Es noticia
Romney, los pobres sí importan... electoralmente
  1. Mundo
ELECCIONES REPUBLICANAS EN EEUU

Romney, los pobres sí importan... electoralmente

Florida ha dejado prácticamente vista para sentencia la carrera por las primarias republicanas, en las que Mitt Romney y Newt Gingrich se disputan el puesto de

Foto: Romney, los pobres sí importan... electoralmente
Romney, los pobres sí importan... electoralmente

Florida ha dejado prácticamente vista para sentencia la carrera por las primarias republicanas, en las que Mitt Romney y Newt Gingrich se disputan el puesto de oponente de Barack Obama en las presidenciales del próximo noviembre. El ganador fue Romney, que obtuvo un sólido triunfo con 15 puntos de ventaja sobre su máximo rival y ahora espera lograr la nominación lo antes posible. Pero la victoria tuvo un precio: una campaña agresiva en la que el equipo del triunfador gastó 16 millones de dólares en publicidad negativa contra su contrincante ultraconservador.  

Ni sus tres matrimonios (con adulterios incluidos), sus años como ‘lobbista’, los ataques de algunos medios de comunicación o sus mensajes belicistas cada vez que le hablan de Irán han restado ni un solo voto a Gingrich, aunque sí lo ha hecho el dinero invertido en la campaña de Romney, que según algunos medios norteamericanos triplicó el de su oponente justo en el mismo estado donde George W. Bush le birló la presidencia de EEUU a Al Gore. El resultado: Romney es ahora el claro favorito y, salvo que ocurra algún imprevisto, será el rival de Obama en la lucha por la Casa Blanca. Aquel día, sin embargo, el mandatario republicano cometió un error desde el púlpito sobre el que agradecía la fe ciega de sus correligionarios. Quizás embriagado por el rotundo éxito, afirmó ante una sorprendida periodista Soledad O'Brien, de la cadena de televisión CNN: "Estoy en campaña porque me preocupo por los americanos. No estoy preocupado por los muy pobres".

"Está diciendo que no se preocupa por los muy pobres, pero hay mucha gente en esta situación que está luchando por sobrevivir, ¿no le suena raro?", respondió la reportera. "Para completar la frase quiero añadir que tenemos una red de seguridad para los pobres que, si tiene carencias, trabajaré para solucionarlas", trató de explicar el candidato republicano. Pero ya era tarde. En pocos minutos, la desafortunada frase pasó como una exhalación desde la CNN a Twitter y se expandió como un virus por Facebook hasta irrumpir en el resto de canales de información del mundo. En pocas horas ya estaba entre las noticias más leídas, pasando a engrosar la larga lista de meteduras de pata de los candidatos republicanos, que se lo están poniendo cada vez más fácil a Obama. No es para menos, porque las “carencias” a las que se refiere el candidato republicano se traducen, según un reciente informe de la Oficina del Censo, en 46,2 millones de personas pobres en EEUU, la mayor cifra desde que comenzó a contabilizarse este índice en 52 años. 

De hecho, el índice de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza en este país aumentó drasticamente en 2010, alcanzando un 15,1%, su nivel más alto desde 1993. Por estados, el primer lugar lo ocupa Misisipí, con un 22,7% de pobres, seguido por Luisiana, el Distrito de Columbia, Georgia, Nuevo México y Arizona. El menor nivel se registró en Nueva Hampshire, con un 6,6%. En total, un tercio de los hogares de con problemas económicos en EEUU sufre lo que los investigadores denominan una "muy baja seguridad económica". El Gobierno clasifica a estas familias con problemas como "food secure" o "food insecure" basándose en un cuestionario que analiza sus hábitos alimenticios.

El ingreso promedio familiar también disminuyó en 2011 un 2,3% en comparación con 2009, situándose en 49.445 dólares al año; también aumentó la cifra de personas que viven sin seguro médico, pasando de los 49 millones de 2009 a los 50 millones de finales del año pasado. Y el ritmo sigue creciendo: cada 30 segundos una familia norteamericana se declara en bancarrota por sus diferencias con las aseguradoras.

