Mercedes desvela el coche del futuro con su nueva Clase E

Mercedes presenta en el Salón del Automóvil de Detroit su nuevo Clase E, la berlina por excelencia, que viene cargada de novedades en su estética, en su aspecto mecánico y en tecnología. Sus dos grandes pantallas de 12,3 pulgadas o sus sistemas de ayuda a la conducción, que permiten por primera vez la conducción autónoma, son sus principales virtudes.

Se habla mucho del coche autónomo, del coche conectado con los otros coches o con las infraestructuras, pero la marca alemana Mercedes ya ha presentado ese vehículo del futuro en el Salón de Detroit con su nueva Clase E, el primer coche del futuro, pero que se podrá adquirir desde primavera en su versión de carrocería berlina. El familiar estará a la venta a principios del otoño.

Para Mercedes, el Clase E es su modelo de referencia, y por ello ha incorporado en el nuevo los últimos avances de tecnología, pero sin renunciar a los elementos clave de la marca de la estrella, una estética elegante, un gran confort de marcha y la máxima seguridad. El nuevo modelo ofrece una estética similar a la del nuevo Clase C, con un largo capó delantero, y con sus ruedas posicionadas en los extremos de la carrocería para ofrecer la máxima habitabilidad. Y por supuesto, una parte trasera del habitáculo en caída para ofrecer ese aspecto dinámico tan distintivo.

Comparada con la generación anterior, la distancia entre ejes ha aumentado 65 mm y la longitud en otros 43 mm. La versión básica lleva la parrilla clásica de Mercedes con la estrella en el capó, al igual que la línea Exclusive. Por su parte las líneas Avantgarde y AMG Line se distinguen por la parrilla de estilo deportivo con la estrella Mercedes de gran tamaño en el centro.

En su interior, también hay muchos cambios. Sobre todo en su cuadro de instrumentos, en el que destacan las dos grandes pantallas de 12,3 pulgadas, que estarán disponibles opcionalmente y según versiones. Ambos displays se funden bajo una misma superficie de cristal conformando un espectacular y completo cuadro de instrumentos panorámico. El conductor puede elegir el diseño de este cuadro de instrumentos panorámico seleccionando entre tres estilos diferentes: «Classic», «Sport» y «Progressive».

También en su mecánica hay muchos cambios. En la fecha de lanzamiento estarán disponibles dos motorizaciones, el E 200 con motor de gasolina de cuatro cilindros y el E 220 d con un motor diésel de cuatro cilindros de nuevo desarrollo. Y todos los nuevos Clase E solo se ofrecerán con el cambio de marchas automático 9 G-tronic de nueve marchas.

Más tarde la oferta se ampliará con el E 350 e con tecnología híbrida enchufable, el cuarto modelo de la marca que ofrece este sistema, que destaca por su dinamismo y eficiencia y permite recorrer hasta 30 kilómetros en modo eléctrico y sin emisiones. El motor de gasolina es un cuatro cilindros que trabaja con otro eléctrico para proporcionar una potencia combinada de 279 CV.

La versión diésel más potente será un seis cilindros de 258 CV, que destaca por su par motor de 620 Nm y por su bajo nivel de emisiones. La gama se completará con el E400 4 Matic con el motor de seis cilindros de gasolina y 333 caballos. A finales de año llegará un propulsor diesel de 4 cilindros y 150 caballos como versión de acceso a la gama. En gasolina, la oferta se ampliará con motores de cuatro cilindros con potencias entre 183 y 245 CV.

El nuevo diesel de 4 cilindros cumplirá la nueva normativa Euro 6 que incorpora pruebas en el tráfico real, las denominadas RDE. Se trata de un motor más pequeño que los de la anterior familia de propulsores, y pese a ofrecer una cifra de potencia brillante, de 195 caballos con sus dos litros de cilindrada (170 caballos en el anterior motor con 2,2 litros de cilindrada), su consumo es muy ajustado. Según los valores de homologación anunciados por Mercedes, en el ciclo mixto son 3,9 litros. Un valor hasta ahora imposible de lograr con un coche de este tamaño y con estas prestaciones.

