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La revolución Izal: playa, vino y Copacabana
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primera noche de triplete

La revolución Izal: playa, vino y Copacabana

Izal presenta su último disco en la capital con tres conciertos en el Teatro Circo Price con el cartel de todo vendido colgado desde hace meses

Foto: Izal en el primer concierto de los tres que dará en el Circo Price de Madrid (Efe)
Izal en el primer concierto de los tres que dará en el Circo Price de Madrid (Efe)

Hay conciertos que marcan un punto de inflexión en la carrera de una banda. Lo estamos viendo en la música indie española. Llenar cinco 'rivieras', dos 'palacios' o tres 'prices' -esos titulares que nos gustan tanto a periodistas y fans- son esos puntos de inflexión. Y así lo vivió anoche Izal en el primer concierto del triplete que llenará hasta el sábado el Teatro Circo Price de Madrid.

El quintento tenía ganas de disfrutar de este hito y su público también. Tras cerrar su última gira el pasado mes de abril abarrotando el Palacio de los Deportes y dejando atrás la etiqueta de banda revelación, Izal se consolidó anoche como unos de los grupos indies que piden paso a su dura competencia con un directo enérgico y masivo.

'Copacabana', de Izal, en el Teatro Circo Price

Las 1.800 personas que llenaban el Price, y lo harán las próximas dos noches, demostraron que le sobraban los asientos en el segundo compás de 'Copacabana', la primera de las 22 canciones que sonaron ayer. "Creo que este es uno de los sitios más bonitos en los que vamos a poder tocar nunca. Gracias por haber venido a compartirlo con nosotros. ¿No notáis el ambiente que generáis? Siento que va a ser una gran noche. ¡No queremos que os sentéis ni un minuto!", prometía tras empezar por todo lo alto con el tema que da título a su último disco.

Mikel Izal, desinhibido, "charlatán" y entregado, comenzó así a camelarse al público. Gozó el concierto, bailó el robocop -con desigual opinión del respetable, mayoritariamente femenino pero entre el que, gracias a la campaña #QueremosEntrar, también había algún que otro niño-, hizo que la sala aplaudiera a los amigos que saludaban desde la grada y hasta contó que en la noche de hoy irían sus padres a ver a su hijo "el descarriado".

placeholder Izal, anoche, en el Teatro Circo Price (Efe)
Izal, anoche, en el Teatro Circo Price (Efe)

Repitió en varias ocasiones, jaleando al público, que esta no era una noche cualquiera: "nos quedamos a vivir aquí". "Es uno de los conciertos que más he disfrutado en mi vida. Hacéis magia y es especial", añadía para rematar la noche. Aunque lo mejor fue su reivindicación de las salas pequeñas, esas donde ellos tocaban no hace tanto. "Las salas pequeñas son necesarias", aseguraba, porque para tocar en las "grandes", primero hay que hacerlo en las pequeñas. "Id a ver a los grupos pequeños", añadía.

Pero más allá de palabras y derroche de buen rollo, el concierto de anoche fue fluctuante. Hubo momentos mágicos como el arranque, que convirtió el Price en un garito de playa o un antro de carretera con olor a arena, vino y reventado de ansiosos groupies; ese intemerdio con 'Sueños lentos' y 'Palos de ciego' en una acertada versión club, es decir en ambiente íntimo y con el grupo luciéndose en lo musical con vifrábono incluido; o el último tercio del concierto con más presencia de hitazos salidos de 'Magia y efectos especiales' (2012) y 'Agujeros de gusano' (2013).

'Asuntos delicados' y 'Hambre' se encadenaron al arranque de la noche levantando a un público dispuesto a dejarse la garganta. Con ese inicio discotequero y potente, el concierto osciló un poco para levantar con 'Prueba y error' y el momento club. Tras esa parte íntima, de nuevo 'Oro y humo' y 'Tambores de guerra', en la segunda mitad de la noche, prometían que lo mejor estaba por llegar. Solo hacía falta echar un vistazo al público que estaba alrededor: parejas compenetradas en sus gorgoritos, grupos de amigas eufóricas y grandes sonrisas sobre el escenario.

'El baile', de Izal, en el Teatro Circo Price

La última parte fue in crescendo para dar lo mejor de un recital pensado más que nada para el disfrute. 'Tu continente' abrió esta última parte, seguida de temas infalibles como 'Agujeros negros', 'Magia y efectos especiales' y, la más especial y esperada, 'La mujer de verde'. Los bises remataron en alto ese 'karaoke' colectivo que ya era la velada con 'Qué bien' y 'Pánico práctico'.

No hubo resquicio. El público ya estaba en el bolsillo de Mikel Izal y si quedaba algún rezagado no pudo escapar cuando sonó 'El baile' -tema de este último trabajo que subió a parte del público a los asientos y se ha convertido en el mejor cierre con el que podían soñar- y saltó al patio de butacas a cantar entre el público para regocijo de los móviles de los fans. Mañana y pasado más de esta pequeña gran revolución... "¡y que ladren alto!".

Hay conciertos que marcan un punto de inflexión en la carrera de una banda. Lo estamos viendo en la música indie española. Llenar cinco 'rivieras', dos 'palacios' o tres 'prices' -esos titulares que nos gustan tanto a periodistas y fans- son esos puntos de inflexión. Y así lo vivió anoche Izal en el primer concierto del triplete que llenará hasta el sábado el Teatro Circo Price de Madrid.

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