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Los seis pasos de Irlanda que debería seguir España
  1. Mercados
LOS MERCADOS PREMIAN LAS MEDIDAS ADOPTADAS

Los seis pasos de Irlanda que debería seguir España

Los mercados son soberanos y lo mismo que saben castigar los desvíos, premian los méritos. Es por ello que Irlanda está recogiendo los frutos de sus

Foto: Los seis pasos de Irlanda que debería seguir España
Los seis pasos de Irlanda que debería seguir España

Los mercados son soberanos y lo mismo que saben castigar los desvíos, premian los méritos. Es por ello que Irlanda está recogiendo los frutos de sus sacrificios y la rentabilidad del bono ya cae por debajo del 6% de la española, los seguros frente al impago bajan hasta el mismo nivel y todo lo que ha venido recibiendo de la troika desde que el país fue rescatado en 2010 son palmaditas en la espalda. Irlanda, que hoy vuelve por sorpresa a financiarse en mercado, se ha convertido en un ejemplo a seguir del que España debería tomar buena nota.

1. Saneamiento total del sistema financiero

En 2007, la burbuja inmobiliaria de Irlanda no era menor que la de España. La diferencia entre ambos países radica en que los primeros prefirieron hacer saltar de primeras el sistema, aireando todas las vergüenzas de sus entidades, creando un banco malo, nacionalizaciones, test de estrés creíbles realizados por la troika en colaboración con auditoras independientes y los reguladores del país, y los segundos taparon el problema.

El resultado es que Irlanda comenzó a construir de cero hace año y medio y España está empezando a hacer los deberes. “Irlanda sacó todos sus bancos de bolsa, limpió la exposición al ladrillo de una vez y radicalmente, hizo ampliaciones de capital muy relevantes y se tomaron decisiones duras de recapitalización de una sola vez”, explica a Cotizalia.com Daniel Lacalle, gestor de Ecofin.

2. Intervención de la troika

No obstante, el rescate de la banca irlandesa tuvo un precio muy elevado a pagar. Recibió 85.000 millones de euros y la inyección de dinero público en el sector supuso un 40% del PIB del país en aquel momento. La nacionalización del Anglo Iris Bank disparó el déficit hasta el 32%.

A partir de ese momento, Irlanda ha ido siguiendo a pies juntillas el guión marcado por Bruselas, de manera dócil por muy duras que las medidas impuestas fueran. ¿El resultado? El déficit fiscal de Irlanda se redujo al 9,4% del PIB en 2011, por debajo de las estimaciones presupuestarias, del techo fijado por la troika en el 10,6% e, incluso, de las previsiones del Fondo Monetario Internacional.

3. Fuertes recortes en la administración pública

Parece que la palabra funcionario es sinónimo de intocable. Sin embargo, al gobierno irlandés no le dolieron prendas en meter mano a uno de los sectores más complicados, el de la administración. El país ha anunciado una reducción en 23.500 empleados públicos hasta 2015, lo que supone el despido de uno de cada diez trabajadores de la administración.

Si bien es verdad que a diferencia de España, donde la tasa de paro supera el 24%, Irlanda todavía tiene margen de maniobra con un desempleo del 15% de la población activa.

"Las medidas de ajuste público tienen mucho componente de recorte de gasto", asegura Alberto Matellán, director de macroeconomía y renta fija de Inverseguros. "Eso es lo que falta aquí, donde la mayoría se ha afrontado por el ingreso".

4. Reducción de las pensiones y aumento de la edad de jubilación

Más allá de las grandes teorías económicas, el sentido común dicta que para poder reducir el déficit hay que recortar por un lado y recaudar por otro. De esta manera, una de las medidas más polémicas que se han ido adoptando en los países europeos afectan directamente a los jubilados.

Irlanda ha hecho lo que ningún gobierno quiere tocar: reducir las pensiones hasta un 10%, a la vez que ha proyectado un aumento progresivo para la edad de jubilación hasta que alcance los 68 años en 2028

5. Aumento generalizado de impuestos

Otras de las medidas recaudatorias del país pasan por la subida de impuestos, tanto directos como indirectos. Por ejemplo, el Estado ha aumentado las tasas universitarias en un 25%, mientras que en España la subida contemplada va a variar dependiendo de la comunidad autónoma entre un 15% y un 25%.

Además, se ha creado un impuesto de 100 euros para aquellos ciudadanos que tienen casas en propiedad, mientras que en nuestro país se ha llevado a cabo una revisión del IBI, y el final del agua potable gratuita. De hecho, se espera que a partir de 2014 comiencen a funcionar los contadores en las casas.

6. Rechazó subir el impuesto de sociedades

Sólo ha habido un aspecto en el que Irlanda se ha rebelado ante la troika y este pasaba por la subida del impuesto de sociedades y la jugada le ha salido bien. Aunque poco, lo cierto es que las exportaciones crecieron en 2011, en 0,7 puntos. Además se ha convertido en el séptimo país europeo por inversión extranjera directos, con 186 nuevos proyectos en 2011.

"Una de las cosas que permite el crecimiento de Irlanda es su gran apertura y su competitividad, sobre todo en temas fiscales" explica Matellán. "En España, la apertura al exterior está tomando forma, de hecho, está ganado cuota exportadora con muchísima fuerza, por lo que, desde ese punto de vista, vamos bien".

Pero cuidado, podría no ser oro todo lo que reluce. Lo cierto es que aunque Irlanda está saliendo beneficiada en los mercados de deuda, si se atiende a su Producto Nacional Bruto, el país no está tan bien como aparenta, con caídas del 3%, mientras que la deuda pública puede alcanzar el 130% este año.

"El mercado no entiende la economía Irlandesa, que es un paraíso fiscal con seguridad jurídica europea", asegura a Cotizalia.com José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Si quitas a las grandes multinacionales que están instaladas en su territorio y que son las que sostienen el PIB, ¿qué queda? Sólo se que llevan dos años sin emitir deuda, mientras nosotros estamos emitiendo a diez años".

Los mercados son soberanos y lo mismo que saben castigar los desvíos, premian los méritos. Es por ello que Irlanda está recogiendo los frutos de sus sacrificios y la rentabilidad del bono ya cae por debajo del 6% de la española, los seguros frente al impago bajan hasta el mismo nivel y todo lo que ha venido recibiendo de la troika desde que el país fue rescatado en 2010 son palmaditas en la espalda. Irlanda, que hoy vuelve por sorpresa a financiarse en mercado, se ha convertido en un ejemplo a seguir del que España debería tomar buena nota.