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Los cinco tipos de psoriasis más comunes y cómo calmar el picor
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Los cinco tipos de psoriasis más comunes y cómo calmar el picor

Tienes manchas rojizas que se escaman por varias zonas del cuerpo. No te preocupes, esta enfermedad no es contagiosa y es más normal de lo que piensas

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Aunque no se conocen las causas exactas, se sabe que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria autoinmune que tiene su origen en un trastorno del sistema inmunológico. En situaciones normales, este nos protege de infecciones y afecciones, pero en una afección de este tipo ataca a células y tejidos sanos de nuestro propio cuerpo. Los principales desencadenantes de los brotes son el estrés, traumatismos (fenómeno de Koebner), infecciones bacterianas, el clima, algunos medicamentos e incluso el alcohol, el tabaco y la obesidad.

En este caso, el descontrol del sistema provoca que las unidades de la última capa de la piel, los queratinocitos, crezcan mucho más rápido de lo normal: cada 3-4 días en lugar de cada 28, como ocurre con las de una persona que no tiene y dando lugar a las placas psoriásicas. Además, puede presentarse de distintas formas clínicas que pueden aparecer de forma aislada o coincidir varias en una misma persona.

Foto: Manos con síndrome de Raynaud. (iStock)

Las lesiones en la piel son rojas y abultadas, y están cubiertas de escamas blanquecinas brillantes que se desprenden fácilmente. Las lesiones pueden picar, doler y a veces se agrietan y sangran. En la dermis, las zonas que más se afectan son las articulaciones, aunque puede afectar a cualquier otra parte del cuerpo. También es típica la afectación del cuero cabelludo y de las uñas.

En España se estima que hay un millón de personas que la sufre y es uno de los motivos más habituales de consulta en las consultas de Dermatología que genera en los pacientes un deterioro importante de la calidad de vida.

En placas

Es la forma más frecuente de la enfermedad y se caracteriza por placas rojas bien delimitadas que pueden medir desde pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro. Si cubren mucha superficie corporal, se habla de psosiaris generalizada. Comúnmente, se localizan en las rodillas, los codos y la zona sacra, aunque pueden aparecen en cualquier otra parte.

No tiene cura, pero puedes mitigar sus picores y escozores. Existen varios métodos naturales como el aloe vera o medicamentos como el Enstilar

Los pacientes que sufren este tipo pueden experimentar también problemas en el cuero cabelludo (puede aparecer en cualquier forma clínica y es una descamación seca muy adherida), tener uñas picadas, descoloridas o que se desprenden.

Guttata o en gotas

No es muy normal: afecta a menos del 2% de los pacientes con psoriasis. Suele persistir durante dos o tres meses y desaparece de forma espontánea. Las lesiones son muy pequeñas (menores de 2 cm), numerosas y distribuidas de forma irregular por todo el cuerpo, como una salpicadura. Es más frecuente en niños y jóvenes. Suele aparecer tras una infección por estreptococos (bacterias), generalmente una faringe-amigdalitis.

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Foto: iStock.

Responde muy bien al tratamiento tópico y a la fototerapia, incluso puede desaparecer sin más. En algunos casos puede transformarse en placas. Los brotes pueden repetirse cada vez que se padece anginas. "Hay algunas otras condiciones que pueden cumplirse en la mayoría de los casos. Por ejemplo, hay pitiriasis rosada y sífilis secundaria. Por eso, a veces hacemos una biopsia o enviamos a los pacientes a hacerse análisis de sangre para confirmar el diagnóstico", asegura Rhonda Q. Klein, dermatóloga en Connecticut Dermatology Group a 'Prevention'.


Invertida

Es más común y problemática en personas con sobrepeso. Suele presentar irritación provocada por el roce y la sudoración, debido a su localización. Es similar a la que se produce en placas excepto por dos factores mayores: el área donde se ubican las lesiones y su apariencia. Puede ocurrir en cualquier lugar dónde se encuentran dos superficies cutáneas. El pliegue inguinal es el que se afecta con mayor frecuencia, seguido de las axilas y genitales externos.

Se conoce también como flexural o intertriginosa y supone entre el 2% y el 6% de todos los casos. Cursa con placas de color rojo salmón, bien delimitadas, que se hacen frecuentemente eccematosas, húmedas y con fisuras. La descamación es leve. Las lesiones de estas localizaciones, debido a la transpiración, la maceración y la fricción a la que son sometidas, pueden crecer y transformarse en placas exudativas que escuecen y pican. El sobrepeso, el sudor, la humedad y el roce empeoran habitualmente su aparición.

