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Un día con el hombre que podría presidir Afganistán: "Nunca pactaré con talibanes"
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ENTREVISTA EN EXCLUSIVA AL DOCTOR ABDULÁ

Un día con el hombre que podría presidir Afganistán: "Nunca pactaré con talibanes"

El doctor Abdulá no es un antiguo señor de la guerra, sino un tecnócrata. En esta entrevista en exclusiva, dibuja el futuro de su país, que, "seguro", presidirá

Foto: El doctor Abdulá, candidato a la presidencia de Afganistán y exministro de Exteriores (Diego Ibarra Sánchez)
El doctor Abdulá, candidato a la presidencia de Afganistán y exministro de Exteriores (Diego Ibarra Sánchez)

El cielo está cubierto por un espeso manto gris. En cambio, la tierra luce de color azul celeste.Un río de personas blandiendo banderas azules y carteles con la fotografía del doctor Abdulá Abdulá junto al legendario muyahidín Ahmad Sha Masud, espera impaciente en la salida del aeropuerto internacional de Herat, al oeste de Afganistán.

Este carismático líder, oftalmólogo de profesión, que quedó segundo en las elecciones presidenciales de 2009, podría romper con la tradición de que sólo un candidato de la etnia pastún (la misma del presidente saliente, Hamid Karzai, y que representa al 40% de la población afgana) puede llegar a la Presidencia. Aunque tiene sangre pastún por herencia de su padre, Abdulá se identifica más con la minoría tayika, la etnia de su madre, y los estrechos lazos que le unían al líder de la Alianza del Norte, Masud, de quien fue su mano derecha.

La sombra del 'León de Panjshir' (como se conoce al general Masud, asesinado en septiembre de 2001 por unos talibanes) impregna hasta el asfalto: los 17 kilómetros de carretera que van desde el aeropuerto al Estadio Olímpico de Herat han sido bautizados como Avenida Shahid (mártir) Ahmad Sha Masud.

Abdulá ha sabido pactar con antiguos señores de la guerra, como el líder hazara Mohamed Mohaqeq, que se ha convertido en su vicepresidente, lo que provocará que buena parte los votos de esta otra minoría étnica caigan de su lado.

Abdulá tiene aspecto de dandi;siempre luce impecable con un pañuelo de seda alrededor del cuello. Aparece en una tarima en lo alto del estadio con gesto triunfal, mientras es agasajado con gritos de júbilo, ovaciones, incluso algún desmayo. “Somos el cambio, somos la esperanza”, proclama ante la abarrotada arena del estadio quien fue ministro de Asuntos Exteriores durante el mandato interino de Hamid Karzai (2001-2004).

Dicen los afganos que quien gana las elecciones en Herat, la segunda provincia del país con cerca de 2 millones de habitantes, tiene la llave del Palacio Presidencial. Y visto el entusiasmado apoyo que recibió el doctor Abdulá la premonición podría cumplirse. De ser así, el exministro de Exteriores se convertiría en el primer presidente no pastún desde el oscuro período de la guerra civil con el mandato del expresidente tayiko Burhanudin Rabbani, que gobernó entre 1992 y 1996.

“Pactaré con el islam moderado, nunca con los talibanes”

La presidencia de Abdulá podría abrir la puerta a un candidato uzbeko o hazara para en las próximas elecciones de 2019. La unidad nacional es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentará el futuro Gobierno afgano. Desde la oposición, el doctor ha empleado los últimos cinco años en formar una coalición que se defina como “todos juntos”. Fruto de esta fórmula ha sido la reciente elección de Yunus Qanuni, un cercano de Abdulá, como vicepresidente del Estado, tras el repentino fallecimiento de Mohamad Qasim Fahim.

“Yo estoy dispuesto a pactar con todo aquel que apoye el islam moderado, el desarrollo democrático para fortalecer las instituciones y el cambio hacia un sistema parlamentario frente al presidencialista. Pero no con esa gente (los talibanes) con la que pactó (Hamid) Karzai, que es enemiga de su propio pueblo; va en contra de los intereses de Afganistán”, declara en una entrevista con El Confidencial.

El Gobierno de Karzai ha cometido el error de considerar a los insurgentes como parte de un todo, cuando lo que ellos buscan es destruir el país. Hacer descarrilar el proceso democrático. Su programa electoral ha sido imponer la violencia y el miedo para impedir que se celebren las elecciones. Los talibanes están luchando contra nosotros, ellos son la mayor amenaza de Afganistán”, insiste este exmuyahidín.

