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Los accionistas del Banco Popular sufrirán una dilución... y seguramente más caídas
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LOS ANALISTAS ADVIERTEN: VIENEN TIEMPOS DUROS

Los accionistas del Banco Popular sufrirán una dilución... y seguramente más caídas

La ampliación de capital del Popular diluirá aún más a los accionistas, que ayer sufrieron una pérdida del 26,49%... y que deben prepararse para más porque el valor está caro

Foto: Un panel de la Bolsa de Madrid muestra el desplome del Popular a media sesión de ayer. (EFE)
Un panel de la Bolsa de Madrid muestra el desplome del Popular a media sesión de ayer. (EFE)

A pesar de los denodados esfuerzos de los gestores del Banco Popular por justificar la macroampliación de capital con brillantes previsiones de futuro, los 270.000 accionistas de la entidad no tienen ningún motivo de alegría. Aparte de que van a volver a verse diluidos de forma brutal por tercera vez en menos de cuatro años -el número de acciones se duplica, pero el valor del banco no es el doble-, sufren unas pérdidas del 42,18% en 2016, que superan el 60% en los últimos 12 meses. Pero, además, deben prepararse para más caídas según los analistas, porque el valor cotiza con prima respecto al sector a pesar del batacazo de ayer (del 26,49%). Es más, deben despedirse del dividendo este año y posiblemente el próximo, ya que la entidad puede dar unas pérdidas de hasta 2.300 millones.

[Lea aquí: Banco Popular se blinda con la ampliación para no ser fagocitado en una fusión hostil]

Para entender la nueva situacion bursátil del Popular, hay que hacer algunos números. El primero es el valor de la acción excluyendo el derecho de la ampliación, lo que se conoce como TERP ('Theoretical Ex-Rights Price'), que se calcula sumando la capitalización del banco más el importe de la ampliación dividido por el nuevo número de acciones. Esto da 1,80 euros aproximadamente en el caso del banco que preside Ángel Ron, algo por encima de donde cerró ayer (1,732). Es decir, este valor justifica por sí solo la caída de ayer, que no fue mayor porque este valor teórico es inferior al de las acciones viejas pero superior al de las nuevas, de 1,25 euros.

¿Y ese 1,80 es un precio caro o barato? Pues hay que compararlo con el nuevo valor en libros que va a tener el Popular tras la ampliación que, como su nombre indica, incrementa su capital. Este valor en libros (tangible, que es como se miden ahora estas cosas) es de 2,17 euros, según los primeros cálculos de los analistas. Luego a 1,80 euros, la acción estaría cotizando a 0,8 veces su valor en libros, un nivel comparable con el del Santander o el BBVA y muy superior a las apenas 0,4 veces en que cotizaba antes de la ampliación. Y aunque los saneamientos que va a acometer gracias a esta operación han sido muy bien recibidos, no justifican que cotice con esa prima respecto al sector. "No está barato", sentencia un gestor de fondos especializado en banca.

¿Por qué no bajó más el jueves?

La consecuencia lógica es que el Popular debería seguir cayendo en bolsa hasta alcanzar un nivel de valoración no tan deprimido como el anterior a la ampliación pero tampoco tan elevado como el actual. ¿Y por qué no lo hizo ya ayer, es decir, por qué no cayó más y se adaptó directamente a ese valor? Según los operadores del mercado, porque muchos inversores que tenían posiciones bajistas (estaban cortos) las cerraron para embolsarse los extraordinarios beneficios que lograron con el desplome de ayer. Para cerrar los cortos hay que recomprar las acciones, lo que hace subir su precio o, como en este caso, detiene la caída. Los principales fondos que estaban cortos en el valor hasta ayer eran Odey, Oceanwood y BlackRock.

Estos inversores ya realizaron ayer sus plusvalías, con lo que probablemente los descensos puedan retomarse al no existir ese freno. No obstante, tampoco se puede descartar cierto rebote de corto plazo antes de seguir bajando provocado por los oportunistas que buscan una ganancia rápida ('a quick buck' según la expresión inglesa) tras un desplome de esta magnitud. Pero estas compras tiene una vida muy corta, de ahí que después las valoraciones se suelan imponer en el mercado.

Adiós al beneficio de un año... o dos

Pero los accionistas del Popular todavía tienen más preocupaciones por delante. El banco explicó ayer que piensa acometer saneamientos por 4.700 millones para alcanzar una tasa de cobertura de los activos tóxicos (crédito moroso e inmuebles adjudicados) del 50% frente al 40% actual. Pero si la ampliación solo recauda 2.500, entonces faltan otros 2.200. ¿De dónde van a salir? Pues del beneficio del banco, que se va a destinar a estos saneamientos. Y como con eso no será suficiente ni de lejos -en 2015 ganó 105,4 millones-, lo más probable es que el Popular registre importantes pérdidas al menos este año.

La propia entidad reconocía esta situación en la presentación de la ampliación para los inversores, si bien escondida en la parte de abajo de la página 28 y con una letra diminuta: "Ciertas incertidumbres podrían dar lugar a provisiones durante 2016 por un importe de hasta 4.700 millones de euros, principalmente destinadas a crédito e inmuebles, lo que podría ocasionar pérdidas contables (cubiertas, a efectos de solvencia, por el aumento de capital) y la suspensión temporal del dividendo".

Algunos analistas son muy agresivos al estimar estas pérdidas: por ejemplo, Britta Schmidt, de la firma Autonomus, estima que esa pérdida en 2016 será aproximadamente de 2.300 millones, una cifra histórica para la entidad. Y aunque los 4.700 millones serán suficientes para cumplir la nueva norma de provisiones del Banco de España, no contemplan la posibilidad de que el Tribunal de Luxemburgo decrete la retroactividad total de las cláusulas suelo. Por último, si se cumplen los planes de Ron de venta de inmuebles, solo hará falta sacrificar un año de resultados. Pero si no, los de 2017 también se evaporarán. Y ese es un 'big if', como dicen los inversores anglosajones.

A pesar de los denodados esfuerzos de los gestores del Banco Popular por justificar la macroampliación de capital con brillantes previsiones de futuro, los 270.000 accionistas de la entidad no tienen ningún motivo de alegría. Aparte de que van a volver a verse diluidos de forma brutal por tercera vez en menos de cuatro años -el número de acciones se duplica, pero el valor del banco no es el doble-, sufren unas pérdidas del 42,18% en 2016, que superan el 60% en los últimos 12 meses. Pero, además, deben prepararse para más caídas según los analistas, porque el valor cotiza con prima respecto al sector a pesar del batacazo de ayer (del 26,49%). Es más, deben despedirse del dividendo este año y posiblemente el próximo, ya que la entidad puede dar unas pérdidas de hasta 2.300 millones.

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