Detecsa cae víctima de la demolición inmobiliaria y presenta suspensión de pagos

Demoliciones Técnicas SA. (Detecsa), empresa madrileña líder en el mercado de la rehabilitación inmobiliaria, ha entrado en fase de derribo con la presentación del concurso de acreedores ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con sus bancos acreedores. El auto de suspensión de pagos fue presentado el pasado miércoles día 16 y admitido a trámite ese mismo día por el Juzgado Mercantil número 3 de Madrid.

La voladura controlada de Detecsa viene a representar el colofón de la gran crisis inmobiliaria que se ha llevado por delante a las principales compañías promotoras del país. El llamado grupo de inmobiliarias por la excelencia que apadrinó a los antiguos reyes del ladrillo hace tiempo que pasó a la historia. Ahora es otra empresa auxiliar del puro negocio de la construcción la que se va a pique dejando tras de sí una estela de ‘números rojos’ con más de una decena de entidades financieras, incluyendo la gran banca española.

Aunque la cifra exacta del endeudamiento acumulado no ha podido ser confirmada en medios de la compañía dada la imposibilidad de contactar con ningún portavoz de Detecsa, lo cierto es que la empresa más importante especializada en demoliciones de edificios llevaba tiempo luchando contra la insolvencia en una situación de crisis que había sido denunciada por sus propios trabajadores. Los problemas de Detecsa han sido expuestos con cierta insistencia en los foros de impagados que interactúan a través de internet, con advertencias que aludían a las complicaciones de la empresa para hacer frente a los pagos.

El procedimiento de suspensión de pagos ha provocado la inmediata intervención judicial de la compañía con el nombramiento de administradores concursales. El despacho Lexaudit&Concursal será a partir de ahora el encargado de tomar las riendas de la empresa que preside Félix Prudencio, uno de los principales contratistas de las grandes obras de demolición y rehabilitación en nuestro país. Detecsa lleva cuarenta años trabajando en la deconstrucción, rehabilitación y consolidación de edificios, así como en la demolición industrial y más recientemente se había especializado en el desmantelamiento de instalaciones nucleares.

Detecsa ha llevado a cabo proyectos tan estelares como la demolición del complejo Canalejas, el Edificio España o el desmantelamiento de la central de Zorita

Entre los principales proyectos que forman parte de las referencias más actuales de la compañía se incluye la demolición de la Manzana de Canalejas, delimitada por la Carrera de San Jerónimo y las calles de Alcalá y Sevilla, con una superficie construida de casi 40.000 metros cuadrados. El plan de remodelación de este conjunto arquitectónico adquirido por el Grupo Villar Mir al Banco Santander ha sido motivo de una fuerte polémica urbanística en la capital de España aunque la suspensión de pagos de la empresa encargada de la demolición se produce cuando todo el complejo inmobiliario ha sido completamente derribado.

Otra de las operaciones emblemáticas de Detecsa fue la demolición de los antiguos edificios de Repsol y la Mutua Madrileña en Juan Bravo, 3. El proyecto estaba llamado a convertirse en el sueño inmobiliario del naviero del célebre empresario naviero y vicepresidente del Real Madrid, Fernando Fernández-Tapias, quien había previsto el desarrollo de una promoción residencial de viviendas de lujo. Fefé adquirió los inmuebles junto con su socio Rafael Ortiz pero la crisis echó por tierra las expectativas del negocio que al final fue vendido a la socimi Lar en sociedad con la gestora Pimco.

Además de otros trabajos como el derribo de estructuras para la nueva seda del BBVA en Las Tablas o la demolición de interiores del Edificio España, el célebre rascacielos adquirido por el magnate chino Wang Jianlin, la empresa que acaba de entrar en concurso de acreedores fue también la encargada de llevar a cabo la voladura de la antigua Maternidad de la calle O’Donnell. Detecsa realizó también las obras de emergencia en el aparcamiento de la T4 de Barajas tras el mortal atentado en la víspera de la Nochevieja de 2006. Además ha sido la compañía responsable de todo el desmontaje de equipos y acondicionamiento civil del edificio de turbina de la central de Zorita.