El ‘agujero’ sanitario

EEUU gasta al año casi tres billones de dólares en cuidados médicos, cifra que representa alrededor del 16% de su PIB y que se antoja realmente alta si la comparamos con la de Canadá o Alemania, donde este gasto equivale al 10%. Sin embargo, cerca de 47 millones de estadounidenses que no se pueden incluir entre la llamada “clase pobre” no tienen seguro y a otros 25 millones no les da una cobertura completa. Y es que en EEUU el coste de un parto roza los 10.000 dólares y de una analítica los 700 dólares. Si una persona sufre un desmayo y una ambulancia la recoje en la calle puede ir preparando la cartera: la web Health Care Stories for America ha calculado el coste de sufrir un lapso en plena vía pública y, en total, sumando el traslado en una ambulancia, el oxígeno, suero, la cama en el hospital, la atención médica y la de los enfermeros -que se paga aparte-, la broma te puede costar más de 2.000 dólares.

¿Sin dinero para enfrentarse a Obama?

De momento, el exgobernador de Massachusetts cuenta con una ventaja de 20 puntos porcentuales sobre su más directo rival de cara a los 'caucus' que los republicanos celebran este sábado en el estado de Nevada. Un sondeo elaborado por Las Vegas Review-Journal cifra el apoyo que recibirá en el 45%, frente al 25% de Gingrich, así que todo apunta a que Rommey seguirá su carrera hacia el liderato del partido, aunque ninguno de los otros tres precandidatos aún en la contienda (Gingrich, Rick Santorum y Ron Paul) parece dispuesto a dejar la carrera y apoyar al exgobernador.

Otra problema para Romney es el precio que tendrá que pagar. Mientras se está dejando parte de sus ahorros en financiar su lucha por las primarias, Obama no para de recaudar fondos para las presidenciales y, por ahora, lleva ventaja sobre todos sus contrincantes, según la cadena de televisión ABC. Obama habría sido el político que más dinero ha recogido tanto en este mes como en 2011. Sólo entre octubre y diciembre del año pasado, su campaña recaudó casi 40 millones de dólares por los 24,2 millones de dólares que consiguió Rommey en los últimos tres meses, que además han ido destinados a financiar la agresiva campaña de propaganda negativa contra Gingrich. Romney invirtió más de 3,5 millones de dólares sólo en Florida, difundió anuncios en español en televisiones locales e incluso recuperó un vídeo de 2007 en el que Gingrich calificaba el español de "lengua de gueto". 

Una vida repleta de éxitos

Willard Mitt Romney nació el 12 de marzo de 1947 en Detroit, Michigan. A lo largo de toda su vida se ha dedicado a los negocios. Fue CEO de Bain & Company, una firma consultora de administración, y cofundador de Bain Capital, una firma privada de inversión de capital. En 2002 fue elegido como Gobernador nº 70 de Massachusetts pero no se presentó a la reelección en 2006, sino que anunció su candidatura por el Partido Republicano para la Presidencia en EEUU, que perdió frente a John McCain. Uno de las principales razones, los millones de votantes evangelistas y el ala derechista de su partido que ven en su religión mormona y sus políticas progresistas en Massachusetts un gran inconveniente. Algo que de momento (y con permiso de Gingrich), parece haber superado. 

Pero Obama no es Gingrich. Además de las diferencias económicas entre uno y otro, la imagen de Romney ha sufrido un duro golpe en EEUU. El millonario salió mal parado cuando en el penúltimo debate republicano quiso apostar con uno de sus rivales 10 mil dólares, el equivalente a tres meses de sueldo de un estadunidense medio, algo que no gustó a la mayoría de espectadores. Y por si fuera poco, Obama logró bajar los índices de desempleo hasta un 8.5% –el indicador mensual más bajo en casi tres años necesario para optar a la reelección a la presidencia–. 

Florida ha dejado prácticamente vista para sentencia la carrera por las primarias republicanas, en las que Mitt Romney y Newt Gingrich se disputan el puesto de oponente de Barack Obama en las presidenciales del próximo noviembre. El ganador fue Romney, que obtuvo un sólido triunfo con 15 puntos de ventaja sobre su máximo rival y ahora espera lograr la nominación lo antes posible. Pero la victoria tuvo un precio: una campaña agresiva en la que el equipo del triunfador gastó 16 millones de dólares en publicidad negativa contra su contrincante ultraconservador.