Qué significan setenta y cuatro segundos en la vida de Fernando Alonso

Esta tarde, a partir de las 17 horas, Fernando Alonso tratará de acariciar la perfección en el circuito brasileño de Interlagos. No es nuevo, es lo que lleva intentando toda su vida, en cada calificación de karts, Fórmula Nissan, Fórmula 3000 y Fórmula 1. A diferencia de las veces anteriores, - salvo una en 2010-, ahora está ante la oportunidad de cumplir un sueño especial y lograr su tercera corona Mundial, como las que acumuló su ídolo Ayrton Senna. Unos setenta y cuatro segundos de ‘vuelo’, los que aproximadamente se tardan en dar una vuelta al trazado de Sao Paulo, para alimentar las esperanzas de cara a un domingo que se presenta de por sí complicado para sus intereses.

Los entrenamientos libres de este viernes no dejaron un nuevo orden en el presente campeonato de Fórmula 1. Ferrari llevó algunas mejoras al Autódromo de José Carlos Pace, al igual que habrá hecho “el resto”, como señalaba el asturiano este jueves. Por lo visto en la toma de contacto de ayer, supuestamente resultan insuficientes para salir en primer lugar o por delante de su rival Sebastian Vettel. Sin embargo, resultarían claves para no tener coches de otras escuderías entre el Red Bull del alemán y su Ferrari, algo que ha sido la norma en este último mes.

Desde que Vettel arrebatase el liderato a Alonso en Corea, el asturiano no ha dispuesto de ninguna oportunidad para batirse con el alemán en plena carrera. No ha existido un enfrentamiento de tú a tú por la ‘incompetencia’ del F2012 los sábados, inferior al RB8. En Brasil, Alonso espera concentrar setenta y cuatro segundos exquisitos para, por lo menos, soñar con esa posibilidad de cara al domingo.

Ferrari no ha calificado mejor que Red Bull desde Bélgica

Siendo realistas, incluso la eventualidad de salir cerca de Vettel resulta una ardua tarea. Atendiendo a las carreras celebradas tras el verano, cuando el Red Bull  diseñado por Adrian Newey ha mejorado sus prestaciones, desde el fatídico GP de Bélgica, Alonso no ha calificado mejor que algún Red Bull. En los grandes premios de Corea y Singapur hubo un solo coche de diferencia entre el asturiano y el alemán, la mínima diferencia lograda este otoño. En Brasil, viendo los últimos resultados en las pruebas de Abu Dabi y Austin (saliendo séptimo y noveno, respectivamente), calificar en tercera línea de parrilla o a un par de puestos del de Vettel ya sería motivo para la esperanza.

Esperanza para adelantar en la salida o de no meterse en algún fregado al tomar la primera curva. Más si cabe si los pronósticos meteorológicos para el domingo se cumplen. El hombre del tiempo dice que lloverá, aumentando con ello el riesgo en la arrancada. El agua significa una lotería sobre el asfalto, algo que puede afectar tanto a Alonso como a Vettel pero, teniendo en cuenta que Ferrari “tiene menos que perder” –en palabras del bicampeón español-, un caótico GP de Brasil perjudicaría más a Vettel.

Al margen de supuestos climáticos y como no está en las manos del piloto asturiano, la preocupación actual de Alonso gira en torno a unos setenta y cuatro segundos perfectos para soñar con fuerza en el 9% de probabilidades que le dan como campeón del mundo.