El fondo de inversión de Mendes deja al Zaragoza bajo mínimos

El fútbol español está en crisis. Eso es una realidad. Solo hace falta  echar un ojo al mercado y ver que no se mueve nada. La mayor parte de movimientos que se producen son a coste cero, a través de cesiones o por cantidades ínfimas en comparación con otros años. Ante la falta de liquidez de los clubes, estos acuden a fondos de inversión que prestan sus jugadores a equipos con limitaciones económicas para que tengan minutos y así, si rinden a buen nivel, poder venderlos al mejor postor.  Otra fórmula utilizada es la de contratar jugadores cedidos y así evitar costosos traspasos.

Cabe destacar que estos fondos están prohibidos tanto en el Reino Unido como en Francia ya que las leyes de dichos países tan solo permiten a los clubes ser propietarios de los derechos de un jugador. Además la UEFA está estudiando la posibilidad de prohibir a los jugadores cuyos pases pertenezcan a terceros, sea fondo o sociedad, que participen en competiciones organizados por la UEFA. La razón es que la UEFA sospecha que detrás de estos fondos existen tramas de blanqueo de dinero.  

A diferencia de lo que ocurre en Europa este tipo de inversión se encuentra muy extendido por toda Latinoamérica. Muchos son los casos donde el pase de un jugador se encuentra repartido entre el club e inversores que cubren los gastos del jugador hasta que llega a la élite por un porcentaje de su pase en un futuro. En Europa esta práctica es utilizada principalmente en Portugal y en menor medida, España.

El riesgo de esta fórmula radica en que te ocurra lo que le está sucediendo al Zaragoza, que este jueves arranca su pretemporada con tan solo ocho jugadores del primer equipo. Actualmente tan solo Hélder Postiga, Luis García, Edu Oriol, Abraham Minero, Adam Pinter, Paulo Da Silva, Maurizio Lanzaro e Ivan Obradovic  tienen contrato en vigor. Este es un caso poco visto en el mundo del fútbol donde normalmente los entrenadores tienen la situación opuesta como problema ya que se encuentran con 30-35 jugadores a la vuelta de las vacaciones mientras solo disponen de 25 fichas.

En el caso del Zaragoza hay que recordar que a esos ocho jugadores hay que añadir otros cuatro que vuelven tras haber estado cedidos durante la última temporada. Es el caso de Raúl Goni, Víctor Laguardia, Toni Doblas y Pablo de Barros. De todos estos, tan sólo Laguardia parece tener asegurada su continuidad tras su buena temporada en la UD Las Palmas. Roberto Jiménez y Juan Carlos Pérez pertenecen a un fondo de inversión y su continuidad estará supeditada a las ofertas que dicho fondo reciba por ellos.

Ante un caso así, al entrenador Manolo Jiménez no lo queda otra que dar la oportunidad a los canteranos durante esta pretemporada. A la espera de fichajes, que tarde o temprano tendrán que producirse, el técnico jienense se las tendrá que ingeniar para poder colocar a once jugadores sobre el terreno de juego. Un equipo, el Zaragoza, que lleva ya años coqueteando con el descenso y reinventándose cada invierno para poder salvarse de dicho infierno. Porque ahí reside uno de los mayores problemas y posiblemente errores que comete el club maño. Solo tira de chequera cuando la situación es crítica.