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3 posiciones sexuales con los ojos vendados que lo hacen todo mejor
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el morbo está servido

3 posiciones sexuales con los ojos vendados que lo hacen todo mejor

Todo tiene una razón. La excitación en ambos sexos es diferente, pero un accesorio tan simple puede intensificar el juego y el erotismo

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¿Nos echabais de menos? Lo sentimos. Nos habíamos quedado un poco atrás y teníamos al sexo bastante olvidado. Esperamos que vosotros no y hayáis puesto en práctica algunos de los consejos que os hemos ido dando a lo largo del año y probado las posturas (como 'El pajaro carpintero' o 'La torre Eiffel') que te recomendamos.

Dejemos a un lado los tabúes y empecemos a disfrutar de algo tan beneficioso como las relaciones sexuales. ¿Estás cansado de siempre hacer lo mismo y os apetece innovar? Te proponemos algo tan sencillo como utilizar una venda para los ojos. Son multiuso y pueden ayudarte a estar más presente y a disminuir tus inhibiciones a la vez que hacen que todo sea más morboso.

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Advertencia: quizá la primera vez que te venden los ojos puedes sentirte asustado. Si eres quien va a tapar los ojos, sé súper amable, sigue hablando para que tu pareja tenga una idea de dónde estás y trata de mantener una mano tranquilizadora apoyada en ella en todo momento. Sé consciente de las palabras que dices si estás incorporando cualquier tipo de esclavitud. Si tienes todo eso bajo control, ¡adelante!

Hacer el amor con alguien que lleva los ojos vendados puede ser beneficioso para ambos

Además, si eres mujer puedes sentir mayor placer sexual. Los sexólogos coinciden en que lo que más estimula a la mayoría de las féminas es lo que sienten: acurrucarse, los masajes sensuales, los roces... Cuando ellas se tapan los ojos, suelen enfocarse más profundamente en lo excitante que se siente el contacto amoroso de su pareja. A la vez, esto significa que pueden disfrutarlo más.

El faro roto

¿Tienes la imagen de uno de ellos alumbrado a los barcos por las noches para que no choquen contra la tierra? Pues ahora piensa que se ha fundido y tu debes guiarlo. Pon la venda a tu pareja y traslada la figura de la torre luminosa a ella. Necesita que la guíen. Siéntala para que se sienta segura. Piensa que ahora eres tú quien tiene el control y quien debe manejar la situación.

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Comienza por la parte más baja y masajea sus piernas, pies y comienza a lamer sus entrepiernas. Juega con tu lengua poco a poco y deslízala por cada parte de su cuerpo. También puedes llevar tus dedos o pechos hacia su boca para que note que estás ahí. Continúa besándo su cuerpo y pon especial atención a sus partes erógenas, centrándote en sus genitales y quedándote ahí un buen rato. Será como si estuvieras recargando las pilas de la bombilla. Verás como él o ella vuelve a iluminarse.

El todomío

Tumba a tu pareja en un sitio cómodo. Que se quede boca arriba (si quieres puedes añadir también un par de cuerdas y atar sus manos a la cama, es un añadido que da mucho juego de dominación y puede haceros pasarlo muy bien) y no le dejes que se mueva para nada. Piensa en que no puede verte, pero que te va a sentir al máximo. Si tu juez interior está criticándose por algo y te hace sentir mal, que el otro tenga una venda puede ser una solución.

Quizá la primera vez que te venden los ojos puedes sentirte asustado y miedoso

Olvida las críticas. Engaña a tu cerebro. Si no puede verte o no puedes verle es más fácil relajarse. Hacer el amor con alguien que lleva los ojos vendados puede ser beneficioso para ambos. Al ver al otro más excitado, disfrutas mucho más del roce de la piel. Ponte encima e introduce (o introdúcete) sus genitales y domina la situación.

El ayudante ciego

Si ya sois todos unos profesionales en cuanto al arte del vendaje de ojos podéis probar a tapároslos ambos miembros de la pareja. Prueba cualquier posición un poco más complicada (es mejor apagar las luces también para que estéis en completa oscuridad) y comienza a disfrutar. Imagínate boca arriba con una de tus piernas sobre el hombro de tu compañero. Él está arrodillado y tu pelvis a horcajadas sobre su pierna.

Es un trabajo en equipo. Todo cuenta. Piensa que tu ayudante está igual que tú, sin ojos que lo puedan guiar. Solo vuestros otros sentidos pueden ayudaros. Será como una sobrecarga sensorial.

¿Nos echabais de menos? Lo sentimos. Nos habíamos quedado un poco atrás y teníamos al sexo bastante olvidado. Esperamos que vosotros no y hayáis puesto en práctica algunos de los consejos que os hemos ido dando a lo largo del año y probado las posturas (como 'El pajaro carpintero' o 'La torre Eiffel') que te recomendamos.

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