Estos son los campos en flor más bonitos que puedes ver en España en las próximas semanas

Aún estamos en pleno invierno, con algunas de las temperaturas más bajas del año, pero la primavera está a la vuelta de la esquina. Dentro de pocas semanas comenzaremos la estación favorita de millones de personas por muchos motivos: la subida de los termómetros, los días cada vez más largos y, por supuesto, la explosión de colores que se produce en los campos de todo el país.

Sin duda, los cerezos en flor del Valle del Jerte, en Extremadura, o los campos de lavanda de Brihuega, en Guadalajara, son algunos de los más conocidos y llamativos de España. Pero en las próximas semanas también florecerán los almendros, los ciruelos o los melocotoneros o las amapolas y, por eso, te hemos preparado una lista de los campos en flor más bonitos que puedes ver por todas las regiones del país.

Comenzamos por los cerezos más famosos de España, los del Valle del Jerte, al norte de la provincia de Cáceres, que se han convertido en Fiesta de Interés Turístico Nacional. Este 2023 tendrá lugar entre el 17 de marzo y el 30 de abril, la mejor época para disfrutar de una floración que deja al visitante con la boca abierta. Lo mejor, atravesar todo el valle para disfrutar de las mejores vistas cerca ya del límite con la provincia de Salamanca.

Cerezos, ciruelos y almendros en flor

Pero no es Extremadura el único lugar donde disfrutar de la floración del cerezo. Cerca de allí está el Valle del Tiétar, ya en Ávila, donde más de 50.000 árboles se dividen entre las localidades de Guisando, El Hornillo y El Arenal, que forman una ruta imprescindible. También es famosa la floración que tiene lugar en el Valle de Caderechas, en plena comarca de la Bureba, en la provincia de Burgos. Y en la provincia de Jaén, aunque en su caso es en la Sierra Mágina. Aquí te recomendamos llegar hasta la catarata del Zurreón para conseguir las mejores vistas. Tampoco puedes perderte los Cerezos en flor en Vall de Gallinera, una pequeña población de Alicante que es famosa por el espectáculo que sus frutales ofrecen cada primavera.

Si la floración de los cerezos es impresionante, la de los almendros no lo es menos. Esta se produce antes en el tiempo y podemos comenzar esta ruta por Mallorca y su Sierra de Tramontana, que se tiñe de blanco y rosa durante las últimas semanas de invierno. En otra isla, en esta caso canaria, encontramos Tejeda, un pueblo excepcionalmente bonito y que ha conseguido que sus fiestas alrededor de la floración del almendro sean consideradas de Interés Turístico Nacional.

La Fregeneda, en Salamanca, es otro de los lugares donde se celebra la floración del almendro. En este lugar, en pleno Parque Nacional de las Arribes del Duero y junto a la frontera con Portugal, se celebra una fiesta anual que atrae a miles de visitantes. Al otro lado del país, en el valle alicantino de Guadalest, también se disfruta de vistas excepcionales en blanco y rosa. Para conseguir las mejores fotos, sube hasta el Castell de Guadalest para poder tener una visión completa sobre todo el valle.

Cerezos, almendros… y melocotoneros. Sí, los campos de melocotones también ofrecen unas vistas espectaculares durante su floración y el mejor ejemplo lo encontramos en Aitona, en la provincia de Lleida. Aquí, además, podrás sobrevolar en globo los campos para empaparte de su color rosa que lo inunda todo. Más al sur encontramos los campos de melocotones de Cieza, en Murcia, aunque aquí los colores se mezclan ya que además de melocotoneros también hay cerezos y albaricoqueros, lo que provoca un impresionante arcoíris.

No podemos dejar de hablar de otros campos en flor. También son increíbles los ciruelos, con unos tonos rosas que quitan la respiración, como los del Valle de Nalda, en La Rioja, donde celebran su propia fiesta a principios de abril.

Espectaculares son los campos de amapolas y en España las mejores vistas están en la comarca de La Serena, en la provincia de Badajoz, y las que rodean el Castillo de Montalbán, al sur de la provincia de Toledo.

Y terminamos con los piornos, una flor poco conocida que nace de un matorral que suele alcanzar el metro de altitud y que destaca por su característico color amarillo. Las mejores vistas de un campo de piornos las encontrarás en la Sierra de Gredos.