Sexo y deporte: ¿es bueno darse un homenaje antes de competir?

¿Puede convertirse el sexo en nuestro peor enemigo si tenemos un partido al día siguiente? Hay entrenadores que aseguran que resulta contraproducente que sus deportistas mantengan relaciones cuando están concentrados o a punto de competir; ¿está justificada la prohibición? "Esto podría ser un eterno debate. Hay quienes aseguran que el sexo no perjudica a los deportistas durante las competencias y se cuentan con varios estudios que respaldan su hipótesis", dice Verónica Rodríguez Orellana, psicoterapeuta y directora de Coaching Club. "Entre otros, una investigación que se realizó en Estados Unidos en 1995 que puso a prueba la capacidad aeróbica de un grupo de atletas que había tenido sexo en un período inferior a 12 horas previo a la competición. Para sorpresa de muchos, no hubo diferencias en comparación con otros deportistas en abstinencia sexual", añade.

Verónica afirma que "hoy sabemos que competimos con la cabeza, la emoción y el talento; sabemos también que un conflicto con la pareja puede afectar a un deportista, como a cualquier persona, pero también es cierto que existen formas de entrenamiento para poner el foco de atención en lo que en ese momento sea útil e imprescindible: el juego y el rendimiento". La psicoterapeuta entiende que el sexo en sí no influye en el desenlace final de una carrera o un partido. Sí puede convertirse en un problema cuando desconcentra excesivamente por otros motivos que habitualmente tienen más que ver con la parte emocional o excesos que evitan el descanso necesario antes de una competición; también puede ser preocupante si se practica deporte o sexo con el fin de ocultar carencias o inseguridades.

"El sexo no está contraindicado para quienes hacen actividad física", destaca, subrayando que "lo interesante es practicar deporte en su justa medida, es decir, darle una prioridad sobre el resto de todas las demás actividades personales o desarrollar síntomas de abstinencia sexual cuando se deja de practicar deporte; descubre el lado oscuro de la actividad física, ya que de ese modo estaríamos utilizando el deporte como un sustituto de nuestra actividad sexual".

El poder de la mente

La psicoterapeuta asegura que en circunstancias normales el sexo en sí ni debilita ni potencia al deportista; el efecto que cause está en nuestra cabeza y las distracciones estarán sobre todo en cómo nos lo planteemos. Recuerda que "hay numerosos estudios que demuestran los beneficios tanto físicos como emocionales al servicio de la actividad física pero luego ya dependerá de las creencias que cada deportista tenga y su respectiva predisposición, que puede ser negativa pensando que lo debilitará o positiva si piensa que lo potenciará". No subestimar el poder de la mente es esencial; eso y entrenar para no justificar posibles relaciones con el resultado deportivo. Si nos vamos a la parte más física, hay que destacar los beneficios del sexo y de cómo influye en algunos deportes, pues los hay que favorecen una vida sexual activa y sana.

"Es sabido que el ejercicio físico nos aporta bienestar corporal y emocional y el sexo combina ambos aspectos", significa. Por otra parte, recuerda que "una vida sexual saludable depende directa o indirectamente de un buen estado de ánimo y de que los valores metabólicos, presión sanguínea, etc… estén dentro de los parámetros de normalidad. El deporte es la mejor manera de mantener nuestro parámetros de salud, ya que aumenta el buen colesterol (HDL-c), reduce los triglicéridos sanguíneos, refuerza la musculatura y contribuye al bienestar general, aliviando el estrés y la tensión, imprescindibles para una vida sexual saludable". "Lo ideal para una buena 'performance' sexual es poder integrar deportes en donde la conexión con uno mismo, -pilates chi kung, yoga…- y la destreza aeróbica como correr, caminar o nadar, estén presentes a la hora de entrenarnos". Son deportes que favorecen las relaciones más íntimas, pero ¿y el sexo como deporte? Tomen nota que igual hay quien puede ahorrarse el gimnasio.

Un desgaste de 110 calorías

La psicoterapeuta explica con claridad que "el sexo tiene de deporte el instinto de superación personal que comporta, el anhelo de establecer récords personales y de mejorar el rendimiento de otros anteriores atletas en idéntico escenario, en la generación de endorfinas y en el intrínseco deleite; sin embargo se diferencian diametralmente en que en el sexo se puede en ocasiones alcanzar tal grado de implicación que las lesiones derivadas te alcancen los ligamentos de la razón y hasta del alma". Y resalta que "la cantidad de calorías dependerá de cada deportista; si es hombre, mujer, de su nivel de entrenamiento y de lo que dure cada partido. Según algunos estudios el hombre estaría gastando un promedio de 110 calorías y las mujeres de un promedio de 90 calorías por encuentro sexual."

La relación del sexo con el deporte no debe ser negativa y los beneficios de aislar a los deportistas 24 o 48 horas antes de un gran encuentro no están científicamente demostrados. Lo cierto es que las energías que se queman y que se quieren reservar para un partido pueden canalizarse en despejar y desestresar al atleta o futbolista. Practicar sexo con cabeza será la mejor manera de que podamos "colgarnos" una medalla.

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