Ni estímulos ni ajustes: cerrar un año alcista en Wall Street depende de la Super Bowl

Ni anticiparse a las medidas que apruebe el Gobierno, ni mirar con lupa cada palabra de los discursos de Ben Bernanke, ni siquiera aislarse de las dudas de Europa o mentar al estímulo de la QE3. El devenir del Dow Jones en el presente ejercicio depende de lo que hagan los New York Giants en la Super Bowl que se disputa este domingo, según una estadística que cuenta con casi un 80% de acierto.

La condición de esta ‘ley no escrita’ del mercado es muy simple. La Super Bowl, final del fútbol americano para los no entendidos, se disputa entre dos conferencias: la NFC (National Football Conference) y la AFC (American Football Conference). De los resultados históricos se extrae que siempre que el equipo que pertenece a la NFC se lleva el partido, el Dow Jones cierra un año en verde. Por el contrario, si el ganador pertenece a la AFC, los bajistas habrán ganado la partida este año en el índice de industriales.

El próximo domingo a partir de medianoche, hora española, los New York Giants (NFC) y los New England Patriots (AFC) se verán las caras en el Lucas Oil Stadium en Indianapolis en la 46 edición de la final de finales de EEUU. El partido, seguido por más de 111 millones de espectadores en todo el mundo, tiene como claro favorito para las casas de apuestas a los Patriots, lo que propiciaría un final de año en números rojos para el selectivo de referencia estadounidense.

En lo que va de año, el Dow Jones se anota más de un 4% y los analistas consideran que este ejercicio puede suponer un punto de inflexión para que la renta variable estadounidense consiga registrar notables avances. “Si la economía estadounidense consigue aislarse de las tensiones relativas a la deuda soberana europea, todo apunta a que puede ser un año de notables subidas en los principales índices del país”, apuntaban fuentes del mercado consultadas a principio de año.

Una estadística con un 80% de acierto

Más allá de los datos económicos, de lo que no hay duda es de que esta peculiar estadística tiene una considerable fiabilidad, acumulando sólo diez errores en los últimos 46 años. En seis de las últimas diez finales se ha cumplido la máxima y sólo en dos ocasiones en toda la historia de las finales se han encadenado dos o más errores.

El pasado año los Green Bay Packers se hicieron con la victoria contra todo pronóstico frente a los Pittsburgh Steelers, un resultado que se vio respaldado por un repunte del Dow Jones del 5,53% en 2011. Este año el balón dictará sentencia cuando empiece a recorrer yardas en Indianápolis y, si los resultados no acompañan siempre quedará el oro. Cada jugador ganador recibirá un anillo considerado como una de las joyas más valoradas del mundo. Actualmente en el mercado cada onza se paga a 1.760 dólares.