Dejó a su novia de un modo rastrero y adivina quien se convirtió en su jefa años después

"El mundo es un pañuelo" o "hay que tener amigos hasta en el infierno" son dos expresiones que utilizamos mucho en nuestra vida diaria. ¿Será la casualidad o el destino lo que decide el rumbo de nuestras historias? Existen muchos relatos curiosos sobre relaciones amorosas que años después terminan fatal, o no. Se pueden leer en muchas columnas de consejos o hilos en internet donde se atestiguan todos estos momentos que la vida nos tiene guardados.

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La siguiente historia apareció el mes pasado en 'Ask A Manager', donde el usuario pedía consejo: "Hace más de diez años, cuando todavía era joven, tuve una relación de tres años con una mujer que se llamaba Sylvia. Ella quería tener algo estable pero no estábamos listos porque éramos demasiado alocados. Teníamos diferentes expectativas sobre el futuro. No supe muy bien qué hacer, así que al final, la dejé. Todo ocurrió durante las vacaciones de Navidad. Mientras visitaba a su familia, aproveché para mudarme e irme del país porque me salió un trabajo que no podía rechazar", asegura en la web.

Podríamos haber intentado solucionar esto entre nosotros, sin ir a esa especie de juicio que se formó

Las vueltas que da la vida

Pero este "valiente" continúa: "No le dije nada al respecto. Quise evitar el drama y las cosas duras de una ruptura. Así que cuando ella volvió de estar con su familia, se enteró de todo. Era bastante emocional y se obsesionó con la relación, siguiéndome e incluso montando varias escenas con mis padres y amigos. Al final pasamos página. De todas formas, ahora trabajo como profesor de matemáticas en una escuela internacional. He tenido otras relaciones desde entonces y Sylvia era una historia olvidada hasta ahora. Esta semana me enteré de que nuestro director renunciaba a su puesto por motivos personales y regresaba a su país de origen".

La vida es muy caprichosa y tenía guardada una última sorpresa a este hombre: "La escuela tuvo que escoger a alguien para ese puesto y conseguir un nuevo director. Cuando leí la biografía de mi nuevo jefe, lo busqué en Google y la sorpresa fue que era ella. Sylvia se iba a convertir en mi nueva jefa. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo lo puedo manejar?".

Alison Green, experta en relaciones amorosas, tras regañar al hombre por su comportamiento, aconsejó a este usuario ponerse en contacto con ella antes de que empezara a trabajar: "Tus mejores probabilidades de tener un resultado aceptable son que la llames y avises de que tú trabajas allí, así ella estará enterada y no se aturdirá en su primer día".

Ella era bastante emocional y se obsesionó con la relación, siguiéndome e incluso montando varias escenas con mis padres y amigos

Sylvia y su ex tuvieron una reunión, como la experta había propuesto. "Como os podéis imaginar, la reunión fue bastante embarazosa tanto profesional como personalmente. Al final, la relación entre un director y un empleado no es mucha, no tienen que interactuar demasiado. Pero la presidenta del colegio estaba preocupada por los chismes y sus posibles represalias para el centro, ya que es una institución conservadora y nadie quiere ningún escándalo. Consideraron poner algunas medidas para el futuro y me dijeron que aunque el calendario anual ya estaba establecido, era mucho más difícil reemplazar a un director que a un profesor. No quiero entrar en demasiados detalles pero fue una amenaza en toda regla, algo excesivo a mi parecer", concluye.

La gente avanza

Superar una ruptura es posible. El tiempo todo lo cura. Este hombre anónimo entró en pánico cuando se enteró de lo que iba a ocurrir, pero ella lo tenía superado: estaba casada y tenía dos hijos. Pero la cosa no quedó ahí, el consejo del colegio impuso otras medidas: no podían hablar entre ellos sin una tercera persona delante, todas las reuniones debían ser documentadas, no se hablaría nada sobre ella, no estaría en el chat común del colegio y limitaría su relación al ámbito laboral, algo que afectaría a su grupo de amigos, ya que cuando el grupo de profesores saliera a tomar algo, él no podría hacerlo si estuviera ella.

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La solución: él renunció a su puesto de trabajo. "No entiendo cómo aquello podía funcionar si no podía tener relación con nadie. Estas medidas impedían que pudiese hacer mi trabajo con normalidad. Así que lo dejé en el acto", asegura. En estos momentos está en paro y sin ninguna perspectiva en su ciudad actual. Tiene intención de volver a su país y trabajar como profesor suplente pero están a la espera por problemas con el visado.

Otro usuario preguntó si se sabía algo de Sylvia y el hombre respondió que "ni idea, no la he visto desde entonces. Parecía estar bien, de hecho decía que era posible trabajar juntos, pero su cara decía otra cosa. Pero he descubierto que su marido proviene de una familia 'adinerada y apoderada', a la que todos conocen. El nepotismo es frecuente en esa cultura y la situación familiar importa mucho. La presidenta del consejo los conocía, pero no entiendo por qué tuvieron que involucrarlo. Podríamos haber intentado solucionar esto entre nosotros, sin ir a esa especie de juicio que se formó", finalizaba.