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Por qué a mucha gente le gusta tener sexo con los ojos cerrados
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Por qué a mucha gente le gusta tener sexo con los ojos cerrados

Descubre las razones por las que algunos usuarios prefieren no tener contacto visual o hacerlo con las luces apagadas. ¿Cómo prefieres hacerlo tú?

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Los ojos han sido considerados como el espejo de nuestra mente. San Agustín los llamó "las ventanas del alma". Descartes argumentó que "no hay pasión que alguna expresión particular de ellos no revele". Son cruciales para comunicar nuestras emociones. No es de extrañar que sean los que liberan lágrimas, generalmente producidas por intensos sentimientos.

El contacto visual es de vital importancia en la comunicación romántica. Sin embargo, durante el sexo (fundamental en cualquier relación), muchas personas los cierran. ¿Es diferente cómo se mira al otro cuando se está en pleno acto que en otro momento? Si la visión no es imporante cuando hacemos el amor, ¿por qué las personas desperdician dinero en comprar espejos para su dormitorio? ¿Por qué algunos lo prefieren con la luz apagada? ¿Y por qué es tan emocionante cuando no vemos nada?

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Cuando ellas se los tapan o solamente los cierran, suelen enfocarse más profundamente en lo excitante que se siente el contacto amoroso de su pareja. A la vez, esto significa que pueden disfrutarlo más, según 'Psychology Today'.

¿Amor ciego?

Según varios sexólogos tener relaciones sexuales con los ojos cerrados aumenta el placer de las mujeres porque estimula sus sentidos. Paul Gaugain afirmaba que "cerraba los ojos para ver", pero no es un hábito univeral y por supuesto no se hace todo el tiempo. Con el propósito de ilustrar la variación relacionada con este hábito, un hilo de Reddit mostraba algunas respuestas proporcionadas por féminas a la pregunta: "¿Los cierras durante el sexo?" Estos son algunos ejemplos.

Abrir y cerrar los ojos de vez en cuando aumenta la excitación y el deseo sexual

"Tener los ojos abiertos es demasiado abrumador y me lleva a no poder prestar atención a la sensación física", asegura un usuario. "Si puedo mantenerlos cerrados es mucho más fácil para mí estar presente en lugar de distraerme con otras cosas", afirma otro. "Sí, concentrarme en el contacto y los sonidos que está haciendo mi pareja es mucho mejor si lo hago con los ojos cerrados. Si están abiertos, mi mente se distrae. La única excepción es cuando lo hacemos con dulzura y lentitud y se trata más de algo íntimo y de conectar que sentir físicamente: nos miramos todo el tiempo y es diferente ", confesaba un tercero.

La imaginación al poder

Tanto el amor romántico como el deseo sexual implican el uso de la imaginación. El amor a menudo incluye ilusiones positivas, mientras que en el sexo, las fantasías son más libres. Una de las diferencias es que en las primeras no conocemos la falsedad del contenido mientras que en las segundas sí lo hacemos. Su significado puede medirse a partir del impacto que tiene sobre nosotros.

Fantasear es esencial para la excitación y el deseo, ya que ofrece una manera efectiva de hacer frente a las limitaciones personales y exteranas y los límites normativos. Tienen la función de evitar la información negativa y agregar datos positivos. Para que tenga un cierto sentido confiable, la información en contrario debe ser descuidada. Al igual que al ver una película, tratamos de entrar en un modo de desapego para no distraernos.

Tener relaciones sexuales con los ojos cerrados aumenta el placer de las mujeres porque estimula sus sentidos

Además, siempre puedes pensar en los encuentros más extravagantes exactamente de la manera que desees y precisamente con quienes más quieras. Dados los poderes afectivos de la imaginación, no es de extrañar que muchas mujeres digan que pueden alcanzar el orgasmo solo con la fantasía, sin ninguna estimulación física.

Abrir y cerrar los ojos de vez en cuando aumenta la excitación y el deseo sexual. Muchas personas disfrutan haciéndolo al comienzo de la interacción. Puede tomar varias formas como luces encendidas, una mirada constante o alguna ocasional y añadir espejos para tener otro punto de vista. Cerrárlos es bastante común que se haga casi llegando al clímax y puede realizarse, por ejemplo, atenuando voluntariamente las luces o con vendas.

Los ojos han sido considerados como el espejo de nuestra mente. San Agustín los llamó "las ventanas del alma". Descartes argumentó que "no hay pasión que alguna expresión particular de ellos no revele". Son cruciales para comunicar nuestras emociones. No es de extrañar que sean los que liberan lágrimas, generalmente producidas por intensos sentimientos.

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