¿En qué quedamos? El barullo para enderezar el rumbo de la Fórmula 1

¿En qué quedamos? ¿Repostajes sí o no? ¿Monoplazas más rápidos de 1000 CV? ¿Más exigentes y físicamente duros de conducir? ¿Nuevas reglas aerodinámicas? ¿Guerra de fabricantes de neumáticos? ¿Prohibición de túneles de viento?...

En los últimos tiemposllueven desde todo tipo de propuestas para recalibrar el rumbo de la Fórmula 1. Algunasya son conocidas y con efectos desiguales en el pasado. Otras,técnicamente complejas y de inciertas consecuencias. Pero es necesario saber dónde está la diana para disparar la bala. Porque a grandes rasgos, hoy se están cuestionando en paralelodos temas diferentes:por un lado, la espectacularidad y exigencia de los monoplazas actuales y, por otro, laescasaemoción y competitividad para luchar por la victoria ¿ Qué decisiones serían necesarias en estapescadilla que se muerde la cola que es la Fórmula 1 actual?

¿Repostajes y guerra de neumáticos? Pues va a ser que no

Los pilotos pueden tener su autoridad cuando se trata de abrirel abanico de candidatos a la victoria.“La guerra de neumáticos ayudará a la Fórmula 1 porque todo el mundo buscará el límite”, explicaba Fernando Alonso recientemente, “experimenté esa guerra durante años con Michelin y Bridgestone, y el cambio era grande”. Según el piloto español,“con una guerra de neumáticos, cada fabricante se vería beneficiado según el circuito, cambiarían los resultados”.

¿Vuelta a los repostajes? Alonso y otros–Button por ejemplo- también lo compartían. “Abriría la imaginación a la estrategia, te podría ayudar en una carrera al elegir la cantidad de combustible para salir o hacer el primer relevo, cosas así ayudaron en el pasado, recuerdo haber logrado poles en 2003 utilizando la mitad de combustibles que los demásy luego veías quépasaba”.Para Alonso esta era otra herramienta para extenderel abanico de la incertidumbre.

Agua. Porqueen una reciente reunión de los equipos con Charlie Whiting en Montreal se desecharon los repostajes. Según el estudio presentado, los adelantamientos mejoraron a partir de 2010, fecha de su prohibición. Los costes y la seguridad acabaron de rematarlo que en realidad, se trataba de una propuesta de dudosa viabilidad.

¿Guerra de neumáticos? La actual crisis económica para muchos equipos tambiénha desechado esta opción, como recientemente reconoció a El Confidencial Paul Hembery, responsable de Pirelli. Ecclestone parece favorecer la continuidad del fabricante italiano. Michelin se postulaba ayer como suministrador en 2017, pero, rechazandoel actual tamaño de rueday el esquema de “degradación programada”. Pero de guerra, nada.

Monoplazas más espectaculares y exigentes, un tema diferente

Vayamos al otro campo de propuestas.“Debemos hacer algo para que la Fórmula 1 sea más emocionante, apreciar la velocidad y hacerla un poco más peligrosa, es parte del juego, reconocía Kimi Raikkonen recientemente. Niki Lauda le apoyaba:“Debe tratarse de nuevo de auténticos hombres pilotando, no jóvenes que juegan solamente con los botones al volante, solo los pilotos con la mayor habilidad, y pongo el énfasis en esto, pueden estar en Fórmula 1”. Carlos Sainz y Alonso lo explicitaban incluso más gráficamente estas últimas fechas.

¿Y cómo hacer los monoplazas más espectaculares y exigentes? Quizás las soluciones sean más fáciles de implementar en este terreno, siempre y cuandono toquen la posición de quienes dominan en la Fórmula 1 actual.En este contexto, han surgidonumerosas propuestas para los futuros monoplazas:más rápidos y con presencia más contundente (anchura del coche, de los neumáticos, alerones), sonido más potente...Laneutralización de la radio sería una medida de gran efectividadpara dejar a la mayor responsabilidad del piloto la gestión de la carrera.

"Ahí le has dado, Fernando"

Perosi mejorala espectacularidad de las monturas¿habrácarreras más abiertas, disputadas y emocinantes? La respuesta no es necesariamente afirmativa.Entonces ¿cuál es elobjetivo prioritario aatacar en la Fórmula 1 actual?Quizás Alonso pusiera recientemente el dedo en la llaga:“Ahora, si me das un trozo de papel, te daré el orden de la parrilla para Mónaco, Canadá y Austriay me equivocaría en una o dos posicionesy esto es lo que ahora los aficionados no quieren”. "Ahí le has 'dado', querido Fernando.

Desde la llegada de la tecnología híbrida,la tierra deportiva de la Fórmula 1 está quemada en torno a un solo fabricante sin que los rivales puedan recuperar el terreno por razones reglamentarias yeconómicas. Y el tiro de gracia es no podercorregirdicho esquemaporque el sistema político de la Fórmula 1 lo impide.Que los monoplazas sean más espectaculares y exigentes siempre será necesario. Pero, en último extremo, es la incertidumbre por la victoria, la rivalidady alternativas entre pilotos y equipos lo que activa el mejor de los motores: las emociones de los aficionados

“La competitividad igualará a los equipos”, apuntaba Sergio Marchione en Montreal al referirse alas posibles solucionesque se discuten para el futuro,“así que seamos racionales y no vayamos a la bancarrota por el camino”. Por aquí va el camino, el de laparadoja de usar la racionalidad -y la amplitud de miras- para desatar las emociones.