La Séptima convirtió a la Juventus en la auténtica bestia negra del Real Madrid

Tres eliminatorias perdidas

No hay un madridista que tenga mal recuerdo de la Juventus. Para todo aquel que viviera con intensidad ese 20 de mayo de 1998, la Juve siempre será el rival al que Mijatovic marcó el gol de la Séptima. 32 años de sufrimiento olvidados ante los que vestían de 'bianconero'. La Séptima dio origen, sin embargo, a la verdadera bestia negra del Real Madrid. En estos 19 años se han cruzado estos dos conjuntos en tres eliminatorias y dos fases de grupo y casi siempre ha ganado la Juve. Lo echó de la Champions, le destrozó en el Bernabéu, 'obligó' al madridismo a rendirse ante Del Piero y Pirlo... Pero nunca han vuelto a verse en una final. Y lo de Cardiff es eso, un partido por el título. Y ahí vuelve el recuerdo imborrable.

La jubilación de Hierro

Las dos veces recientes que el Madrid estuvo cerca de revalidar la Champions apareció la Juventus para despertarle del sueño. Una, la de 2015 y los goles de Morata (ver último punto). Otra, la primera, la de 2003 y el penalti de Figo y la jubilación de Hierro. Esa era una señora eliminatoria. Una Juve escandalosamente buena ante el Madrid de Zidane, Ronaldo, Raúl y Figo. El que ganase, jugaría la final contra el Milan en Old Trafford. El premio era mayúsculo. La ida cayó del lado blanco, pero en Turín el Madrid se olvidó de defender ante el vendaval que lideraron Del Piero y Nedved. Un 3-1 que aún escuece a veces. Ese partido supuso no solo el final del capitán, sino también de Del Bosque.

Zalayeta pasó a la historia

¿Recuerdan que el Madrid estuvo seis años seguidos siendo eliminado en octavos de final? Era la tristísima barrera psicológica con la que se toparon los blancos a partir de 2005 hasta que con Mourinho se alcanzaron las semifinales en 2011. Este cataclismo merengue se inició con un gol de Marcelo Zalayeta. ¿Que quién era Zalayeta? Un delantero de segundo nivel que jugaba en la Juventus cuando no lo hacía David Trezeguet. Y una noche de marzo tuvo su momento de gloria. Marcó el 2-0 en la prórroga, el gol que eliminaba al Real Madrid. En el Bernabéu el Madrid ganó 1-0 con gol de Helguera, pero en Turín, esos dos delanteros remontaron y pasó más de un lustro hasta que el Madrid se olvidó de ese estigma.

El Bernabéu ovaciona a Del Piero

Después de pasar por la Serie B por el 'Moggigate' y la compra de árbitros, la Juventus solo tardó un año en volver a la Champions League. Obviamente, la reestructuración estaba en marcha y aquella plantilla de la temporada 2008-09 era tremendamente inferior a la actual, inferior al Inter que arrasaba, al Milan que resistía. Pero se cruzó con el Madrid y lo reventó en la fase de grupos. El Madrid de Schuster y Drenthe perdió los dos partidos sin contestación. En el segundo de ellos, Del Piero hizo un doblete en el Bernabéu y el estadio blanco, que siempre ha reconocido al talento ajeno, le dedicó una de esas ovaciones que se recuerdan para siempre.

La única alegría

Morata como verdugo

El Madrid de Ancelotti estaba moribundo mucho antes y la Juventus lo acabó de matar. Desde el 4-0 del Calderón no había manera de levantar esa temporada. Bueno, sí, revalidando la Champions. Se encontró de por medio a Morata, que se había marchado a Italia para que pudiera demostrar lejos de casa que valía la pena como delantero. Lo acabó de hacer efectivo ante su entonces exequipo, ahora actual equipo. Un gol en la ida (2-1 en Turín) y otro, decisivo, en la vuelta (1-1 en Madrid), puso a la Juventus en la final de Berlín y eliminó al Madrid.