Es momento de lanzar la pregunta del millón. ¿Podrá un hombre que representa la viva imagen de la Alianza del Norte (principal oposición a los talibanes) amarrar el proceso de paz con los insurgentes?

“El Gobierno de Karzai no se ha tomado las cosas en serio con los talibanes. La cuestión es que antes de 2009, de empezar a hablar de reconciliación con los talibanes, negociábamos con ellos sin problemas. Después todos estábamos en contra de los talibanes y, es más, estábamos orgullosos de luchar contra ellos. Durante trece años han sido nuestros enemigos y los enemigos de EEUU y la OTAN. Y ahora ¿qué buenas opciones hay con ellos?”, critica el líder tayiko.

El doctor Abdulá es aclamado a su llegada al aeropuerto de Herat (Reuters).
Abdulá defiende que es imposible crear un equipo de gobierno sin incluir a aquellos con “las manos manchadas de sangre”, como critican sus detractores.Afganistán ha vivido 30 años de guerra. Primero contra los rusos, después una cruenta guerra civil, donde se cometieron los peores crímenes. Por último, la guerra contra los talibanes.

“He de decir que no hay ningún líder político que pertenezca a ese grupo de limpios, como alardea el doctor Ashraf Ghani (principal rival de Abdulá)”. Hay que destacar que Abdulá no es un antiguo señor de la guerra, sino un tecnócrata que ocupó competentemente la cartera de Asuntos Exteriores. Sin embargo, ha sabido poner a sus espaldas a dos importantes señores de la guerra, un hazara y un pastún cercano a los talibanes, Mohamad Khan, del grupo Hezb-i-Islami.

“No estoy a favor de la retirada total de EEUU”

La corrupción será el otro caballo de batalla del futuro presidente. El doctor Abdulá opina que la buena gobernanza sólo será posible con los resultados de unas elecciones libres y justas. “No soy de los que dicen que vamos a crear cinco millones de puestos de trabajo, o a construir miles de viviendas, o que todos los niños de Afganistán tendrán acceso a la educación.Estamos en un escenario de guerra. Pero Afganistán tiene todavía mucho potencial. Este país es virgen en recursos naturales y, si hay futuro, habrá estabilidad y se atraerán nuevas inversiones regionales e internacionales”, señala.

No estoy a favor de la retirada total de las tropas extranjeras. Necesitamos aún de la tutela internacional

No estoy a favor de la retirada total de las tropas (extranjeras) ni de la caída dramática de las ayudas internacionales. Esto no va a ayudar a la estabilidad ni a la transición democrática de Afganistán. Necesitamos aún de la tutela internacional”, lamenta el exministro de Exteriores.

A pesar de las dudas que planean sobre estas elecciones, en las que se prevé un fraude masivo teniendo en cuenta la situación de inseguridad, que ha llevado a reducir el número de observadores internacionales, el candidato favorito asegura que “los 20.000 observadores locales velarán para impedir que se cometa un fraude electoral”.

“Confío en que la situación ahora es diferente a 2009. Es un proceso serio y de estas elecciones dependerá el futuro y la credibilidad de Afganistán como país capaz de alcanzar la democracia. Los electores son conscientes de ello y va a haber una alta participación. Y si hay fraude será por culpa del corrupto Gobierno saliente. Pero garantizo a la comunidad internacional que estas elecciones van a ser justas”, asegura.

Abdulá está plenamente convencido de que va a ganar estas elecciones. “No es que crea que puedo ganarlas, sé que las voy a ganar”, exclama con aire triunfalista el eterno candidato a presidente. Y si pierde entre sospechas de fraude electoral, sus partidarios saldrán a la calle a reivindicar su victoria. “No voy permitir que otra vez me vuelvan a robar los resultados como en las elecciones de 2009”, advierte el doctor.

El cielo está cubierto por un espeso manto gris. En cambio, la tierra luce de color azul celeste.Un río de personas blandiendo banderas azules y carteles con la fotografía del doctor Abdulá Abdulá junto al legendario muyahidín Ahmad Sha Masud, espera impaciente en la salida del aeropuerto internacional de Herat, al oeste de Afganistán.

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