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Varios hombres pasaron de ella y les rastreó para averiguar por qué. Y descubrió algo
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el 'efecto fantasma'

Varios hombres pasaron de ella y les rastreó para averiguar por qué. Y descubrió algo

Una columnista, usuaria activa de apps para ligar, se ha propuesto saber qué ocurrió con los tíos que de repente pasaron de ella

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Ser soltero y millennial, actualmente, es una auténtica bazofia. Ya has catado (o descartado) a los individuos de tu entorno, no tienes tiempo (ni dinero) para salir por ahí y siempre te mueves por los mismos lugares. Vives soñando con encontrar a tu media naranja en el tren, que te mire y te diga 'oh, me he enamorado de ti', o un simple 'hola, me gustas mucho, ¿tomamos algo algún día?'. Pero, seamos sinceros, sabes que eso solo pasa en las pelis que te pones los viernes, cuando estás solo en casa y rodeado de gatos, apreciado lector.

Pues bien, no te queda otra pues que intentar conocer gente a través de una aplicación de citas. Y eso es casi peor que estar a dos velas. Cuando pasan unas semanas, empiezas a pensar que el onanismo está infravalorado. ¿Por qué? Porque lidiar con estúpidos es algo que no te enseñaron en las películas Disney que te ponían en tu infancia. En esas apps no hay caballeros andantes que vayan a salvarte de tu ardua rutina, ni que vayan a proporcionarte las relaciones sexuales de tu vida. No: suelen estar llenas de "fantasmas".

El 'efecto fantasma' se produce cuando una persona, de repente, deja de contestarte a los mensajes sin motivo aparente

Así es cómo los ha bautizado Rachel Hosie, una columnista de 'The Independent', que, todo sea dicho, tiene más paciencia que un santo. La joven sufrió lo que la mayoría de gente que es usuaria de estas apps: el efecto fantasma de los tíos (en su caso, porque, ojo, ellas también lo hacen). Está hablando/ligando con uno y un buen día, de pronto, deja de dar señales de vida.

Investigó a los 'fantasmas'

En vez de mandarles a tomar viento fresco, la joven se propuso iniciar una investigación y contactar con los tíos que, de un día para otro, dejaron sus mensajes en doble tic azul y nunca contestaron. "¿Por qué 'X' me había dejado de contestar al WhatsApp? Si parecía que todo iba bien...". Encontró un estudio que afirmaba que su caso no era el único. Una investigación llevada a cabo por Plenty of Fish en 2016 descubrió que, independientemente del género, el 78% de los solteros había sido alguna vez un 'fantasma'. Suponemos que el porcentaje hoy, en 2018, es aún mayor.

"He sufrido a los fantasmas más veces de las que puedo contar. Pero eso no me convierte a mí en la víctima. De hecho, las personas 'fantasmas' a menudo sienten que son los que han actuado mal. Con todo esto en mente, decidí rastrear a varios de los tíos que me habían ignorado de repente, y preguntarles por qué lo habían hecho", escribe.

Foto: Se fue a por tabaco y no volvió. (iStock)

Su primer objetivo fue un tipo llamado Adam. Habían coincidido en una aplicación de citas, pero pronto se pasaron a WhatsApp, donde fluía el buen rollo. "Pero luego, de la nada le hice una pregunta y nunca obtuve respuesta. Entonces, tres meses después, le volví a escribir. Decidí probar el enfoque de no revelar mis motivos e ir con un simple: "Hola, Adam, supongo que te extraña que te escriba de repente, pero ¿cómo estás?".

Adam respondió que estaba bien y, cortesmente, preguntó por ella. "Decidí entonces ser honesta y decirle que estaba investigando el 'efecto fantasma'. Él, esta vez, se tomó el tiempo para responderme y dijo que todo se reduce a una sobrecarga: todos tenemos muchas personas a las que responder todos los días (familiares, amigos, colegas...), y encontrar el momento de enviar mensajes a alguien que no conoces es tu última prioridad".

Él continuó diciendo que no cree que el 'efecto fantasma' sucediese entre gente que se conoce cara a cara, pero que es normal entre personas que nunca se han visto y que no tienen amigos en común, ya que "de repente la comunicación se convierte en una ardua tarea".

Cuando ligar da pereza

El siguiente de la investigación fue Dev. Y el modus operandi fue el mismo que con el anterior. Ella le escribió, le preguntó cómo estaba. Habían pasado tres meses desde su último encuentro.

"Dev respondió diciendo que estaba bien y me preguntó por qué había decidido enviarle un mensaje. Entonces yo le respondí que cómo es que nunca había respondido al mío". Él la explicó que no estaba del todo seguro, sugiriendo que no estaba demasiado interesado. "Aprendié su honestidad, pero entonces él me preguntó que por qué le hacía esta cuestión. Entonces le conté la verdad, que estaba haciendo una investigación... Y no le gustó nada. Me insultó".

La mayoría de los chicos a los que preguntó alegaron que habían perdido el interés en ella o en la relación, y que les daba pereza contestar

Ella se disculpó pero no sirvió de mucho. Curiosamente, un mes después coincidió con Dev en otra app. Él le envió un mensaje sugiriendo que se fueran a tomar una copa. La conversación entre ambos se reanudó bastante bien. Pero, adivinad qué: tres días después, él dejó de contestar. Ya se sabe, un fantasma siempre será un fantasma.

Después de estos, vinieron otros que completaron la investigación, como Ben (que no contestó nunca más) o John (quien dijo que parecía que ambos perdieron el interés).

En definitiva, que barajamos cuatro opciones: son unos maleducados, ergo fantasmas; la chica no les interesaba lo más mínimo; no conocer personalmente a la otra persona la convierte en 'un número', algo etéreo sin sentimientos, y por tanto desechable; y/o solo utilizaban las redes de ligoteo para subir su autoestima, como tanta gente hace.

Y tú, ¿has sido víctima del 'efecto fantasma' o lo has perpetrado? ¡Cuéntanoslo! (Y, por dios, cuidado con las apps para ligar: no son buenas para la salud).

Ser soltero y millennial, actualmente, es una auténtica bazofia. Ya has catado (o descartado) a los individuos de tu entorno, no tienes tiempo (ni dinero) para salir por ahí y siempre te mueves por los mismos lugares. Vives soñando con encontrar a tu media naranja en el tren, que te mire y te diga 'oh, me he enamorado de ti', o un simple 'hola, me gustas mucho, ¿tomamos algo algún día?'. Pero, seamos sinceros, sabes que eso solo pasa en las pelis que te pones los viernes, cuando estás solo en casa y rodeado de gatos, apreciado lector.

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