Es noticia
¿Qué hacer cuando tu competencia es un gigante que opera en medio mundo?
  1. Tecnología
DISTINTAS FORMAS DE AFRONTARLO

¿Qué hacer cuando tu competencia es un gigante que opera en medio mundo?

Cuando inicias un negocio (sobre todo en internet), corres el riesgo de que ya haya alguien haciendo lo mismo que tú. Esto no tiene por qué

Foto: ¿Qué hacer cuando tu competencia es un gigante que opera en medio mundo?
¿Qué hacer cuando tu competencia es un gigante que opera en medio mundo?

Cuando inicias un negocio (sobre todo en internet), corres el riesgo de que ya haya alguien haciendo lo mismo que tú. Esto no tiene por qué ser malo, e incluso puede ser un síntoma de salud de tu modelo de negocio (si alguien más lo hace por algo será, ¿no?)

Sin embargo, una de las dudas que a menudo se plantean es cómo actuar si tu competencia es una multinacional que cuenta con una financiación veinte veces mayor que la tuya y unos recursos que podrían acabar contigo en media tarde.

Pero vayamos más allá. ¿Qué hacer si tu empresa ha alcanzado unas cotas de éxito tales... que el gigante de la competencia empieza a fijarse -demasiado- en ti? ¿Le haces frente? ¿Le intentas vender tu compañía y te largas a la playa? En nuestro país hay ejemplos de todo tipo.
Vender tu empresaEn España, por lo general, predomina el perfil del vendedor. Dos de los últimos ejemplos son Sindelantal, que acaba de ser comprada por Just Eat, y Joliebox, cuya adquisición ha corrido a cargo de Birchbox.

No conocemos las razones por las que unos y otros vendieron, pero nos encontramos ante dos casos en los que un gigante -Just Eat y Birchbox, respectivamente-, ante la posibilidad de que otro le plante cara, decide eliminar su competencia o, al menos, participar en sus beneficios. Quizá los vendedores piensen qué habría podido pasar si no hubiesen vendido, pero no es menos cierto que se habrán embolsado una cantidad que no debe de ser despreciable.
Aguantar y plantar caraEn el otro lado nos encontramos a empresas que, ante posibles ofertas, las rechazan y deciden seguir haciendo su 'guerra'. Lo malo de esta opción es que es, como poco, arriesgada. Y es que si decides vender puedes pensar qué habría pasado de no hacerlo, pero al menos conservas pájaro en mano, en detrimento del ciento volando.

Pero, ¿y si tu competencia acaba pasándote por encima? ¿Y si después de luchar te acabas quedando en cueros y arruinado? Está claro que, si decides aguantar, has de tener muy claro de que vas a poder hacerlo a nivel de recursos y -no olvidemos- a nivel financiero.

En este sentido podríamos recurrir al ejemplo de Tuenti. A nadie consta oferta alguna de Facebook por Tuenti, pero no habría sido ningún disparate. Tuenti se estrenó antes de que Facebook triunfase en España, con lo que siempre ha conseguido unas cifras de usuarios muy similares y, sin duda, se ha llevado parte de su potencial nicho.

La estrategia de Tuenti, no obstante, ha sido la de quedarse y aguantar. No todos sus fundadores, pero sí su CEO, Zaryn Dentzel. Sí ha habido venta, pero no a su competencia, sino a Telefónica, un gigante de las telecomunicaciones. No se trata, por tanto, de una venta para tirar la toalla, sino para reforzarse.

Con telefónica de compañero de viaje, Tuenti ha seguido afianzándose por España y planteando batalla. Su próxima batalla se lidiará en Latinoamérica, donde Facebook reina.

Cuando inicias un negocio (sobre todo en internet), corres el riesgo de que ya haya alguien haciendo lo mismo que tú. Esto no tiene por qué ser malo, e incluso puede ser un síntoma de salud de tu modelo de negocio (si alguien más lo hace por algo será, ¿no?)