Los vocales críticos del CGPJ no reúnen apoyos para tumbar a Dívar el sábado

La reprobación a la conducta de Carlos Dívar es mayoritaria entre los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pero no todos están dispuestos a pedir su dimisión en el pleno extraordinario convocado para mañana sábado. En esta situación, la decisión última sobre su renuncia depende del propio presidente, que poco a poco ha ido perdiendo apoyos en el Gobierno y el PP, que tras semanas oponiéndose a su comparecencia en el Congreso ha aceptado que lo haga ante la Comisión de Justicia.

La asociación progresista Jueces para la Democracia (JD), en la que militan cuatro de los cinco vocales que han solicitado públicamente su dimisión, cree que es prácticamente imposible sumar ocho votos más (las 3/5 partes del Consejo) para forzar su marcha. La conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), a la que pertenecen seis vocales, critican sin ambages a Dívar, pero no es partidaria de pedir su dimisión para no perjudicar aún más la imagen de España en el exterior.

Que los cuatro vocales de JD (Margarita Robles, Félix Azón, Carles Cruz e Inmaculada Montalbán) y José Manuel Gómez Benítez van a exigir su dimisión es una obviedad, porque son ellos los que han forzado la convocatoria del pleno para forzar su marcha. Otro vocal de JD, Miguel Carmona, no se ha adherido a la petición. Joaquim Bosch, portavoz de la asociación, manifestó a este diario que la continuidad de Dívar perjudica la imagen de la  Justicia y respalda la petición de dimisión de sus vocales.

La duda es la posición que adoptarán los vocales de la APM. Si mantendrán el apoyo que le brindaron en el pleno extraordinario del 24 de mayo, o modificarán su postura a la vista de los nuevos datos sobre la conducta del presidente que se han conocido desde entonces. Pablo Llarena, portavoz de la APM, dijo a este diario que el voto de los vocales que militan en la asociación es personal y de su exclusiva responsabilidad. “La conducta de Dívar es éticamente irresponsable –dice Llarena-. La única razón por la que no pedimos su dimisión es porque la situación política actual obliga a ser responsables institucionalmente para no perjudicar más la imagen exterior de España”.

El pleno se iniciará a las 11 horas de la mañana del sábado con el único orden del día de abordar la situación del CGPJ. Lo previsible es que el presidente haga una breve exposición y, a continuación, los vocales que le reprueban expliquen las razones por las que solicitan su dimisión, que no serán muy distintas de las que ya han expuesto en público. Después será el turno de los consejeros que quieran intervenir.

La Ley del Poder Judicial establece en su artículo 126 que el presidente del CGPJ solo cesará por haber expirado su mandato, por renuncia o a propuesta del pleno del Consejo por causa de notoria incapacidad o incumplimiento grave de los deberes del cargo apreciada por tres quintos de sus miembros.

Si Dívar aguanta en el cargo será el encargado de cumplimentar al Rey Juan Carlos en los actos conmemorativos del Bicentenario del Tribunal Supremo (TS) previstos para el lunes 18.