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Cómo el piloto vive y estudia una carrera de Fórmula 1
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MARÍA DE VILLOTA CUENTA A 'EL CONFIDENCIAL' SU JORNADA LABORAL DE UN FIN DE SEMANA

Cómo el piloto vive y estudia una carrera de Fórmula 1

“En un gran premio, la agenda de María está fraccionada prácticamente cada quince minutos. Fuera de la pista, además de entrenar, siempre está estudiando un manual

Foto: Cómo el piloto vive y estudia una carrera de Fórmula 1
Cómo el piloto vive y estudia una carrera de Fórmula 1

“En un gran premio, la agenda de María está fraccionada prácticamente cada quince minutos. Fuera de la pista, además de entrenar, siempre está estudiando un manual del vehículo para entender lo mejor posible su funcionamiento”, indica Emilio de Villota a El Confidencial con cierto tono de admiración comparando la Fórmula 1 actual con la de su época.

“La Fórmula 1 ha cambiado mucho. Yo iba a las carreras conduciendo un Ford Fiesta que me proporcionaba la empresa americana y el equipo lo formaban un motorista, un aerodinamista, el jefe de equipo, un camionero y mi mujer, que se encargaba del cronómetro…”. Las carreras de coches a las que estaba acostumbrado Emilio han evolucionado mucho. Ahora, gracias a su hija, conoce de primera mano los detalles que esconden al público el Gran Circo y es precisamente María de Villota la que cuenta a este diario cómo es un fin de semana de carreras.

“Antes de llegar al circuito el jueves, el equipo nos pasa una agenda por mail con toda la información de la carrera. Desde el pronóstico del tiempo a cómo tenemos estructurado el fin de semana. Desde el track walk (paseo por la pista) que hacemos los pilotos con los ingenieros al briefing (reuniones informativas) con el equipo en el que hablamos aspectos técnicos y otros de cómo vamos a afrontar la carrera con los aerodinámicos, ingenieros, mirando la telemetría, los neumáticos, motores… Durante el fin de semana hay un montón de briefings y los pilotos acudimos sí o sí a algunos que tienen que ver con el pilotaje y puntualmente a otros”. La piloto probadora de Marussia, en su primera descripción, deja muy claro que la planificación es clave en una escudería que cuida al máximo hasta el más mínimo detalle. “Antes de arrancar ya disponemos de una información que yo esperaba tenerla al finalizar la carrera”.

Implicación con cualquier departamento del equipo

Además de esta exposición de ideas, desde un primer momento tienen conocimiento de “las evoluciones que ha realizado el equipo y que va introduciendo en el coche”. Con esta base trabajan durante la jornada del viernes para tratar de exprimir al máximo los nuevos elementos y confirmar que mejora el rendimiento del vehículo.

También trabajan determinados aspectos de la carrera, como “los pit-stop”, en los que María también está presente y, debido a que, en principio, sólo se subirá al coche este año en los test de Abu Dabi (o Silverstone, está por decidir), “los entrenamientos del viernes y del sábado, a veces los veo desde distintas curvas del circuito, tanto como para ver a nuestros pilotos como al resto, porque se recoge bastante información. En otras ocasiones los sigo desde el muro, en el que cuento con una barbaridad de canales donde puedes ver ya no sólo el tiempo, sino los parciales, las diferencias en sectores, porcentajes, temperatura de pista... es como una nave espacial”.

Queda claro que no estar montada en el monoplaza no significa estar al margen del desarrollo del mismo. Todo lo contrario, María puede ‘empaparse’ en tiempo real de, por ejemplo, una nueva configuración del bólido. Y es que algunos libres los sigue con los “mecánicos y entre parada y parada veo cómo van resultando las modificaciones en el set up”.

Un centenar de preguntas

Este es el apartado profesional que más apasiona a cada piloto. Es donde demuestran de qué madera está hecho cada uno de puertas hacia dentro. Es el lado oculto de la Fórmula 1, algo que no descubren (o intentan) de cara a los medios de comunicación. Los micrófonos suponen la otra parte de su trabajo y que no a muchos le agrada (seguramente encabece la lista Kimi Raikkonen). “Tenemos muchas entrevistas con distintos medios, tanto a nivel nacional como internacional; tanto para prensa como para televisión…”. Resulta normal que un piloto afronte una rueda de prensa en un par de idiomas o incluso tres, como le ocurre a Fernando Alonso y Felipe Massa (castellano y portugués, respectivamente, además de inglés e italiano). Al final de una carrera habrán contestado a más de un centenar de preguntas.

Después de cuatro carreras, De Villota ya está habituada a su ajetreada jornada laboral de un gran premio. Algo que no le impide seguir aprendiendo de todo lo que rodea a una competición de máximo nivel. “Lo que me sigue sorprendiendo es que cada persona que está ahí es persona de Fórmula 1, son todos unos cracks. Hablas un rato con el motorista y te das cuenta del talento y conocimiento que tiene porque empezó a los quince años. Él había nacido para esto. Otra persona que trabaja con nosotros, con la fibra de carbono, estuvo en la NASA… son historias de gente que son excepcionales en su labor”.

Aparentemente, incompatible con pilotos 'vividores'

Esta agitada actividad parece incompatible con pilotos ‘vividores’ ("un piloto indisciplinado no tiene cabida en Ferrari", dijo ayer Montezemolo) de otras épocas que se regodeaban ante las cámaras con un cigarrillo en una mano y una chica en la otra. Aquí la concentración es clave, tanto dentro como fuera del vehículo. La comunicación en el equipo es vital y no sólo con los miembros que están presentes en el circuito, también con el personal que está en la factoría. “Continuamente hay un feedback con Banbury, donde está nuestra fábrica. En cada sala tenemos un reloj bien grande con los diferentes puntos del día en dos horarios: el del circuito y el de Inglaterra”. Muy útil en carreras que se disputan fuera de Europa.

El de este fin de semana será especial para María de Villota porque en el paddock ‘jugará’ en casa con los medios de comunicación locales. No obstante, su atención supera nuestras fronteras y la última gran cadena en hacer un reportaje ha sido la CNN. “Todos estos actos están muy bien pero en Marussia me han comunicado que están contentos conmigo por mis méritos como piloto, no por ser una mujer (en Fórmula 1)”, recuerda la española. Y es que, de puertas hacia fuera, aún no ha sido capaz de pasar desapercibida en un deporte -hasta ahora- tan masculino.

“En un gran premio, la agenda de María está fraccionada prácticamente cada quince minutos. Fuera de la pista, además de entrenar, siempre está estudiando un manual del vehículo para entender lo mejor posible su funcionamiento”, indica Emilio de Villota a El Confidencial con cierto tono de admiración comparando la Fórmula 1 actual con la de su época.

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