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“Estamos obcecados en vender viviendas en la playa, pero algunas nunca se venderán”
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NO ENCUENTRAN DEMANDA PESE A LA CAÍDA DE LOS PRECIOS

“Estamos obcecados en vender viviendas en la playa, pero algunas nunca se venderán”

“El cuerpo humano tiene una proporción de agua similar a la que ocupa el mar en el planeta, casi un 80%", "dos tercios de las grandes

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“Estamos obcecados en vender viviendas en la playa, pero algunas nunca se venderán”

“El cuerpo humano tiene una proporción de agua similar a la que ocupa el mar en el planeta, casi un 80%", "dos tercios de las grandes aglomeraciones urbanas del mundo se encuentran situadas en el litoral" o "el 95% del comercio mundial se realiza por el mar”. Estas son algunas de las perlas del libro Planeta Mar de Philip Plisson que reflejan a la perfección cómo el hombre siempre ha considerado la costa como un buen lugar para vivir. Desde hace siglos, la tendencia natural ha sido la de acercarnos al mar puntualmente –por ejemplo, de vacaciones- o de manera permanente.

“En el litoral, español o no, es donde se dan las mejores condiciones para la vida. Tiene todo el sentido que queramos estar ahí”, explicaba este viernes José Antonio Pérez Ramírez, director general del Instituto de Práctica Empresarial (IPE), durante las conferencias del Salón de la Vivienda organizadas por apGA (Asociación Profesional de Activos Adjudicados). "La atracción de la población hacia el litoral es biológica, especialmente en zonas de clima templado como nuestras costas. En ellas se dan mejores condiciones para la vida. Así, tarde o temprano, el hombre se acerca a las zonas costeras, lo que en España ha condicionado significativamente la actividad inmobiliaria.

Las cifras no dejan lugar a dudas. El 80% del negocio inmobiliario español se concentra en las zonas costeras y el 50% del stock, también. En la última década, en la Región de Murcia se ha registrado un incremento del 31,1% de las viviendas vacías, por encima de la media nacional (20,3%). En municipios turísticos como Roquetas de Mar (Almería) o Villajoyosa (Alicante), el incremento ha sido del 98% y del 70%, respectivamente.

Al calor de boom inmobiliario, España ha pasado de 21 a más de 25 millones de viviendas. Sin embargo, con el estallido de la 'burbuja' son muchas las promociones que se han quedado a medio construir y sin vender. Muchas de ellas, cerca de la costa. Viviendas en manos de promotoras y en su mayoría en manos de la banca -una de cada dos viviendas ofertadas en la Costa del Sol, según Aguirre Newman-. Viviendas a las que es necesario encontrar una salida para desatascar el mercado, generar empleo y actividad económica.

Cuando las ventas no dependen del precio

“Hay promociones totalmente terminadas. Con descuentos del 40%, financiación del 100% y con los bancos o las promotoras obcecados en venderlas a toda costa. No se dan cuenta de que algunas de estas viviendas serán imposibles de vender. No es cuestión de precio, sino de producto, de lo que demanda la gente”.

"Las reglas del negocio inmobiliario han cambiado y estamos intentando averiguar ver qué diablos nos inventamos para venderlo. Y, sin embargo, hay mucho producto que igual nadie quiere ni comprarlo nunca", lamenta Pérez Ramírez. 

Como muchos otros expertos del mercado inmobiliario, este profesional se muestra totalmente escandalizado por los excesos cometidos. También pide celeridad en la búsqueda de soluciones. “Obviamente, no lo hemos hecho bien. Después del boom inmobiliario cuando todo valía, nos hemos encontrado con problemas de distribución de las viviendas y promociones, falta de infraestructuras… Se pueden hacer muchas cosas para mejorar la costa, pero es necesario ponerse manos a la obra y no dejar escapar el tren”, añade.

Este mercado sigue despertando el apetito de los compradores. Hay demanda. Nacional pero, sobre todo, internacional. Los últimos datos del Banco de España muestran una recuperación de la inversión extranjera en inmuebles en nuestro país durante los dos últimos años. En 2012 se registraron cifras ligeramente superiores a los niveles de 2006, en torno a 5.000 millones de euros. 

Los inversores extranjeros despiertan de su letargo

Eso en cuanto a volumen. En cuanto a operaciones, en 2007 se cerraron cerca de 41.500. Cinco años más tarde -tras caer hasta 22.400, mínimos en 2009-, la cifra roza las 38.000.

España ha vuelto a despertar el apetito comprador de los ciudadanos extranjeros. Los precios se han corregido casi un 40% -dependiendo de la zona- y son muchos los que vuelven a mirar hacia el litoral de la piel de toro.

“Las visitas en las casetas están siendo muy similares a las de 2006. Existe demanda que está buscando vivienda en la costa, pero le está costando mucho tomar decisiones”, explica Miguel Ángel Barquero, presidente de Live in Spain. 

Porque el mercado está roto. “Nadie puede decir cuál es el precio real de la vivienda. Con la irrupción de la banca y del Sareb, en el mercado han desaparecido todos los valores inmobiliarios. Ahora sólo hay valores bancarios que se fijan en base a provisiones y a su impacto en los balances, no en base a las calidades del inmueble, de su ubicación u orientación... Todo esto provoca que la decisión del comprador sea muy lenta”, añade.

“El cuerpo humano tiene una proporción de agua similar a la que ocupa el mar en el planeta, casi un 80%", "dos tercios de las grandes aglomeraciones urbanas del mundo se encuentran situadas en el litoral" o "el 95% del comercio mundial se realiza por el mar”. Estas son algunas de las perlas del libro Planeta Mar de Philip Plisson que reflejan a la perfección cómo el hombre siempre ha considerado la costa como un buen lugar para vivir. Desde hace siglos, la tendencia natural ha sido la de acercarnos al mar puntualmente –por ejemplo, de vacaciones- o de manera permanente.

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