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Eléctricas y renovables redoblan sus presiones ante un Gobierno dividido
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BLOQUEO EN EL IMPUESTAZO AL SISTEMA ENERGÉTICO

Eléctricas y renovables redoblan sus presiones ante un Gobierno dividido

Máxima tensión dentro del Gobierno. A tres días del próximo consejo de ministros, las dudas dentro del Ejecutivo sobre cómo tiene que ser el nuevo modelo

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Eléctricas y renovables redoblan sus presiones ante un Gobierno dividido

Máxima tensión dentro del Gobierno. A tres días del próximo consejo de ministros, las dudas dentro del Ejecutivo sobre cómo tiene que ser el nuevo modelo impositivo sobre el sector energético siguen sin despejarse. El presidente Mariano Rajoy sigue sin tener claro cuál de las dos corrientes internas, la defendida por el ministerio de Industria o la de Hacienda, debe imponerse. Mientras, en ese ínterin, cada uno de los operadores del sector energético ha redoblado sus presiones para tratar de sensibilizar al Gobierno sobre cómo afrontar la subida de impuestos con la que espera atajar el déficit de tarifa.

El retraso de dos semanas puede continuar. Ayer martes, el sector al completo dudaba de que la reforma del sector energético vaya a aprobarse esta semana. Los afectados han pedido tiempo. Tras meses sin interlocución alguna con el ministerio de Industria de José Manuel Soria, que ha diseñado la solución al problema del déficit de tarifa sin negociar con eléctricas y demás productores de energía, las presiones efectuadas por parte de las compañías tras conocer el contenido del borrador que llegó a la comisión delegada el pasado jueves, previo al consejo de ministros, lograron aplazar su aprobación.

Como publicó El ConfidencialIndustria y Hacienda hicieron esfuerzos contrarreloj el jueves por la noche por consensuar el documento de medidas fiscales. Fracasado el envite, falta por ver si la prórroga es un mero trámite o si supone cambios drásticos en la reforma, lo que dejaría al ministro Soria a los pies de los caballos frente al sector y frente al propio Cristóbal Montoro, a quien se atribuye la interferencia última sobre cómo debe resolverse el modelo impositivo que grave a los distintos operadores que configuran el sector energético. Y a este respecto, las diferencias entre ambos ministros parecen lejanas. 

“Hacienda no se fía y quiere cerciorarse de que las nuevas tasas son aplicables dentro de la legalidad. No en vano estamos hablando de gravar el mismo bien con un impuesto diferente en función de cómo se ha generado. Además, Montoro sabe que las eléctricas recurren todo ante los tribunales por sistema. Para Industria la cuestión es diferente. Tiene muchas presiones y frente abiertos, la minería incluida. Su intención era sacar el tema adelante lo más rápido posible”, cumpliendo así con el mandato inicial marcado por el propio Mariano Rajoy, que quería hacerlo incluir con el programa de recortes. 

Desde la semana pasada, todos han escenificado su desacuerdo con las medidas esbozadas. En primer lugar las compañías eléctricas, penalizadas en bolsa, que dejan de ganar dinero en distribución y generación. Según la patronal Unesa, el beneficio neto de las eléctricas en España alcanzó en 2011 los 3.063 millones de euros, cantidad similar a la que el impuesto planteado detraería de su facturación. Los mensajes son continuos y directos. Esta misma semana, Iberdrola y Endesa han dejado caer que renunciarán a la prórroga de la vida útil de la central nuclear de Garoña en caso de salir adelante el impuestazo.

No son los únicos que claman por las medidas en ciernes. Muchos promotores fotovoltaicos, a los que se amenaza con una tasa del 19%, directamente ya se plantean entregar al banco las llaves de los proyectos. También los eólicos han clamado contra la parte del rejonazo que les afecta y han esgrimido que son la tecnología que más carga fiscal soporta. O los termosolares, que a través de su patronal han recordado al Ejecutivo la posible inconstitucionalidad de la nueva medida, precisamente por el grado de desproporción y discriminación que se pretende aplicar en función del tipo de productor energético.

Esta lucha abierta de todos los operadores entre sí y a la vez de todos con el Gobierno ha destapado el juego de intereses que desde la industria se tiene con el poder. De esta manera, mientras los renovables aprecian una capacidad de influencia ilimitada por parte de las eléctricas, que en los últimos meses incorporaron a importantes políticos como asesores (José María Aznar-Endesa) o consejeros (Ángel Acebes-Iberdrola), otros ven en los pujantes termosolares poderes similares, como representaría en el caso de Abengoa el consejero Ricardo Martínez Rico, exsecretario de Estado de Hacienda y exsocio de Montoro.