el sexo de despedida puede ser una manera de establecer que os amáis y que todo entre ambas partes está resuelto. Una manera de concluir hermosa y perfecta.

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Sin embargo, si ese sexo es una manera de intentar recuperar a la otra persona, definitivamente no es buena idea. Aceptar el dolor de la ruptura requiere tiempo, y el sexo lo único que hará es prolongar el proceso. "Las relaciones sexuales no van a darte lo que buscas", apunta la psicóloga. "Solo lo conseguirás dejando atrás esa relación y priorizándote a ti mismo. Tienes que cerrar esa puerta para poder abrir alguna otra ventana", concluye.