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El Atlético, 'hermano pequeño', jugará hoy con los colores que le cedió en 1911 el Athletic
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A PESAR DE SU MENOR ANTIGÜEDAD, LOS MADRILEÑOS SON LOCALES

El Atlético, 'hermano pequeño', jugará hoy con los colores que le cedió en 1911 el Athletic

Con la llegada de los aficionados de Athletic y Atlético, equipos españoles que esta noche se dispután el título en la Europa League, la calles de Bucarest

Foto: El Atlético, 'hermano pequeño', jugará hoy con los colores que le cedió en 1911 el Athletic
El Atlético, 'hermano pequeño', jugará hoy con los colores que le cedió en 1911 el Athletic

Con la llegada de los aficionados de Athletic y Atlético, equipos españoles que esta noche se dispután el título en la Europa League, la calles de Bucarest se han teñido de rojiblanco. Dichos colores, la composición de sus escudos y la pasión y fidelidad de ambas hinchadas son las pocas cosas en que, ya en el siglo XXI, se reconocen dos equipos que llegaron a ser el mismo. Será el hermano pequeño, el club madrileño, quien por determinación del sorteo tendrá el privilegio de portar la camiseta de franjas rojas y blancas en el estadio rumano.

La historia de cómo llegaron estos equipos a asumir dicha equipación forma parte del anecdotario popular del fútbol español. El Athletic Club de Bilbao, fundado en 1898 consecuencia de la influencia británica en la época de la expasión industrial de la zona, fue acogido con éxito por la juventud de la ciudad. Así, unos estudiantes bilbaínos que marcharon a Madrid para cursar la Ingeniería de Minas, decidieron en 1903 crear una sucursal del club vasco en la capital de España, con la idea de satisfacer sus ansias de practicar football, un juego extranjero pero que ganaba rápidamente popularidad en todo el país. El Athletic Club Sucursal de Madrid echó a andar.

 

En un principio, eran el mismo equipo, e incluso compartían las fichas de los jugadores, de tal manera que cuando los estudiantes visitaban a sus familiares en Vizcaya, podían alinearse con el Athletic Club original, y viceversa. Y ni que decir tiene que no podían enfrentarse entre ellos. Los colores fundacionales de ambos clubes consistían en una camiseta con la mitad vertical azul y la otra blanca, y pantalones azules, ya que los dirigentes del Athletic de Bilbao compraron sus primeras equipaciones al Blackburn Rovers inglés, equipo que a día de hoy lleva tal indumentaria.

Pero en 1911 tuvo lugar la anécdota que convirtió a ambas entidades en las referencias rojiblancas de España. Aprovechando el viaje a Inglaterra de un directivo del Athletic, el club decidió encargarle la compra de camisetas nuevas. El directivo no pudo comprar las habituales del Blackburn, y viendo que volvía con las manos vacías, antes de partir de regreso a España desde el puerto de Southampton (sur de la isla de Gran Bretaña), decidió adquirir un par de juegos de camisetas del equipo local, que viste de rojiblanco.

A su llegada, lejos de desecharse la idea, se mandó uno de los juegos a la sucursal de Madrid y ambos equipos empezaron a usar la rojiblanca. Los pantalones del Southampton son negros, lo que explica que el club bilbaíno cambiara también ese color, mientras que el de la capital siguiera usando los azules que tenía del Blackburn.

El Athletic, el Bilbao y el 'Atleti'

Poco a poco, la independencia entre ambos equipos iba siendo más evidente, y en 1923, el Athletic de Madrid se desvincula totalmente de su matriz. Después de la Guerra Civil, el más joven de los Athletic pasaba por serias dificultades económicas, que se solventaron mediante la fusión en 1939 con el Aviación Nacional, club con lazos con el Ejército. Así nació el Atlético Aviación, nomenclatura que pasó a la actual, Club Atlético de Madrid, en 1947.

El conjunto vasco sigue usando el vocablo inglés Athletic, después de que el franquismo obligara a la castellanización de todos los nombres. Por ello, durante años fue conocido en el resto de España como 'el Bilbao', al igual que el Sporting era 'el Gijón' o el Racing, 'el Santander'. A pesar de la censura, los bilbaínos siempre se han referido a su equipo como el Athletic, y cualquier foráneo se lleva una reprimenda de uno de ellos por llamarle 'el Bilbao' ("¿El Bilbao?, ese es el filial", reclaman mientras recuerdan al Bilbao Athletic, actualmente Athletic 'B').

Los colchoneros, sin embargo, llaman cariñosamente a su equipo el 'Atleti', que no tiene que ver con el original término inglés, sino con un marcado deje castizo, marca de la casa y que nadie fuera de Madrid suele reproducir como alguien del foro.

Y esta noche, en el próximo episodio de la historia de ambos conjuntos, los progenitores del Atlético de Madrid deberán vestir la segunda camiseta, que en su caso ahora es verde con detalles blancos y rojos y que recuerdan la bandera de Euskadi. Así, a falta de no portar sobre el césped su identidad rojiblanca, sí podrán defender otros colores que recuerdan el origen territorial de una entidad que, dicho sea, tiene una importancia mayúscula en su comunidad. Una final en rojo pasión y blanco inmaculado, como la afición al fútbol, que nace en la niñez y se lleva muy dentro toda una vida.

Con la llegada de los aficionados de Athletic y Atlético, equipos españoles que esta noche se dispután el título en la Europa League, la calles de Bucarest se han teñido de rojiblanco. Dichos colores, la composición de sus escudos y la pasión y fidelidad de ambas hinchadas son las pocas cosas en que, ya en el siglo XXI, se reconocen dos equipos que llegaron a ser el mismo. Será el hermano pequeño, el club madrileño, quien por determinación del sorteo tendrá el privilegio de portar la camiseta de franjas rojas y blancas en el estadio rumano.