Aunque no se conocen las causas exactas, se sabe que es una enfermedad que tiene su origen en un trastorno del sistema inmunológico

Puede confundirse con una mera irritación de la zona. Suele cursar en forma de brotes recurrentes y en ocasiones puede alargarse en el tiempo, resultando una patología muy molesta para la persona que la padece. Su tratamiento requiere medidas y medicamentos potentes y eficaces y que a la vez sean suaves, poco irritantes y bien tolerados. Además, es conveniente evitar la humedad en los pliegues, mantener esa piel bien seca y facilitar la transpiración corporal con ropas holgadas de tipo algodón.

Eritrodérmica

Es una de las menos habituales y tiene un componente inflamatorio importante que adecta a más del 90% de la superficie corporal, por lo que se convierte en su vertiente más grave. Sus erupciones son más grasas, se desprenden solas, pican intesamente y se siente quemazón y dolor. Si crees que la padeces, ve a un hospital de inmediato para recibir el correspondiente tratamiento. Es muy posible que tu temperatura corporal no sea la normal y sientas o mucho frio o demasiado calor porque la piel deja de cumplir su función de aislante térmico.

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"Tu ritmo cardíaco puede acelerarse y es muy posible que tengas fiebre", asegura Klein. Las abundantes descamaciones ocasionan también una gran pérdida de sales minerales, así como proteínas, hierro, vitamina B12, ácido fólico... que echan al traste el balance químico del organismo. Además, las personas que lo sufren son vulnerables a infecciones y tienen riesgo de absorción excesiva de cualquier tratamiento tópico (lociones, pomadas…) incrementando su posible toxicidad.

Pustular

Es una variante aguda y poco frencuente que se extiende por amplias zonas del cuerpo. También puede estar localizada, especialmente en las manos y los pies. Se caracteriza por la erupción de diminutos bultos llenos de pus en la piel de los pacientes que la sufren. A pesar de que el pus es un signo frecuente de infección, esta secreción es estéril y solo contiene glóbulos blancos.

No se conoce con precisión el mecanismo de esta enfermedad, aunque se sabe que los pacientes con psoriasis vulgar son más propensos a desarrollarla. Se ha relacionado con una pequeña mutación genética que causa un déficit de la proteína mensajera interleucina 36, por lo que existe un componente hereditario. También se ha vinculado con una amplia lista de fármacos como el litio, el ácido acetilsalicílico, la indometacina, el yoduro, algunos beta-bloqueantes y a varias infecciones, además del estrés o la radiación solar.

En España se estima que hay un millón de personas que la sufre y es uno de los motivos más habituales de consulta en los departamentos de Dermatología

Puede preceder, acompañar o suceder a la psoriasis en placa. Como esta, no es una enfermedad contagiosa, ni entre diferentes personas ni entre distintas zonas de la piel del mismo paciente. Exite de forma extendida (de von Zumbuisch), palmoplantar o tipo Barber y acrodermatitits continua de Hallopeau, formas raras y extremas de la condición que además tienen otros síntomas añadidos.

Cómo calmar el picor o escozor

No tiene cura, pero puedes mitigar sus picores y escozores. Existen varios medicamentos probados que ayudan a reducir sus síntomas como el Enstilar. Si prefieres remedios más naturales, puedes utilizar el gel de aloe vera, que contiene un cristal gelatinoso que se caracteriza por sus propiedades calmantes, antiinflamatorias e hidratantes. Este ingrediente natural acelera la recuperación de heridas, quemaduras y otros problemas cutáneos que afectan la belleza. Además, disminuye la descamación y el enrojecimiento causados por la psoriasis.

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Foto: iStock.

También puedes calentar (ten mucho cuidado y no te pases) un poco de aceite de oliva. Este es una natural de ácidos grasos esenciales y antioxidantes que contribuyen a mejorar el aspecto de la piel. Sus propiedades disminuyen el exceso de sequedad, facilitan la eliminación de células muertas y calma la picazón.

Prueba también una mascarilla de aguacate y manzanilla. Los ácidos grasos del aguacate son ideales para proporcionarte un extra de humectación a las pieles afectadas por esta condición. Combinado con el efecto antiinflamatorio y calmante de las flores de manzanilla conseguirás un remedio más potente. Además, mantén tu piel hidratada todo el día y así evitarás males mayores.

Aunque no se conocen las causas exactas, se sabe que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria autoinmune que tiene su origen en un trastorno del sistema inmunológico. En situaciones normales, este nos protege de infecciones y afecciones, pero en una afección de este tipo ataca a células y tejidos sanos de nuestro propio cuerpo. Los principales desencadenantes de los brotes son el estrés, traumatismos (fenómeno de Koebner), infecciones bacterianas, el clima, algunos medicamentos e incluso el alcohol, el tabaco y la obesidad.

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