Telefónica emite 3.000 millones de deuda para conquistar el Reich alemán con KPN

Telefónica espera recuperar de Alemania lo que la primera economía de Europa le quitó hace trece años. La operadora española ha cerrado la compra de E-Plus, la filial germana de KPN, para convertirse en el primer operador de telefónica móvil del país teutón, una maniobra con la que César Alierta se resarce de los 5.000 millones de euros que se esfumaron en la compra de las licencias de UMTS en el año 2000.

Los consejos de administración de Telefónica Deutschland y KPN han aprobado hoy la fusión de sus negocios en Alemania para crear una compañía que tendrá el 38% de la cuota de mercado, por encima del líder actual, Deutsche Telekom, y del segundo del ranking, Vodafone. Telefónica, que a través de O2 Germany acaparaba el 17% del negocio celular, ocupaba el cuarto lugar.

Anoche se estaban negociando los últimos flecos y la operación ya ha sido comunicada oficialmente esta mañana. La transacción consiste en una ampliación de capital que suscribe tanto Telefónica como KPN y el pago en metálico de una cantidad de la española a la holandesa. Para financiar la operación, que asciende a unos 5.000 millones de euros, de los que la española pagará 4.140 millones, la multinacional presidida por Alierta emitirá un instrumento híbrido por unos 3.000 millones de euros para mantener su 65% del capital. KPN se quedará con el 17% y el restante 17% cotizará en bolsa.

Sin embargo, esta colocación, que será dirigida por Morgan Stanley, Citi, HSBC; UBS y Bank of America Merrill Lynch, apenas afectará al objetivo de deuda del grupo, que se ha propuesta rebajar su apalancamiento hasta los 47.000 millones a finales de año. En concreto, crecerá entre 400 y 500 millones. Según distintas fuentes, la aportación del negocio de KPN compensará el incremento del endeudamiento, por lo que su efecto será neutro. Telefónica ha negociado la estructura financiera de la transacción con las agencias de rating Moody's y Standard & Poor's para evitar que estas firmas le bajen su calificación financiera.

El visto bueno de Moody's y S&P es vital para Alierta, que se ha comprometido públicamente a rebajar la pesada mochila de deuda de Telefónica. La mala salud financiera de la operadora, que hace justo un año tuvo que suspender el pago del dividendo, le llevó a asumir un riguroso plan de venta de activos, además de la salida a bolsa de O2. La oferta de acciones se hizo en octubre de 2012, con la colocación de un 23% del capital por 1.449 millones.

Doble venganza

La OPV se hizo a 5,6 euros por acción, con una gran acogida por parte de los fondos institucionales. Sin embargo, la cotización perdió fuerza con el paso de los meses hasta el punto de que llegó a moverse casi un 10% por debajo del precio de colocación. Ayer recuperó dicho precio, al revalorizarse casi un 7%. Por su parte, KPN subió más de un 12%, mientras que Telefónica se apreció un 1,3%.

La compra de E-Plus es un hito para Telefónica, que ha intentado su adquisición en los últimos seis años. Las conversaciones con la holandesa han sido intermitentes, pero nunca han llegado a buen puerto. El último intento, asesorada como ahora por Morgan Stanley y Citi, fue en mayo del 2012, pero, cuando las negociaciones estaban cerradas, Alierta se topó con la negativa de varios bancos a prestarle el dinero para la financiar la transacción. El que dijo que no con la voz más alta fue Deutsche Bank.

Ahora, el ejecutivo zaragozano se cobra una doble venganza. Por una parte, demuestra al mayor banco alemán que sí tiene crédito en Europa. Por otra, recupera parte de los 5.000 millones que Telefónica perdió con la compra de las licencias de UMTS en Alemania en la época de Juan Villalonga. Aquel pago fue reclamado judicialmente por Alierta, que al poco tiempo de llegar al grupo provisionó esa cantidad hasta dejarla a cero. Sin embargo, la justicia alemana rehusó darle la razón a la compañía española, que con la compra de KPN se convierte en el líder de la telefonía móvil de Alemania.