Descubre los falsos mitos del ejercicio según la Universidad de Illinois

Entrenar está de moda, los gimnasios se llenan de gente que quiere ponerse en forma. Deportes como el maratón o el triatlón, que hace solo unos años se veían como deportes para atletas de élite, hoy agotan los miles de dorsales que se ponen a la venta en solo unos días. La mayoría de los deportistas que se inician en estos deportes comienzan a entrenar de oídas, cometiendo fallos y errores que en el mejor de los casos les llevan a progresar más lentamente y en el peor a lesionarse. El departamento de Health Care de la Universidad de Illinois, publica los falsos mitos del entrenamiento.

1. Es importante usar ropa técnica

No, no tiene mayor importancia, lo verdaderamente relevante para la práctica de ejercicio es el calzado, que debe ser el apropiado para la actividad que está realizando y proporcionarle el apoyo, la estabilidad y la amortiguación apropiada al ejercicio que realiza. Cada deporte requiere de un calzado técnico específico.

2. Estirar es una pérdida de tiempo

La flexibilidad es uno de los elementos más importantes a tener en cuenta en la preparación física de cualquier atleta. Estirar aleja los riesgos de lesión y amplia los rangos de movimiento. Trabajar la elasticidad de los músculos implicados en el deporte que practiquemos nos da mayor potencia y velocidad. Y al contrario, si no estiramos, perdemos fuerza y potencia. Incluya siempre una tabla de estiramientos al finalizar un entrenamiento.

3. Cuanto más intenso entrenemos, mejor

Nada más lejos de la realidad. Para un entrenamiento aeróbico la intensidad a la que debemos entrenar es entre un 50% y un 70% de la frecuencia cardiaca máxima y solo llegar al 85% en entrenamientos contados. Es el tramo que conocemos como frecuencia cardíaca ideal. Si entrena de forma más intensa, quemará el músculo y no progresará.

4. Se debe estirar antes y después

Solo deberíamos estirar la musculatura tras haber hecho ejercicio, cuando nuestros músculos estén calientes. Por el contrario, antes de entrenar debemos realizar un calentamiento que prepare nuestro cuerpo para el ejercicio intenso al que vamos a someterle.

El estiramiento debe realizarse siempre en estático, nunca con rebotes. Debemos hacerlo al finalizar el ejercicio para aumentar y mantener el rango de movimiento y la velocidad y potencia de nuestros músculos.

5. Si no tengo tiempo no caliento

El calentamiento es una parte esencial del ejercicio. Este sirve para poner el cuerpo a punto para el ejercicio que vamos a realizar, y adecuar el ritmo de la respiración, el corazón, la presión arterial y el consumo de oxigeno, de modo que seamos más eficientes durante la práctica del ejercicio. El cuerpo necesita al menos cinco minutos para ponerse a ritmo del ejercicio que vayamos a realizar. Cuando haya completado un buen calentamiento podrá incrementar la intensidad del ejercicio.

6. Haré abdominales para reducir mi estómago

Efectivamente es un mito creer que si usted solo hace abdominales va a reducir centímetros y solo en la zona abdominal. Ni reducirá su perímetro abdominal, ni perderá grasa en la cintura. Cuando hace ejercicio pierde volumen y grasa en todo el cuerpo. No importa cuántos abdominales haga, no va a perder perímetro solo en el abdomen. Cuando usted quema calorías, el cuerpo distribuye la quema de grasas por todo el cuerpo. Por tanto cualquier ejercicio que realice le supondrá una mejora general de su cuerpo, esta no se concentrará en una sola parte.

7. Hacer ejercicio cambiará mi cuerpo

Entendiendo que el ejercicio y el deporte son buenos para su organismo y que su práctica le ayudará a mejorar su aspecto y su estado de forma, debe saber que existen límites. No todo el mundo puede llegar a tener el cuerpo de Schwarzenegger ni el de una modelo de pasarela. El ADN, nuestra genética, condiciona enormemente nuestro aspecto. Los límites a su cuerpo los pone su ADN, no las horas de gimnasio o los kilómetros recorridos.

8. Existen los ejercicios quemagrasas

No. Cuando hace ejercicio su cuerpo utiliza tres fuentes de energía: hidratos de carbono, proteínas y grasas. Se utilizan en este orden. La grasa es la última fuente de energía que utiliza su cuerpo y esto no se produce hasta después de 90 minutos de ejercicio.

9. Si hago ejercicio, puedo comer lo que quiera

¡Ójala! Si fuera así, a los que nos gusta comer lo haríamos sin medida. Si come en exceso, consumirá muchas más calorías de las que podrá quemar por mucho ejercicio que haga. La ingesta de calorías debe estar equilibrada con la cantidad de ejercicio que realice a diario. Michael Phelps (atleta olímpico con record de medallas) consumía más de seis mil calorías diarias, por lo que debía de comer hasta reponer tal cantidad de calorías. Pero usted debe comer con moderación ya que como media, diariamente, no quemará más de mil calorías en su entrenamiento.

10. Debo entrenar de forma rápida e intensa

Es un gran error que cometen muchos atletas populares cuando empiezan a entrenar. Piensan que para hacer una determinada marca en carrera, deben entrenar a ese ritmo o incluso por encima ¡Nada más lejos de la realidad! Si usted entrena a ritmos próximos a los que desea llevar en carrera, acabará corriendo al ritmo de entrenamiento, porque llegará pasado de entrenamiento, si no se ha lesionado antes. El cuerpo tiene memoria y basta con correr al ritmo deseado de carrera sólo los últimos minutos, al final de cada entrenamiento para que este guarde en su memoria el ritmo deseado.

En definitiva y como norma general, lo mejor es comer sano y variado, realizar ejercicio a diario, y guardar un día de descanso semanal.