El multimillonario que vivió 3 días como un 'homeless'. Ya no cree que sean unos vagos

Su nombre es Bobby Misner y tiene 23 años. Es hijo del empresario Bobby Misner, fundador de la prestigiosa escuela de música SAE Institute y su vida hasta ahora se ha basado en alternar jets privados con coches de lujo a camino entre Londres y Los Ángeles. Desde siempre ha querido construir un gran negocio como cineasta y fotógrafo. Y se ha hecho famoso en los últimos días al aceptar el reto de pasar tres días viviendo como un pobre en las calles de Londres propuesto por el programa 'Rich Kids Go Homeless' ("Los niños ricos se vuelven indigentes") de la cadena de televisión británica 5STAR.

Aunque pueda parecer una banal y descarnada frivolización de la pobreza, especialmente en una ciudad con tanta desigualdad social como Londres, es interesante comprobar la visión de este joven millonario de los más humildes al experimentar en sus propias carnes las duras condiciones de ser un "homeless" londinense. Como conclusión, Misner alegó que las personas sin hogar son "perezosas" y "viven a base de subsidios", según informa 'The Sun'.

Esta noche he experimentado emociones que jamás pensé que existían

Un curioso experimento social que no fue nada fácil para Bobby, aunque antes de entrar en el juego recalcó que de engrosar las capas más desfavorecidas de la sociedad lograría salir adelante ganándose la vida de cualquier forma. Al haber estado rodeado siempre de mujeres hermosas y ricas como él, pensó que quizás podría empezar 'pasando el cepillo' entre ellas. Pero a la hora de la verdad, no recibió apenas ni un centavo, viéndose obligado a dormir al raso.

"He notado que por lo general las chicas tienden a asustarse, algo que no me había pasado nunca", afirmó, en declaraciones recogidas por 'The Daily Mail'. "Siempre me he desenvuelto bien y he tenido un buen trato con ellas, es verdaderamente extraño que me traten de esta forma tan deplorable. Fue muy violento", recalcó, admitiendo la enorme dificultad de tener que pedir dinero.

Por ello, los espectadores le vieron en una situación en la que nunca creía que acabaría: construyendo una cama improvisada de cartón sobre las aceras mojadas. "Esta noche he experimentado emociones que jamás pensé que existían", reconoció. Después de una velada fría e incómoda sobre las aceras de Londres, Misner se vio impelido a buscar comida en las papeleras debido al hambre. O bien en las cabinas telefónicas que ya casi nadie usa, en busca de unos cuantos centavos.

El joven se vino abajo después de encontrar un gorro y unos auriculares que alguien parecía haberse olvidado por accidente. "Como encontrar un tesoro en un lugar sin esperanza", alegó. Gracias a este hallazgo, un nuevo plan se le iluminó en la mente: vendería los auriculares en una tienda de electrónica para poder sacar algo de dinero. Y así fue. Le dieron 40 libras (46,5 euros) por ellos que más tarde gastó en varias bolsas de patatas fritas para vender en una estación de metro cercana.

Nunca creí que fuera tan difícil salir de la calle. Me siento muy culpable por haber tenido tantos prejuicios

Logró amortizar lo que había ganado, pero no obtuvo ninguna ganancia extra. Cuando se hizo de noche, y por no tener que volver a dormir en el suelo, recurrió a un albergue para indigentes, pero no le aceptaron, ya que no disponía de identificación. Por ello, no le quedó otro remedio que volver a pasar la noche al razo. Entonces, Misner describió su situación como "una batalla perdida de antemano" y agregó que ahora entendía por qué algunas personas sin hogar recurren a las drogas y al alcohol. "No quieres vivir sobrio porque sencillamente la vida apesta", expresó.

El último día, el joven millonario se encuentra con Demi y Aaron, una pareja de tan solo 20 años que llegó a Londres hace cinco meses después de ser desahuciados. Un momento especialmente llamativo es cuando ella le dice que nunca ha tenido más de 700 libras (812 euros). Luego, le enseñan tácticas para ganar dinero, y él se da cuenta de que aquellos que menos tienen siempre son los más generosos. Luego, les preguntó por qué no podían poner remedio a su situación. "Lo hemos intentado", le respondió Demi. "Y cuando lo has intentado durante tanto tiempo, al final te rindes".

"Tuvimos que entregar a nuestro hijo a los servicios sociales", le explicó ella. "No queríamos hacerlo, pero no pudimos hacer nada. Le daríamos todo lo que nos quedase si le dejaran volver con nosotros. Pero también nos echaron del trabajo, así que ¿qué hacemos ahora?". Misner, compungido, les escuchó con los ojos como platos. "Ya no tengo nada por lo que luchar", agregó Demi. "Lo único que quiero es una familia, un hogar. Cuando vives en la calle estás vivo pero es como si no lo estuvieras":

Después de haberse despedido de ellos, un taxi apareció para llevarse al joven millonario a casa. "La experiencia ha sido una de las cosas más difíciles a las que me he enfrentado en mi vida", reconoció. "Nunca creí que fuera tan difícil salir de la calle. Me siento muy culpable por haber tenido tantos prejuicios, mi opinión ha cambiado por completo. A partir de ahora voy a sentir total gratitud por la vida que tengo". Al final del episodio, sale una sobreimpresión en pantalla de él junto a Demi y Aaron. El joven les ha ofrecido trabajo y rescatado de la pobreza. Sin duda, toda una lección de vida que, a pesar del morbo del espectáculo, le ha dado la oportunidad a Misner de sentir muy de cerca lo que se siente no teniendo nada.