Cuánto cuesta una 'flagship': Inditex invierte 600 millones en transformar sus tiendas

El buque insignia de la moda española, Inditex, inaugura hoy en Madrid la mayor tienda Zara del mundo, un establecimiento que simboliza como ningún otro la clara apuesta del grupo gallego por las denominadas 'flagships' o megatiendas, tendencia que están siguiendo todos sus competidores.

Pero no es el único hito del gigante de la moda en este viernes. A 1.270 kilómetros de la capital, en París, también reabre hoy sus puertas del nuevo Zara de Opéra, un establecimiento con mucha historia para la firma, ya que fue el primero que tuvo en el país vecino, y supuso su tercer desembarco internacional.

Ubicado en pleno centro de la capital del Sena, frente al Palais Garnier y a pocos metros de la Iglesia de la Madeleine, la nueva 'flagship' es un símbolo de la transformación que están viviendo muchos de los establecimientos de la cadena, cuyas privilegiadas ubicaciones, auténtica seña de identidad de la casa, Inditex quiere salvaguar sin renunciar por ello a convertirlas en megatiendas.

La transformación de los establecimientos tradicionales en auténticos palacios de la moda lleva detrás una millonaria inversión que solo el pasado ejercicio ascendió a 600 millones de euros. Este fue el cheque que destinó el 'holding' de Arteixo a reformar y ampliar 424 tiendas de todo el mundo, el 6% del total de sus establecimientos.

Para hacerse una idea de la importancia que está dando Inditex a esta metamorfosis, basta recordar que esta cifra representa el 42% de los 1.432 millones que destinó a inversiones, lo que en la jerga financiera se conoce como 'capex'.

En esta cantidad, por tanto, no están incluidos los nuevos establecimientos que el grupo sumó a su red el pasado ejercicio, cifra que Inditex ha declinado desvelar, pero sí aquellas nuevas aperturas que han procedido de la ampliación y mejora de un establecimiento anterior, y que reflejan el gran esfuerzo financiero que está llevando a cabo para adaptarse a la nueva realidad de un negocio condenado a reinventarse por el impacto del comercio electrónico.

Entre las principales reaperturas que llevó a cabo Inditex el año pasado destaca la 'flagship' de Zara en el barrio de Shinjuku, una de las zonas comerciales más importantes de Tokio (Japón), donde la anexión de una nueva planta permitió ampliar hasta 2.300 metros cuadrados la superficie del establecimiento.

La transformación de estas tiendas va más allá de incrementar su superficie, es todo un ejercicio de rehabilitación tanto de los materiales utilizados, esfuerzo dirigido a contar con tiendas cada vez más ecoficientes, como de la creciente apuesta por nuevas tecnologías y de un diseño de establecimiento dirigido a vender experiencias, no solo ropa.

En el caso de Shinjuku, Inditex ha vestido la fachada con una pantalla curva de led, donde se muestran vídeos con las últimas tendencias, y ha rehabilitado todo el inmueble para reducir el consumo energético en un 30%, y en un 40% el de agua, frente a locales tradicionales.

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Otro significativa transformación que llevó a cabo el grupo en la recta final del pasado ejercicio fue el Zara ubicado en la confluencia de las calles Randolf y N. State Street de Chicago (Estados Unidos), ampliación que le ha permitido superar los 3.000 metros cuadrados.

En el caso de Bershka, la reaperturas más significativas fueron las de sus 'flagships' en Oxford Street (Londres, Reino Unido), Vía Vittorio Emanuelle (Milán, Italia), Nanjing East (Shanghái, China) o Gran Vía (Madrid, España); mientras que Uterqüe, la cadena de más alta gama del grupo y a la que más le está costando encontrar su hueco, lleva dos años inmersa toda ella en una profunda transformación de toda su red.