El oro cotiza ya por debajo de los 1.225 dólares y acumula una caída del 26% en el año

El oro se ha instalada en un tendencia bajista que parece no tener fin. En la sesión del miércoles se dejó un 4,17% y cayó hasta los 1.223 dólares la onza, incrementando así su desplome anual hasta un 26,7% (a principios de año se movía en los 1.673 dólares). Más lejos aún quedan los máximos que marcó en septiembre de 2011, cuando cada onza del metal dorado equivalía a más de 1.900 dólares. Desde entonces, su valor ha caído un 35,4% y se mueve en cotas que no conocía desde septiembre de 2010.

Detrás de estas importantes caídas, que se han acentuado en los últimos meses, está las mismas instituciones que han provocado que el mercado de deuda mundial suba con fuerza y que los principales parqués bursátiles cedan terreno: los bancos centrales. El oro ha sido uno de los principales beneficiados de las inyecciones 'artificiales' de liquidez que, en el caso de la Reserva Federal, por ejemplo, suponen la entrada de 85.000 nuevos millones de dólares al mes en la economía estadounidense. 

 

Sin embargo, el anuncio del presidente de la Fed, Ben Bernanke, afirmando que, si la economía de Estados Unidos sigue dando señales positivas, las políticas de estímulo irán remitiendo, ha hundido al oro. Tampoco ha ayudado la decisión, posteriormente matizada, del Banco de China de no inyectar liquidez en el sistema para eliminar las dudas que sobrevuelan la economía asiática. El resultado de la suma de estos dos factores ha dado como resultado que en el presente mes, la materia prima ha perdido un 11,5%.

Y lo peor parece que aún está por llegar. En opinión de Goldman Sachs, las ventas de los inversores se mantendrán durante todo el año y, según señala la firma, el valor del oro caerá otro 18% hasta final de año. 

La caída de la plata es mayor

Pero el oro no es la única materia prima que está sufriendo las ventas de unos inversores que ven con temor la cada vez más probable (y cercana) reducción de liquidez. La plata perdió más de un 5% en la sesión del miércoles y, de las últimas ocho jornadas, son siete las que ha cerrado en números rojos. De esta manera, su pérdida de valor durante el mes de junio es cercana al 17%.

En términos anuales, su caída es superior al 38%, y desde agosto de 2010 el retroceso es del 61,4%. En aquella fecha la planta marcó su máximo histórico, llegando a los 48,44 dólares la onza. Ayer, al cierre de sesión en Estados Undiso, se movía en los 18,66 dólares.