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Un órdago peligroso: Llorente puede vivir una pesadilla si la jugada con el Athletic le sale mal
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SI NINGÚN EQUIPO PONE 36 MILLONES SOBRE LA MESA, ESTÁ CONDENADO AL BANQUILLO

Un órdago peligroso: Llorente puede vivir una pesadilla si la jugada con el Athletic le sale mal

“Si el jugador realmente no quiere estar en este club, que abone su cláusula de rescisión”. Josu Urrutia, presidente del Athletic de Bilbao, fue muy claro

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Un órdago peligroso: Llorente puede vivir una pesadilla si la jugada con el Athletic le sale mal

“Si el jugador realmente no quiere estar en este club, que abone su cláusula de rescisión”. Josu Urrutia, presidente del Athletic de Bilbao, fue muy claro este lunes cuando confirmó un secreto a voces. Tal y como adelantó El Confidencial, Fernando Llorente (27 años) ha roto las negociaciones y ha decidido no renovar con el club bilbaíno con el objetivo de ir a parar a un equipo en el que pueda satisfacer sus ambiciones compitiendo a un nivel superior. El contrato que vincula al delantero con la entidad vasca acaba el 30 de junio de 2013 y hasta entonces queda una temporada entera que puede convertirse en un auténtico calvario si el órdago que Llorente ha echado al Athletic le sale mal y no aparece ningún equipo capaz de pagar los 36 millones de euros a los que hacía referencia este lunes Urrutia.

Fernando Llorente quiere más y sabe que su actual equipo tiene unos límites que no le permiten satisfacer sus objetivos, sobre todo, los europeos. Además el jugador anhela una subida de sueldo que ronde los 5 millones de euros limpios. Las razones deportivas forman parte de la versión que hizo pública y oficial este lunes el presidente del Athletic, un club que no es conocido por mantener arduas negociaciones para vender a los jugadores que cría y forma en Lezama sino que presume de contar con jugadores que son fieles al club de principio a fin. Por ello, el delantero internacional ha decidido forzar la situación buscando una salida pero la estrategia puede que no haya sido la más acertada. En Bilbao siempre han remitido a la cláusula de rescisión que tasa al jugador en una cifra de 36 millones; si aparece un club que ponga esa cantidad encima de la mesa, Llorente podrá defender otro escudo sin problema alguno. Y aquí es donde radica la dificultad de la posición adoptada por el delantero ya que cabe la posibilidad de que ningún club pague el precio establecido del Athletic que, además, es innegociable.

El órdago ha sido lanzado y desde Bilbao no se han acobardado por lo que Llorente se encuentra en una situación bastante comprometida. Se entendería la valentía del jugador si detrás tuviese un acuerdo cerrado y bien atado pero no es el caso. Es cierto que, de forma indirecta, se ha ofrecido al Real Madrid y que el club blanco se ha puesto en contacto con el jugador pero Mourinho se encargó de echar por tierra la idea de hacerse con sus servicios si no es con la carta de libertad en la mano. Aunque Urrutia lo niegue, la Juventus también ha dialogado con el delantero pero sin nada definitivo. Con semejante panorama, Llorente se puede encontrar con una temporada compleja: ya no cuenta con el apoyo del club y su relación con Marcelo Bielsa está lejos de ser la idónea por lo que el banquillo y la grada aparecen como los lugares que más puede frecuentar en la campaña que empieza este sábado. Todo esto sin tener en cuenta la reacción y el juicio al que le someterá San Mamés que en la previa de la Europa League no dudó en pitar al que era uno de sus jugadores estrella.

“Si el jugador realmente no quiere estar en este club, que abone su cláusula de rescisión”. Josu Urrutia, presidente del Athletic de Bilbao, fue muy claro este lunes cuando confirmó un secreto a voces. Tal y como adelantó El Confidencial, Fernando Llorente (27 años) ha roto las negociaciones y ha decidido no renovar con el club bilbaíno con el objetivo de ir a parar a un equipo en el que pueda satisfacer sus ambiciones compitiendo a un nivel superior. El contrato que vincula al delantero con la entidad vasca acaba el 30 de junio de 2013 y hasta entonces queda una temporada entera que puede convertirse en un auténtico calvario si el órdago que Llorente ha echado al Athletic le sale mal y no aparece ningún equipo capaz de pagar los 36 millones de euros a los que hacía referencia este lunes Urrutia.