Arribas, el amo de casa encargado de que Messi no pase hasta la cocina

“O te cocinas, recoges y limpias tú mismo o nadie lo va a hacer por ti. Aquí voy madurando en ese aspecto... Ahora soy un amo de casa". A sus 23 años, lleva medio año fuera de su hogar y de su entorno por motivos laborales. Alejandro Arribas abandonó este verano su Madrid natal para trabajar en Pamplona como defensa de Osasuna. La filosofía que tiene en su casa la ha llevado a cabo a lo largo de su carrera futbolística y en el equipo rojillo, su primer club fuera de la Comunidad de Madrid, no iba a ser una excepción: llegó para ser uno más del plantel y pronto se convirtió en un zaguero titular. Como en su nuevo hogar navarro, sobre el césped él se lo guisa y él se lo come. Hoy intentará disfrutar al máximo de su curro ya que será un día especial: visita el Camp Nou y jugará ante futbolistas a los que admira, "sobre todo a los que son campeones del mundo". Será una jornada dura intentando frenar a Leo Messi y compañía.

Joven, atrevido y responsable, el talento y la ambición de Arribas han provocado que lleve dos temporadas jugando en la que dicen es la mejor Liga del mundo. En una charla con El Confidencial, el exrayista admite que va a "tener mucho trabajo" en el Barcelona-Osasuna de hoy, a las 19.00 horas (Canal Plus Liga y GolT). "¿Qué cómo prepara un defensa la visita a un campo donde suelen darse goleadas? [Risas]. Como cualquier otro porque no es cosa de un defensa, sino de todo el equipo y con la misma seriedad que otro. Sabemos que nosotros debemos tener una buena actuación... y ellos un mal día”.

Como ganar a Arguiñano en los fogones

A Alejandro o Álex, como le llaman sus conocidos, le vale con "cualquier resultado que no sea perder" en Barcelona, aunque es consciente de que esta tarea está a la altura de pocos en el mundo. Será casi tan complicado como que el propio Alex, a día de hoy, preparase algún guiso mejor que cualquiera de los de Karlos Arguiñano. Al final, depende de que éste se haya equivocado en la receta para cocinar el suyo. Quién sabe, a veces pasa y precisamente por la casa de Karlos, en Anoeta, el Barcelona se atragantó hace poco. Arribas confía en sí mismo y la cuadrilla de cocineros que le rodea.

Más allá del fútbol, su personalidad le impide hacer lo que un chaval de su edad haría nada más pisar el césped del Camp Nou: hacerse una foto. "Yo no hago fotos porque espero volver. Quizás cuando sea mayor o sepa que es mi último partido haga alguna... Incluso algún vídeo". Con guasa, Arribas no deja de vivir el momento y pensar en el futuro. El Camp Nou es una 'oficina' más. Un lugar de trabajo. Grande pero una oficina al fin y al cabo. "El Camp Nou no me impresiona, los futbolistas que juegan en ese equipo sí".

Esa 'fobia' al reloj de arena culé

¿Y qué tiene el Camp Nou de diferente con respecto a otro estadio? "Tal vez estás más atento a todo, sobre todo si no se adelantan en el marcador pronto. Si esto ocurre, el tiempo pasa despacio, como un gran reloj de arena, y hay gente en el equipo que puede desmotivarse un poco".

Lo positivo de estos enfrentamientos es que siempre puedes ganar mucho más de lo que pierdes, "el Barça no juega en nuestra Liga" y, además, como coleccionista de camisetas, las azulgrana están muy cotizadas... aunque no entre sus amigos, que siempre le piden "del Real Madrid, Atlético o del Rayo. Del Barcelona ya tengo una de Messi, otra de Tello" y su objetivo, tras el choque, será conseguir la de "Puyol, Iniesta o Xavi".

Con esas intenciones textiles, Alejandro no oculta su pasión por vestir algún día la camiseta de la Roja, "así dejaría de tenerles tanta envidia" (a los Puyol, Iniesta, Xavi...), aunque -a corto plazo- lo que más ansía es "la salvación de Osasuna" y, por pedir un deseo en un futuro cercano, "disputar una competición europea"... Y ya puestos, a pesar de echar de menos en Madrid a "casi todo, familia, novia, amigos...", si es con la camiseta de Osasuna, mejor que mejor, "porque aquí me están tratando muy bien".