En lo que sin duda destaca el nuevo modelo de Mercedes es en sus sistemas de ayuda a la conducción, que le convierten en el primer coche con posibilidad de utilizarse en modo semi-autónomo. De serie, incluye el servofreno de emergencia activo, que puede advertir al conductor de una colisión inminente, prestar apoyo en la frenada de emergencia y, si es necesario, frenar de forma autónoma. Reconoce vehículos que circulan a menor velocidad, detenidos o que frenan, así como a peatones que cruzan la calzada.

El equipamiento de serie incluye Attention Assist con sensibilidad ajustable, que puede advertir ante síntomas de cansancio y distracción, así como el asistente para viento lateral, que ayuda al conductor a contrarrestar la deriva del vehículo producida por rachas fuertes de viento.

Pero sobre todo tiene un paquete opcional que ofrece de todo denominado Drive Pilot. Este permite, en autopistas y carreteras, funcionar como piloto automático gracias al Distronic para mantener la distancia con el coche de delante y seguirle hasta una velocidad de 210 km/h. Así se facilita la tarea del conductor que no necesita pisar el acelerador ni frenar durante la conducción normal.

Además, cuenta con la práctica asistencia del piloto automático de dirección, incluso en curvas suaves. Hasta una velocidad de 130 km/h, el sistema no necesita que haya líneas delimitadoras de la calzada claramente visibles, sino que puede intervenir activamente en un entorno con líneas incompletas o incluso sin líneas. Para suplir estas deficiencias se basa en el movimiento de los vehículos circundantes y en las estructuras paralelas.

Otro equipo que contribuye a simplificar la tarea del conductor es la función ampliada de reanudación de la marcha. Circulando en autopista o carretera, esta función permite que el piloto automático de distancia ponga en marcha automáticamente el vehículo después de una parada, si ésta no ha sido de más de 30 segundos.

También puede seleccionarse el piloto automático de velocidad límite, un sistema que regula automáticamente la velocidad en función de los límites de velocidad detectados por una cámara o los conocidos por el sistema de navegación, por ejemplo, 50 km/h en poblaciones o 120 km/h en autovías.

Entre las innovaciones, destacar el estreno de un detector activo de cambio de carril. Mediante las cámaras y los radares del vehículo ayuda al conductor a cambiar de carril en vías de varios carriles, llevando la berlina hasta el carril elegido, por ejemplo en la maniobra de adelantamiento. Tan pronto el conductor acciona el intermitente durante más de dos segundos, el detector activo de cambio de carril le ayuda activamente a dirigirse al carril contiguo si el sistema detecta que está vacío y que no hay peligro en la maniobra.

El servofreno de emergencia de este equipo opcional tiene unos umbrales de velocidad de funcionamiento más amplios en relación con los vehículos y los peatones. Y puede reconocer vehículos que se aproximan lateralmente para atravesar un cruce. Detecta también, por primera vez, las situaciones de peligro al final de una retención sin posibilidad de maniobra evasiva, y puede frenar de forma autónoma con mucha mayor antelación. De este modo, se puede evitar por completo una colisión circulando hasta 100 km/h y, a mayor velocidad, se puede reducir considerablemente la gravedad del impacto.

También incluye el asistente de maniobra evasiva, que ofrece un eficaz complemento cuando el conductor comienza una maniobra evasiva para evitar, por ejemplo, un peatón. El sistema gira con más fuerza el coche, pero de manera controlada, y luego ayuda al conductor a recuperar la posición normal.

Y las funciones habituales de seguridad, el detector de cambio de carril, o el control activo de ángulo muerto, han sido mejoradas con la presencia de más y mejores sensores y radares y una mayor rapidez de procesamiento. En concreto, el control del ángulo muerto actúa ahora desde los 30 km/h y se utiliza en el complicado tráfico urbano.