Las cajas buscan una salida para su banco EBN tras la desbandada de directivos

Despidos inesperados y desbandada generalizada. EBN Banco debate desde hace un par de meses su futuro más inmediato y la viabilidad de su modelo de negocio como banco controlado por un grupo de cajas de ahorro. Creado en 1991 por CAM, Unicaja, Ibercaja y Caja Duero, a las que luego se unió Sa Nostra, para realizar actividades de banca de negocios, la firma dirigida desde hace 21 años por Teófilo Jiménez ha iniciado una oleada de despidos entre su plantilla, de cerca de 70 trabajadores, hasta el punto de vaciar de empleados algunos de sus departamentos o áreas de negocio, según fuentes no oficiales vinculadas al banco.

Las marchas recientes más significativas afectan a primeros directivos de EBN. En lo que va de año, el sempiterno Teófilo Jiménez ha prescindido de varios pesos pesados, como José María Rodríguez Noval, director de Sector Público y anterior director de Tesorería y Mercado de Capitales, que atesoraba cerca de 20 años de antigüedad en la casa; Luis Alfonso Martín, máximo responsable de Fusiones y Adquisiciones y yerno de Ildefonso Ortega, el que fuera director general de CCM hasta su intervención; y Manuel de la Torre, jefe de financiación de Pymes, que se incorporó al banco en 2007 proveniente de Barclays.

Otra de las áreas que ha quedado bajo mínimos es el brazo de inversión del propio banco. En las últimas fechas, ante la falta de perspectivas existente, la gestora de fondos ha sufrido las bajas voluntarias de los directores de inversión Alberto Alonso, nuevo responsable financiero de Correos, y de Emilio Escartín, que se desvinculó el pasado mes de junio. La gestora de fondos de capital riesgo -Alisma y Vaccaria- afronta la complicada situación de varias de sus participadas, que forman una cartera de once compañías, entre cotizadas (Europac o Vértice 360) y grupos industriales (Arco Bodegas o García Carrión).

Estas bajas no son más que la continuación de otras que se produjeron con anterioridad. A comienzos de año abandonó el barco de EBN el responsable de financiaciones estructuradas, Basilio Guerrero, que prefirió enrolarse en las tropas de Acciona para trabajar en EEUU. Algún tiempo antes, durante 2011, también dejó la entidad la analista de la gestora de capital riesgo Marta Soriano, un cargo menor si no fuera porque se trataba de la hija de Javier Soriano, el que fuera consejero delegado de EBN Banco hasta septiembre de 2009 y ahora enfrentado al propio Teófilo Jiménez por su acaparamiento de poder tras su marcha. 

Mientras tanto, el proceso de concentración en el sector financiero ha hecho que el accionariado varíe sustancialmente en los últimos meses, siendo ahora las entidades de referencia la aragonesa Ibercaja, la malagueña Unicaja, que a su vez ha absorbido a otro accionista como Caja Duero (fusionada con Caja España), Sabadell como nuevo propietario de CAM, accionista original, y el grupo financiero BMN, fusión a cuatro liderada por Caja Murcia en la que se integró la mallorquina Sa Nostra. Este nuevo mapa y las prioridades operativas impuestas a todo el sector financiero complican su futuro en EBN.

De momento, las antiguas cajas buscan un inversor que les releve como accionistas. Incluso ha llegado a sonar ya el nombre de algún banco brasileño como candidato. En cualquier caso, algunos de los lastres que acumula EBN, tanto en su cartera de crédito como en sus inversiones directas (Reyal Urbis, Hansa Inmobiliaria, Isolux, Deóleo, Pescanova, La Seda…) complican el atractivo de una posible operación. Además, queda por resolver el papel a jugar por Teófilo Jiménez, que ha ejercido como primer ejecutivo de un proyecto que quiso seguir los pasos de Ahorro Corporación, su antigua casa, y que puede correr su misma suerte.