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Llegó la hora de las OPVs: las renovables calientan motores
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Llegó la hora de las OPVs: las renovables calientan motores

Después de una larga travesía por el desierto, los mercados llevan siete meses disfrutando de un oasis de optimismo que les ha permitido suavizar el recuerdo

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Llegó la hora de las OPVs: las renovables calientan motores

Después de una larga travesía por el desierto, los mercados llevan siete meses disfrutando de un oasis de optimismo que les ha permitido suavizar el recuerdo de las horas más negras de la crisis. La alegría es contagiosa. Las empresas comienzan a asomar el hocico de sus madrigueras y el parqué madrileño ha sacado del trastero la olvidada campana con la que acostumbraba a recibir a aquellas compañías que se aventuraban a captar financiación en la Bolsa.

Este mes de julio, Zinkia y el Grupo San José han sido los encargados de romper el hielo tras año y medio de sequía en el ámbito de las Ofertas Públicas de Venta (OPVs). Para encontrar una foto de una compañía española poniéndose de largo en la plaza de la Lealtad hay que remontarse a diciembre de 2007 con el presidente de Vértice 360, José María Irisarri, presionando la campana “virtual” ante un auditorio de periodistas, inversores y analistas. Se decía así adiós al ejercicio más activo en salidas a bolsa desde 2000.

No obstante, ha llegado el momento de recuperar las viejas costumbres. Una vez pasada la tormenta, los supervivientes necesitan recuperar ingentes cantidades de liquidez para consolidarse en el ámbito empresarial. El problema es que el fantasma de las turbulencias financieras sigue planeando sobre nuestras cabezas y el grifo del crédito todavía no se ha abierto.

Las renovables vienen pegando fuerte

Los dos primeros nombres que ha saltado a los papeles han sido el del fabricante de envases metálicos en manos de CVC Capital Partners, Misiva y el grupo tecnológico de reservas de viajes Amadeus –propiedad de varios fondos de inversión y aerolíneas entre las que se encuentran Air France y Lufhthansa-.

Pero el mercado apunta a que el protagonista en los próximos meses va a ser el sector de renovables. Y es que, la referencia para compañías con este perfil, Iberdrola Renovables, se ha puesto en valor. Si bien es cierto que ni de lejos ha recuperado lo perdido en bolsa desde su colocación a 5,3 euros –el viernes cerró en los 3,35 euros- la filial de la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán se ha consolidado en el mercado con una capitalización de algo más de 14.000 millones.

En este sentido, analistas aseguran a Cotizalia.com que alrededor de 6 constructoras con vehículos de renovables están estudiando su colocación en el mercado. Isolux, Elecnor y Acciona son tres firmes candidatas para llevar a cabo la escisión de su sección de renovables. Y es que “estas áreas tienen mucha deuda y quieren sacarlas para obtener liquidez, por un lado, y no tenerlas en su hoja de balance, por el otro”, explican esas mismas fuentes.

Las compañías necesitan hacer caja

Una vez superada la crisis, “se quiere dinero para comprar a la competencia, llevar a cabo fusiones, consolidarse y, en definitiva, crecer”, explica a Cotizalia.com Javier Toro, director de Corporate de One to One. “Para los próximos meses se están preparando vehículos de inversión diferentes porque ya no se financia a crédito, ahora se hace a través de equity. Estamos viendo, sobretodo, empresas que están estudiando el MAB (Mercado Alternativo Bursátil) como alternativa a sus inversiones”, añade.

A esto hay que sumar que en las empresas “hay muchos inversores prisioneros del día en el que invirtieron en una compañía con la esperanza de salir a bolsa y ha llegado el momento”, asegura Toro.

Patricia Mata, de CMC Markets, va un paso más allá. Según la analista, “las OPVS en Europa han descendido drásticamente con respecto al año anterior. Es el año de las exclusiones de bolsa como consecuencia a la baja valoración de las empresas y la falta de liquidez. El mayor inconveniente en este sentido sería lograr la financiación para poder llevar a cabo la operación.” Por ello, para Mata “la única solución serían nuevas salidas al Mercado Continuo e incluso al Mercado Alternativo Bursatil (MAB), como en el caso de Zinkia. Ante esta situación, considero que pueden aumentar el número de M&A.”

No en vano, la bolsa sigue yendo hacia arriba y cabe pensar que todavía el rally alcista va a aguantar un poco más. Desde los mínimos de marzo, el Ibex ha subido más de un 70% y las empresas no quieren perderse la fiesta.

“Sin lugar a dudas, el sector de las OPVs se va a reactivar y el momento es ahora”, afirma a Cotizalia.com Manuel Romera, director del área financiera del IE Business School. “La economía global se empieza a recuperar, el empleo también y la probabilidad de subida de la Bolsa es brutal,” explica. “Por rigor e imagen, para las compañías el momento de salir a bolsa es cuando el mercado sube y subir con él”.

Pero nunca llueve a gusto de todos. Los hay que se muestran todavía prudentes y pisan un poco el freno del optimismo desmedido. Para Alberto Roldan de Inverseguros “todavía es complicado. A un plazo de 6 a 8 meses no hay nada en el horizonte que pueda hacer pensar en ello”. En este sentido, Roldán explica a Cotizalia.com que “el mercado aún está muy seco. Hay una guerra de pasivos entre bancos brutal, sobreoferta de preferentes y es complicado apretar a los inversores”.

En cualquier caso, lo que está claro es que comienza a reactivarse el apetito por entrar a bolsa. El mercado está subiendo y compañías e inversores quieren comenzar a saborear de nuevo las mieles de los tiempos pre-crisis. Sin embargo, será un largo camino a recorrer hasta lograr los niveles de antes. El Ibex todavía se encuentra lejos de sus máximos y habrá que esperar a ver si es capaz de romper definitivamente los 12.000 puntos y aguantar el tirón.

Después de una larga travesía por el desierto, los mercados llevan siete meses disfrutando de un oasis de optimismo que les ha permitido suavizar el recuerdo de las horas más negras de la crisis. La alegría es contagiosa. Las empresas comienzan a asomar el hocico de sus madrigueras y el parqué madrileño ha sacado del trastero la olvidada campana con la que acostumbraba a recibir a aquellas compañías que se aventuraban a captar financiación en la Bolsa.

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