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Los bancos sólo ofrecen sus propios fondos a los clientes y disfrazan el asesoramiento
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GUERRA POR RETENER LOS DEPÓSITOS QUE VENCEN

Los bancos sólo ofrecen sus propios fondos a los clientes y disfrazan el asesoramiento

Las entidades financieras sólo ofrecen sus propios fondos de inversión a los clientes, y además disfrazan funciones de asesoramiento como comercialización, algo prohibido

Foto: Venta de un fondo en una sucursal bancaria.
Venta de un fondo en una sucursal bancaria.

Los conflictos de interés en la banca están muy lejos de resolverse a pesar de las declaraciones de sus responsables y de los recursos invertidos en 'compliance'. Las entidades venden a sus clientes exclusivamente los fondos de inversión de la gestora de la casa, y, además, en su venta los empleados realizan labores de asesoramiento para las que no están preparados ni autorizados. Detrás está la necesidad de conservar los 260.000 millones de euros en depósitos que vencen este año -y las gestoras independientes quieren quitarles parte del pastel- y de impulsar las maltrechas cuentas de resultados a base de comisiones.

Estos comportamientos han sido detectados por la CNMV en su ejercicio de 'mystery shopping' en el que empleados del supervisor visitan sucursales bancarias haciéndose pasar por clientes. Su conclusión más llamativa es que el 100% de los fondos ofrecidos a los clientes son de la gestora del propio banco, a pesar de que casi todas las entidades pregonan que ofrecen "el mejor producto", sea suyo o de un tercero. Es lo que se denomina "arquitectura abierta" pero que también está sujeta a conflictos de interés: las entidades sólo colocan los fondos de terceros que les retroceden parte de la comisión que cobran al cliente, lo que se conoce como 'rebates'.

Sin embargo, la operación de la CNMV evidencia que ni siquiera ofrecen esos productos de terceros que dejan comisión. Esto se explica por varios motivos. El primero es la necesidad de incrementar los ingresos por comisiones: en el caso de los fondos propios, se las queda enteramente la entidad, mientras que en los de terceros debe compartirlas. El segundo es que los bancos siempre prefieren colocar productos con su propia marca. Y el tercero es que, en la práctica, la arquitectura abierta sólo se ofrece a los clientes de banca privada, es decir, los que tienen un patrimonio suficientemente alto para diversificar su cartera entre varios productos.

Pasar a los clientes de depósitos a fondos

En todo caso, las entidades tiene como objetivo primordial retener a los clientes a los que les vencen sus depósitos a plazo y a los que no pueden ofrecerles ningún producto similar que dé más del 0,1% de interés, como mucho. La consigna es traspasarlos a fondos, en su mayoría garantizados -que también dan una rentabilidad ínfima- o a productos con riesgo de pérdidas en busca de un mayor rendimiento.

En ese río revuelto quieren pescar las gestoras independientes como Abante, que ha lanzado un fondo que garantiza el 80% del valor máximo (no de la inversión inicial) que alcance un fondo que gestionarán sus estrellas (Iturriaga, Prats y Espelosín) con la mitad del patrimonio invertido en bolsa. Esta novedosa fórmula pretende convencer a los ahorradores tradicionales de que entren en productos con riesgo al hacerlo con una red de seguridad.


Asesoramiento encubierto

Además, la CNMV ha confirmado que los empleados de las sucursales bancarias realizan labores de asesoramiento que van más allá de la mera comercialización. En este caso, va más allá del conflicto de interés y supone un incumplimiento de las normas del mercado, que obligan a que el cliente firme un contrato de asesoramiento para recibir recomendaciones y que se le realicen unos tests de conveniencia e idoneidad que no se hicieron en los casos comprobados por los 'espías' del supervisor.

"Se ha detectado que con frecuencia se formulan verbalmente recomendaciones implícitas que son percibidas como asesoramiento por los clientes. En ellas se destacan a menudo productos concretos y, además, se hace alusión a las circunstancias personales del cliente", denuncia el supervisor. Por supuesto, esas recomendaciones se refieren a los productos de la gestora del banco. De ahí que la CNMV inste a los bancos para que transmitan "instrucciones claras al personal de la red comercial para que éste sea especialmente cuidadoso en las conversaciones mantenidas con clientes no asesorados" y les amenace con "futuras actuaciones con el objetivo de corregir esta debilidad".

Alerta de los falsos depósitos

Esta actuación también ha puesto de manifiesto otra práctica preocupante de las entidades financieras que ya denunció El Confidencial: la venta de estructurados con posibilidad de pérdida pero que se presentan con una calificación de ausencia de riesgo en la escala -el semáforo- de Economía (calificación de 1 sobre 6).

"En algunos casos de ofertas combinadas de fondos de inversión y depósitos bancarios tradicionales, los documentos informativos entregados a los clientes simulados incluían el marcador de riesgo previsto en la Orden ECC/2316/2015 para el depósito bancario (al que corresponde el nivel mínimo de riesgo) pero sin aclarar que dicho marcador se refería en exclusiva al depósito bancario y que al fondo de inversión le correspondía su propio marcador de riesgo, que podría ser más elevado".

Los conflictos de interés en la banca están muy lejos de resolverse a pesar de las declaraciones de sus responsables y de los recursos invertidos en 'compliance'. Las entidades venden a sus clientes exclusivamente los fondos de inversión de la gestora de la casa, y, además, en su venta los empleados realizan labores de asesoramiento para las que no están preparados ni autorizados. Detrás está la necesidad de conservar los 260.000 millones de euros en depósitos que vencen este año -y las gestoras independientes quieren quitarles parte del pastel- y de impulsar las maltrechas cuentas de resultados a base de comisiones.

Banca Comisiones bancarias CNMV Sebastián Albella
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