Italia eleva a De Falco y su "¡suba a bordo, coño!" a la categoría de héroe nacional

No hay héroe sin villano y viceversa. Mientras Francesco Schettino, el capitán del Costa Concordia, sigue siendo objeto de todos los 'trastazos' mediáticos, en Italia rinden culto al Comandante Gregorio De Falco y su famoso "vada a bordo, cazzo". La conversación que ambos mantuvieron mientras naufragaba el Costa Concordia ha causado tal impacto que muchos están aprovechando el tirón para vender camisetas y todo tipo de merchandising con la frase como eslógan. 

"Yo no soy un héroe. El héroe es mi subcomandante Alessandro Tosi, que detectó movimientos extraños -ruta invertida a solo seis nudos por hora- y me convenció para ponernos en contacto con el Costa Concordia", explica De Falco en Twitter en un ataque de humildad que conocen bien sus amigos. Alto y elegante, de 46 y nacido en Nápoles, los que le conocen le definen como un tipo fabricado a base de corazón y firmeza. Su mujer, Maria De Falco, le relaciona con la figura de Steve Jobs no solo por el carácter, sino además porque "es un apasionado de Internet, pasa horas al día informándose en todo tipo de periódicos".

Sin embargo, la nobleza de De Falco no le impidió detectar al momento inconsistencias en el relato del capitán Schettino. En una primera comunicación el puerto de Livorno fue informado de un problema técnico, "pero noté por su voz que mentía. Además se escuchaban gritos de auxilio y me di cuenta de que Schettino no estaba en la nave", asegura el Comandante a Il Corriere della Sera. Desde ese momento, todos los esfuerzos de De Falco se centraron en que Schettino regresase al barco para coordinar el rescate. A pesar de la bronca no lo consiguió. "Abandonar el barco no solo es dejar a los pasajeros a su suerte, es violar la ley y, sobre todo, traicionar el código marítimo", lamenta el Comandante, que llegó a llorar de impotencia cuando supo que existían 300 personas atrapadas en situación de desamparo.

La imagen perfecta de Italia

En el país transalpino todos admiran al napolitano. Il Corriere, el primer periódico por volumen de ventas e influencia política, le dedicó ayer un editorial titulado "Gracias, capitán" -firmado por el poeta Aldo Grasso- en el que se ensalza la capacidad de De Falco para hacer "lo que tuvo que hacer en el momento que tuvo que hacerlo". La Stampa, por contra, prefiere tirar de ironía y define la conversación como "parecida a la última que debieron tener Napolitano y Berlusconi". Para terminar el repaso, La Reppublica muestra una serie de fotos exclusivas donde se demuestra, en contra de lo que sostiene Schettino, que los primeros salvamentos comenzaron antes de que el barco se escorase. 

De hecho muchos son los ciudadanos italianos que, a través de las redes sociales, comparan a Schettino con los políticos del 'bunga bunga' mientras relacionan a De Falco con la responsabilidad que los nuevos gobernantes deberían mostrar. En Twitter se pueden leer frases como "Monti, llama a De Falco para el Gobierno" o "esta es la Italia que queremos ver", mientras alguno se pregunta "¿Por qué De Falco es un héroe? ¿Solo por cumplir con el protocolo?" De Falco, que rehúye a la prensa, disparó anoche los audímetros con su presencia en el popularísimo programa de la RAI "Porta a porta".

Schettino se revuelca en el fango

Mientras, el capitán del Costa Concordia dio ayer explicaciones ante los tribunales. Concretamente admitió que su maniobra de acercamiento a la costa tenía como fin "saludar a la familia del maitre, que procede de la isla de Giglio". Además, Schettino reconoció haber incurrido en acciones similares en el pasado, tratando así de justificar su seguridad. Por su parte, Costa Crociere ha vuelto a desmarcarse para criticar al capitán y su "error humano" en lo que supoen un cambio de actitud sin precedentes. Y es que en 2010 la compañía celebraba en su blog la visita inesperada del Costa Concordia, con Schettino al frente, a otra isla cercana. La entrada fue borrada tras el accidente.