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Por qué los aviones apagan las luces durante el despegue y el aterrizaje
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Por qué los aviones apagan las luces durante el despegue y el aterrizaje

En la actualidad, las medidas de emergencia para prevenir problemas por parte de las aerolíneas se han incrementado, pero algunas no sabemos aún para qué sirven

Foto: Foto: iStock.
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El vuelo va a comenzar. Como es costumbre, tienes que escuchar las instrucciones de seguridad, en caso de que suceda algo. No te queda otro remedio. Observas al azafato o azafata mover los brazos en todas direcciones, indicándote qué debes hacer en caso de que haya un accidente, y cuando por fin termina una charla que parece larguísima, te recuestas en tu asiento esperando que se pasen rápidas las horas de vuelo y no te cercioras de una cosa.

¿De qué? Lo tenemos tan asimilado que no nos damos cuenta. En el despegue se apagan todas las luces. Quizá te habías dado cuenta pero no sabías muy bien a qué se debe, y gracias a este artículo vas a comprenderlo perfectamente. Parece algo mundano, pero en realidad es algo extremadamente crucial en un vuelo, y quizá haya que remontarse más atrás de lo que puedas imaginar.

En el pasado...

Concretamente en los años 20, como puedes imaginar, no se realizaban los mismos procedimientos sino que eran un poco más "rústicos". Básicamente, el piloto te daba el chaleco salvavidas y a correr. Sin embargo, existía una aerolínea que lo hacía mejor que la media: el sistema de correo aéreo que operaba en Estados Unidos, el cual, además de realizar un examen médico muy preciso a sus pilotos, realizaba un estudio del estado de los aviones después de cada vuelo. Así lo explica 'Digg', especializada en tecnología y ciencia.

La industria, como es lógico, comprobó que los accidentes eran menores gracias a estas medidas de seguridad, y se aplicó el cuento. Para 1935, la Oficina de Comercio Aéreo (Bureau of Air Commerce) tenía una larga lista de reglas de seguridad que debían cumplir. Los pilotos, entonces, necesitaron copilotos, se reguló la cantidad de horas que podían estar en el aire y los aviones comenzaron a pasar controles por parte de ingenieros expertos. Durante esa década, el número de pilotos se incrementó y las muertes por accidente aéreo se redujeron.

Fue a finales de los años 60 cuando se incluyeron en los aviones máscaras de oxígeno y marcas en el suelo indicando las salidas de emergencia para saber dónde se encontraban estas exactamente. Surgió entonces la regla 90: los aviones debían tener una capacidad suficiente para que se pudiera evacuar a 40 personas (o más) en un tiempo de 90 segundos. Como suelen indicar: esos segundos son la clave para saber qué objetos debes llevarte contigo y marcan la diferencia entre la vida o la muerte.

La regla de los 90 segundos, implantada en las aerolíneas en los años 60, marca la diferencia entre la vida y la muerte

Aun a día de hoy las aerolíneas continúan haciendo estudios para comprobar si se cumple esta regla. Lo principal es entender que no hay ninguna pertenencia que se valore más que nuestra propia vida, así que simplemente... déjalo todo y dirígete a la salida de emergencia más próxima. Esto, irremediablemente, nos lleva a la cuestión primigenia (que no hemos olvidado), ¿por qué se apagan las luces?

El porqué

Se apagan para que los ojos puedan acostumbrarse a la oscuridad. ¿Por qué? Es sencillo. Si sucediese algo durante el aterrizaje o el despegue y se apagasen todas las luces del avión, los ojos tardarían más en acostumbrarse a la negrura, unos segundos muy valiosos que, como hemos visto antes, pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

La mayoría de los accidentes suelen ocurrir en el despegue o en el aterrizaje, y es por ello que los aviones deciden apagar las luces en estos cruciales momentos. De todos los percances mortales que han sucedido desde el 2006 al 2017, el 13% sucedió en los tres primeros minutos antes de que el avión extendiese sus alas y comenzase el vuelo, mientras que el 48% se dio durante el aterrizaje, en los ocho minutos que preceden a ese momento.

Lo único que la regla de los 90 segundos no puede evitar, aunque seguro que a los trabajadores aéreos les gustaría es que, en caso de que haya una emergencia, la gente entrará en pánico irremediablemente. Pero, aunque eso no se pueda paliar, al menos ahora sabes por qué se apagan las luces cuando estás a punto de viajar a tu destino de ensueño.

El vuelo va a comenzar. Como es costumbre, tienes que escuchar las instrucciones de seguridad, en caso de que suceda algo. No te queda otro remedio. Observas al azafato o azafata mover los brazos en todas direcciones, indicándote qué debes hacer en caso de que haya un accidente, y cuando por fin termina una charla que parece larguísima, te recuestas en tu asiento esperando que se pasen rápidas las horas de vuelo y no te cercioras de una cosa.

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