Es noticia
Islas Eolias: circuito en velero por Stromboli, Vulcano y otras islas del mar Tirreno
  1. Viajes
siete islas italianas

Islas Eolias: circuito en velero por Stromboli, Vulcano y otras islas del mar Tirreno

Nada mejor que un viaje sobre las olas para conocer las costas al norte de Sicilia que baña el Tirreno. Meta el bañador en la maleta y... a zambullirse

Foto: Crucero por las islas Eolias. (Shutterstock)
Crucero por las islas Eolias. (Shutterstock)

"¿Qué es mi barco? Mi tesoro./ ¿Qué es mi Dios? La libertad./ ¿Mi ley? ¡La fuerza y el viento!/ ¿Mi única patria? ¡La mar!". Quizás esta estrofa de José de Espronceda sea una de las más recordadas del mundo de la literatura. Su "bajel pirata que llaman por su bravura el Temido" se convirtió en un naviero que ocupó clases de Lengua en la infancia y que en la edad adulta volvió a recobrar su fuerza al releer los textos del extremeño. Ahora, ese sueño de antaño de recorrer los océanos a bordo de un buque puede convertirse en realidad navegando en velero por las islas Eolias.

Estas siete islas italianas situadas al norte de Sicilia son el destino perfecto para un circuito en velero en que el mar se ofrece sobre el horizonte listo para ser explorado. Sus terrenos, todos declarados Patrimonio de la Humanidad por la belleza y singularidad de la que pueden presumir, son de origen volcánico y así lo demuestran sus tierras de color oscuro. La salida en este original viaje se realiza desde Milazzo —noreste sicialiano—, donde se dará el pistoletazo inicial a una ruta imposible de olvidar.

No se angustie si entre sus habilidades no se encuentra la de capitanear un barco: usted solo tendrá que preocuparse de dejarse mecer por las olas. Esta zona marítima está muy expuesta y es frecuente que el viento levante oleaje —el nombre de 'Eolias' le viene precisamente por el dios griego Eolo, responsable de los vientos que, según la leyenda, estuvo entre los primeros amos de las islas—, pero la tripulación que se encarga de manejar el velero suma años de experiencia a los mandos del timón.

El velero que actuará como 'hotel' en esta experiencia única incluye el desayuno durante los días de estancia en sus camarotes. Es un modelo Caicco Turco que dispone de todas las comodidades de las pernoctaciones 'en tierra': limpieza de las cabinas y baños a diario, cambio de sábanas una vez por semana, cóctel de bienvenida, servicio de agua, etc. Todo es tan sencillo que, cuando se quiera dar cuenta, habrá llegado a Lipari. Esta es la primera isla que conocerá en su ruta marina por las Eolias, además de la más grande del archipiélago.

Baños 'privados' en aguas de ensueño

La de Filicudi será la segunda isla que visite en su viaje. Parada obligada resulta la Grotta del Bue Marino, una cueva natural excavada en un acantilado donde es posible bañarse sin la sensación de estar en una playa abarrotada de turistas: aquí podrá refrescarse lejos de las atestadas orillas de arena en unas aguas tan azules que parecen de película. Con la sal todavía en la piel, podrá disfrutar de Capo Graziano, la villa marinera prehistórica cuyas ruinas componen parte de los atractivos de Filicudi.

Si el calor aprieta, vuelva a sumergirse en las aguas del mar Tirreno cuando el velero lance su ancla frente a la verde isla de Salina y su bahía de Pollara. Las playas de Santa María de Salina son de las más bonitas de las Eolias, por lo que volver a ponerse el bañador para disfrutar de ellas viendo un precioso atardecer es una de las vivencias que con más cariño recordará en su vuelta a casa. Tanto encanto tienen estas costas que fueron elegidas como escenario de la película italiana 'El cartero y Pablo Neruda', dirigida por Michael Radford.

placeholder Grotta del Bue Marino. (CC)
Grotta del Bue Marino. (CC)

Para encontrar el lado más 'salvaje' del archipiélago, habrá que poner rumbo hasta la isla Panarea, quizá la que menos influencia de la mano del hombre ha sufrido —de hecho, algunos de los islotes que la rodean están deshabitados–. Paradójicamente, el pueblo de Panarea, con sus casitas de color blanco inmaculado, es el más lujoso de todas las Eolias: los famosos y 'celebrities' lo eligen como enclave para sus fiestas precisamente por el entorno 'exótico' que se respira en su ambiente.

El volcán más activo de toda Europa

La siguiente isla en su viaje en velero es la de Stromboli. En su extensión se encuentra el homónimo volcán que ostenta el honor de ser el más activo de Europa. El Stromboli mide 924 metros sobre los cuales descansan tres cráteres vivos en la cumbre. Ellos son los responsables de uno de los espectáculos naturales más bonitos y llamativos de toda Italia: la 'Sciara del Fuoco'. Con este nombre se conoce a la salida del magma incandescente que brota del interior de la Tierra cada pocos minutos, dotando a la ladera del volcán de un color fuego anaranjado de especial belleza al caer la noche.

Tan característica resulta esta singularidad de la isla más al norte de las Eolias que los expertos la bautizaron con la denominación propia de 'explosiones strombolianas'. A la vista aparecen como fuegos artificiales que no son peligrosos para sus espectadores si se sitúan a una distancia prudente. Cuando el magma entra en contacto con el agua del Tirreno, se solidifica y da lugar a piedras volcánicas que terminan depositadas en el fondo del mar.

En Stromboli se grabó la famosa película de Anna Magnani 'Vulcano' (1950), título que coincide con el nombre de la última isla que descubrirá en su viaje a bordo de un velero. En esta isla es donde la leyenda ubica la morada del dios Vulcano, dueño y señor del fuego y los volcanes en la mitología romana. Subir a pie hasta los 400 metros donde se sitúa su cráter permite disfrutar de unas vistas en las que aparecen desde depósitos de azufre hasta pozos de lodo, pasando por las siluetas de las islas que ha dejado atrás.

Si tiene tiempo, aproveche para darse un baño en las conocidas piscinas naturales de Venus, donde las rocas de basalto rodean las aguas cristalinas, dotando al lugar de un encanto particularmente indicado para olvidar el estrés. El viaje pone su punto y final en la misma localidad que le vio partir —Milazzo—, donde aún puede disfrutar de la visita a su castillo antes de volver a casa con la maleta cargada de poemas de Espronceda que ha hecho realidad.

"¿Qué es mi barco? Mi tesoro./ ¿Qué es mi Dios? La libertad./ ¿Mi ley? ¡La fuerza y el viento!/ ¿Mi única patria? ¡La mar!". Quizás esta estrofa de José de Espronceda sea una de las más recordadas del mundo de la literatura. Su "bajel pirata que llaman por su bravura el Temido" se convirtió en un naviero que ocupó clases de Lengua en la infancia y que en la edad adulta volvió a recobrar su fuerza al releer los textos del extremeño. Ahora, ese sueño de antaño de recorrer los océanos a bordo de un buque puede convertirse en realidad navegando en velero por las islas Eolias.

Viajes en Europa Viajes Viajes Pangea
El redactor recomienda