El búnker de Ana Patricia Botín: calma en las inmediaciones de la sede del Santander

Viernes 03 de marzo, sede central del Banco Santander. Hace escasos minutos, la Guardia Civil ha llegado a las instalaciones que la entidad posee en Boadilla del Monte para realizar un registro relacionado con una investigación por blanqueo de dinero sobre el HSBC. La situación podría ser tensa de puertas para dentro, pero sólo eso: en las inmediaciones de la 'Ciudad Financiera' parece que se trata de un día cualquiera.

Y es que las instalaciones del banco presidido por Ana Patricia Botín son un búnker. Desde el exterior de la sede nada haría creer que en su interior se está llevando a cabo un registro policial. Ni coches de policía, ni sirenas, ni curiosos merodeando. Ni tan siquiera la prensa se abarrota en su exterior, consciente de que el foco de la información se encuentra varios kilómetros de puertas para adentro. No hay fisuras.

La vigilancia en las puertas de entrada no dista de la que habitualmente se puede ver. Como es sabido, para poder acceder a su interior se debe tener la pertinente acreditación que lo permita, para lo que varios agentes de seguridad trabajan en sus puertas. Como si fuera un día más, el protocolo es exactamente igual, ni tan siquiera se ha reforzado, lo que ofrece una imagen de normalidad total desde la calle.

El propio diseño de la 'Ciudad Financiera del Santander' provoca que, desde el exterior, no se perciba ni un ápice de nerviosisimo o intranquilidad. No sólo incluye 20 edificios en su interior, sino que ocupa una extensión total dede 250 hectáreas. O, lo que es lo mismo, el enorme tamaño que abarca y la distancia de las edificaciones con respecto a la barrera de entrada, dan lugar a que la sensación sea de calma chicha.

La investigación que se está llevando a cabo en el interior de la sede del Santander está relacionada con la Lista Falciani, publicada en exclusiva por El Confidencial en España. Horas después, la propia entidad confirmaba que "se ha recibido una petición de información sobre movimientos de determinadas cuentas corrientes entre entidades, que el banco está atendiendo suministrando todos los datos disponibles".

Se trata, concretamente, de un "requerimiento, subsidiario de registro, en la sede del Banco Santander en Boadilla en relación con determinadas cuentas corrientes de las que el juzgado pide información en el marco de la investigación de la llamada Lista Falciani", según han confirmado fuentes oficiales. Desde el exterior, nada hace indicar que se esté llevando una investigación en la calle. La sede del Santander es un búnker.