El Bernabéu volvió a apoyar a Mourinho pero ni rastro de la manifestación a su favor

Ni rastro de la anunciada concentración para pedir la continuidad de Mourinho que algunos habían intentado organizar y que tanto la Delegación de Gobierno de Madrid como el propio club se encargó de echar abajo por un simple defecto de forma en su petición. El Real Madrid nunca lo vio con buenos ojos por lo absurdo de un movimiento que debe producirse dentro del estadio y nunca fuera. "No tenía sentido alguno", comentó un ejecutivo blanco a El Confidencial. La directiva madridista no quiere números de ningún tipo ni que la especial situación de Mourinho transcienda más allá de las cuatro paredes del Santiago Bernabéu.

Mourinho volvió a recibir el cariño de los aficionados madridistas, los que reclaman las 121 victorias que ya figuran en su palmarés y que le sitúan por detrás de Vicente del Bosque y Miguel Muñoz. No hacía falta número alguno en los alrededores del estadio para que el portugués recibiera la atención de los aficionados. El origen de la iniciativa no está nada claro y el rumor que circulaba ayer por la zona noble del Bernabéu era que había partido desde el entorno del técnico aunque Mourinho desde el primer momento decidió apartarse y no apoyar ese supuesto movimiento popular.

El entrenador portugués sigue centrando toda la atención. La pregunta ayer en el Bernabéu no era otra que la posible continuidad o el adiós del ex del Inter. Aficionados, periodistas e incluso jugadores del Levante preguntaban por la situación del técnico. Ayer la prensa inglesa volvió a amenizar el día con nuevos datos de la que parece su vuelta a la Premier y al Chelsea. Al parecer, el todavía empleado madridista ha pedido a Roman Abramovich 14 millones de euros para firmar por el conjunto inglés. Además, el portugués había solicitado la continuidad en el equipo de Frank Lampard, jugador que termina contrato y que tiene una oferta en firme de Los Ángeles Galaxy.

El problema con el que se pueden encontrar el rico ruso y el portugués es que la participación del campeón de Europa en la próxima edición de la Champions está en serio peligro. Todo queda en manos de Benítez, enemigo íntimo de Mourinho, que ahora centra sus esfuerzos en la Europa League. No es la primera vez que en Inglaterra hablan del Chelsea como el próximo e inminente destino de Mourinho pero cada vez son más los datos que aportan a las informaciones.

Mientras los dirigentes del Real Madrid, de manera oficiosa, confirman una continuidad que pocos ven como real, el entrenador sigue dando largas. La temporada pasada fue el pasado 26 de abril el día en el que ratificó su continuidad y lo hizo tres días después de que el Real Madrid cayera eliminado en la Champions. Hasta el momento no ha dicho nada y no se espera que diga algo así en las próximas ruedas de prensa. "Si el club y los jugadores creen que puedo aportar algo más, continuaré". Y cada día que pasa parece que ese momento está más lejos de producirse.